lunes, 27 de mayo de 2013







Te mienten hermano un falso país. Y tú te lo crees 
por tu ilusión de madre vencida e históricamente enternecida a palos
por nuestra hermana Ignorancia amansada, amasada a golpes de soja y big stick. 

En tanto nos silencian a tus espaldas y nos postergan el sol
se reirán de nuestra estrella con sus dientes de Rocas Violetas lustrados 
de funcionarios con convicciones a sueldo 

pero apenas llegue el domingo
y regreses hacia tu pequeña isla del compartir
golpearán al caballo de la izquierda para justificar que no batallan
taparán una vez más el fantasma del neoliberalismo
con la sábana del capitalismo.

Es viernes dos de la madrugada y tu canción 
aquí en casa 
alumbra el silencio con su pandereta de estrellas
pero el dolor siempre amanece antes del día
encerrado y clausurado entre las palmas 

te alientan pero no te siguen, te aplauden pero no te cargan en las manos, 
te vivan para conservarte en el sepultado rincón del disco, 
en la comodidad incapaz de superar la felicidad conservadora 
 para arribar a la crítica superadora más allá de la armonía 
en la palabra, 
es necesario el desarreglo, la incorformidad, "oid mortales"
eizar desde tu boca la bandera de un país con justicias que aquí no veremos, 
y cómo duele la piel en los hijos desde donde continuaré, 

desde su sangre condenada
entre pobres del ayer mañana también pobres
y los ricos de siempre eternamente ricos
que inundan los márgenes oculares de sal

cuando nos recubren las orillas de la mirada con políticas de espuma
en esta madrugada donde el cielo es una sábana rota
que tapa las miles y miles de ranchos de madera que cercan nuestra ciudad 
como un corral de potrillos descalzos en procesión hacia futuro

con el tigre dentro agazapado en la estrella
oculto tras el vapor que se despereza
al comenzar la mañana de pasto al calor del sol
tenemos la frialdad del sentimiento incendiado
de que llegaremos tarde al día de mañana
si no trabajamos desde ayer
incluso nuestra madre patria puede decir
hermanos no sirve de nada 


pero nosotros invisibles contra el viento de ocasión
apostamos a lo grande desde lo pequeño
y al revés de lo acostumbrado
así tengamos que sembrar una hoja
para hacer crecer la nueva raíz
pues en la escuela del invierno
nos educan desde que nos ven semillas
en la costumbre de que nos doblen el tronco

es triste tener quebrada la rama donde se para el pájaro de las finanzas; pero tener caja no hace al vuelo y tu hermano es una prueba de cómo la certera voluntad polìtica vale más que tener dinero pues puedes tener mares de billetes color soja al borde de un mar saturado de peces que se llevan por las noches el oro de las minas hacia la irreverente China
y hacer


 sangrar la tierra bajo los pies
donde golpean los barrios reventados
sobre las calles sangradas de barro
No podemos verte cantar por la tarde
intentaremos romper las piedras de sangre
con el martillo que cantabas
con tu pequeño fusil oxidado
debería tener seis años cuando aprendí por mi madre
algo asì como que crecer es interrogar cada certeza
y respetar los sentimientos es pelearse con ellos

De los doscientos poemas desnudos y desarreglados, sin vergüenza debo confesarte que varias decenas fueron escritos a la sombra de tu canto arbolado. Y cómo duele en la madera el no poder verte cantar en esta tarde arrugada de un 25 de mayo, 

porque te mienten hermano un falso padre
y tu les crees con ilusión de madre
por amarte así puedo enojarme así contigo.


sábado, 18 de mayo de 2013

La noche encorseta con su corpiño de estrellas la tarde gris
y tu cuerpo de tela violeta bordea en bicicleta la plaza verde y redonda
No es necesario verte la cara de selva roja
para conocerte por la flexión de tus rodillas 
son tallos donde se articula la lluvia con el sol
la plaza aprieta un otoño hoja a hoja segundo a segundo
se confunde con la primavera rosa y tirante de tu Olimpo
Del mismo modo que el amor mata al otoño y la juventud se lo come
en la memoria un colchón de sombras espantadas de ver la luz
flota sobre un piso de madera donde los esqueletos se quitaban la piel
El final de esta historia del futuro es una birome de lluvia sobre un papel
tartamudo equivocado de tinta
En tanto el reloj en el bolsillo mide el pulso del viento
que corre detrás de tu bicicleta
la calesita de la plaza gira igual a un reloj
rodeado de árboles convertidos en venas desangradas
en multitudes de pájaros que giran sin tiempo
Los caballos de la calesita relinchan a tu figura de animal sin riendas
y la única rienda de tu caballo es la cadena de la caja pedalera 
 
