viernes, 4 de febrero de 2011

Yo no sé


Dónde andará aquel amor que se colgó de un enero
más dulce que un naranjal en un pueblito pequeño
con bicicletas y risas y nadie supo del tiempo
ni la pausa ni la prisa,
tu pollera por aquellos días era una flor
que entre las manos se volvía de ceniza.

Fue un claro de luna tu amor,
más profundo que un espejo,
la esperanza que un día Dios puso en el hombre,
como un suceso impronunciable
o una primavera perpetua.

Yo no sé si te soñé
o estoy loco que me pierdo
pero hoy no está tu amor
y me corre el frío con sus muertos.

Fuiste un tibio despertar,
un cabalgar en silencio por tus veredas de fiesta.
Recuerdo que no golpeabas,
me esperabas en la puerta y yo te hacía pasar,
con tu estilo de soñar hacías llover la siesta.

Y el brincar de la calandria y el pararse del ternero,
la pelota en el corredor y el reposar del abuelo,
en el pueblo alrededor tu pelo dulce, dulce fuego,
alumbraba sin descanso bajo aquel cielo de enero

Yo no sé si te soñé
o estoy loco que me pierdo,
recordando tu mirar
ya me estoy poniendo viejo.





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