En tanto contraigo el grito de tu nombre que se aleja al galope

concentro la punta de la mirada en el horizonte que se traga tu sombrerito
y fantaseo con que se corta la cadena de tu corsel a pedales
Entonces me acerco lentamente como en el campo
se comporta el vampiro con el caballo cuando está dormido
teatralizo un drama en este día organizado
Pero la ternura no admite el terror de los ángeles del cielo
que de pronto estacionan su nave de silencio en la ruidosa avenida
y me llevan con tu animal de la mano montado
hacia batallas con el cañón de tu amor al hombro y a caballo de la libertad
para agrietar falsos horizontes de hierro en esta tarde en que te veo pasar
el azar le coloca la montura a los sentimientos
Sólo así se explica esta tarde circunstancial
de tu animal violeta manso entre tus piernas bordea el verde de la plaza
donde giran los caballos
el gobierno libera por presión de la sangre en las calles azules

cinco presos políticos secuestrados por no guardarse las palabras en el bolsillo
y evitar el despido de 124 trabajadores del Estado
¿Acaso debo explicarle que en la calesita de la historia y el destino
tanto para el amor como para la justicia
perseguir es retroceder?

sábado, 11 de mayo de 2013







Muerdo desde lejos tus pies cuando mueres cada noche
saboreo el azúcar de tu día libre
luego intento calzarme tus zapatos  
y espero tus párpados se cierren para besar en abismos de distancia
aquellos senderos que andaré sin ti pero conversando de la mano contigo 
masco el mar de pasto donde naufraga tu flor de lana
tejida por osos rojos de barba negra a la espera de mi abeja
y lambeteo los caminos que esperan en sus plantas
las de tus pies si es necesario reafirmo
recupero tu lento morir
para que otros puedan vivir los sueños clausurados
son tus hijos a quienes tapás cuando se recuestan
bajo el paladar de tu techo de mujer y país nunca harto de callar
al que le cortaron los pechos para secar el crecimiento

pero te acostumbrarte a comerte las uñas en la invernada
en la soledad calurosa de tus costas
como si fueran marfil y pariste un elefante con sexo de colibrí
en honor a quienes levantan  vuelo
a pesar de las plomadas de las ley internacional que te cargan  
levantaste historia a pesar del balde de agua en tus alas
donde cada pluma es un hombre o una mujer
viendo a la historia desde antes del ayer
 como a una pequeña hermana atada de manos
echada a andar por el mundo dentado
con un par de zapatos gastados violada y escupida abortando
a cada segundo niños con hambre y en patas
invisibles para el mundo
hasta que el estómago y la carne del pensamiento
dijeron basta y salieron a comerse la tierra entibiada de sol
como un pan negro untado de sangre
desde donde se para mujer tu animal
liberado como recién nacido
y sediento de manos con hambre de horizonte

tu horizonte que murmura al borde de la cama
cada mañana cuando muerdo desde lejos tus pies para saborear tu día libre
bésala en la ausencia sin nudos en la garganta 
bésala aunque no lo sepa no dejes de besar las orillas
de sus alas que contaminan de paisajes cada nido cada pez
cada vuelo con que se muerde las palabras
y humedece tus manos de viento con su figura
impotente invisible de tan empecinada
como besan los ángeles que montan en caballos de hierro
las caras de los perros hermanos de este amor
que sabe callar a la vuelta de tu esquina de arena
y por eso escribimos estas batallas
ganadas con peleas consideradas por los conformistas injustificadas
ellos no saben arriesgar  más que palabras

y la poesía se trasviste en ridícula prosa política cuando surgen preguntas del calibre ¿Cuba tiene futuro?, o sentencias del tipo “Cuba es pobre”; quizá se pueda responder, si verdaderamente existe lo que podría denominarse proyección hacia el futuro, un futuro posible de imaginar colectivo y que el mismo consiste en erradicar la exclusión y el hambre, ¿o no apuntamos en esta dirección?, en consecuencia habría que afirmar que Cuba llegó hace tiempo al futuro. Ahora si sinceramos el deseo individual y confesamos que nuestra idea de futuro se corresponde con avanzar hacia lo moderno con la carga de exclusión y fragmentación cotidiana que esto implica, entonces Cuba vivirá eternamente en el pasado, con la carga simbólica de atraso que al pasado se le adjudica.
Por eso pequeña mujer cuando no estás allí para defenderte cada vez que te nombran, y cometo el error de intentar escribirte el dolor como es este caso, en que te dejamos sola en el futuro, y nosotros en el resto del mundo disfrutando lo moderno tan arcaico, y sufrís el corset de las metáforas y giros comparativos que sólo ponen en evidencia la cobardía de quienes no hacemos más que hablar y llorar pero se nos contrae el cuerpo cuando las palabras se dan vuelta y se convierten en balas, pues aquí en argentina la acción va a contramano de las palabras, tú pequeña mujer que no descansas en el mientras yo tenga poco interesa el país se caiga, y que debiste aprender a caminar descalza dijiste y lo cumpliste, porque esa era la promesa predestinada de tus hermanos y hermanas enterradas y tapadas de nada, aquí en mi panza señores que es mi tierra se acabó lo de que por aquí niños pobres y por allá empresarios sin límites en las ganancias, y te aplaudimos a lo lejos, pero te dejamos sola hasta hoy y a la espera de que caigas en la trampa de ser revolucionaria nada más que en las palabras, las palabras que en un intento por hermanarnos nos engañan.
Pero lo moderno nos dispara con los impuestos que nos cobra todo lo que nos es impuesto y envuelto en el plástico compartido con que nos cubren los sentimientos, dado que nos ahorca con el moño de lo correcto mientras nos invitan a soltar nuestros corderos húmedos de lágrimas para atarlos a la soga que te ahorca. Por eso no te esclavices a los sentimientos con que te oprimen las palabras sino  mas bien corre hacia la templada desnudez de tus mujeres, hacia la inhabitada oscuridad de cuando tu cuerpo era hambre sin contornos, desde aquí los menos te pedimos perdón por no tener a este país de compañero, en tu boca donde muchos quisiéramos humedecer nuestra tierra al ver cómo te estiran con broches de guerra una falsa sonrisa de cara al futuro. Pero tú a quien le duele la pobreza de cada bebé como tu propio bebé no te dormiste en el llanto, sacudiste tu tierra y hasta el Africa lloró tus leones, sacudiste las melenas de tus pájaros y en adelante, la guía hacia tu mapa de sonrisas son todos aquellos  que llevan por decirlo fantásticamente el corazón en el hocico, y amasan su inteligencia con humildad en el bolsillo, porque antes de exhibir los billetes es necesario observar las monedas con que apenas la mayoría puede montarse a un colectivo, y con esa gente sudada en la espalda me abrazas cuando duermes
pequeña pretensión inconclusa
nadaré hasta tu isla de caderas anchas
bajo trenzas de amor abarrotadas de estrellas
donde el sueño de otra posible historia
se incendia aún en las miradas como un árbol desnudo que corre en llamas
en este momento en que te escribo como si pudiera hablarte
cuando hablar bien o mal de tus contornos mudos
no hace la diferencia pues me diste en lo indecible de los sentimientos
inolvidable y solitaria Cuba quiero pedirte perdón
hermana y compañera a quien mi país no te abraza.

jueves, 2 de mayo de 2013



En las aguas del río Jaruco parí un niño
con un pájaro en la mano huérfano de maldad
sólo entonces pude decir que era un hombre
aquella tarde en que el día amarraba el reloj con su pelo de arena
y por tan claro fue enteramente de luna
a orillas del río Jaruco donde los árboles
lamen con la punta de sus ramas la sal
que oxida nuestras juventudes en el fondo del mar
un hombre verde que por las noches en su pico de remolacha
y a orillas del azúcar ablanda el sol
brotó de una caracola de agua
para poner la teta izquierda de su planeta rojo
en la Boca de aquel animalito.

Y era el pecho del atardecer entero envolviendo su estómago
que cubría su espalda con una estrella
de plumas en sus puntas como pestañas en un cielo de terciopelo
donde parpadeaba una bandera de canciones
y por su espalda caminaban los cangrejos que cuelgan de las ramas
que rasgan las aguas del río dulce de Jaruco
donde el mar vierte sus babas de olvido en espumas de silencio
hacia un ombligo de cuna repleta de frutas
que aroman y ruedan hacia sus calles hirvientes
hasta sus casas de palmas abiertas de platos en mano
de almohadas rellenas de zapatos viejos
y nuevos caminos para el sacrificio del sueño
donde los pueblos lloraron risas pues una calesita de barbudos
sembró sus árboles regados con sangre
para que fuera posible respirar historia.


Y el niño pudo ser mujer cuando como hombre
fui capaz de parirme a mí misma
de barba arrancada a la hierba
crecida sobre el cuero de la orilla que da de comer a los chivos
peinados por el viento de los barrancos allá en Jaruco
fui mujer de fusil entre las piernas
bajo un techo de besos de arroz y frijoles
o apenas de harina confundida con la arena de los cuerpos
justo en el momento en que un libro escribe sus propias páginas
sobre la falda de una canción atardecida
y a lo lejos laten montes de trajes verde oliva
de donde fue desterrado un aserradero de asesinos heredados
cuando la tierra desenfundó de su estuche de piel recubierta de flores
un cañón de tinta que disparaba muertos al atardecer en silencio
la soledad de un país desnudo
a quien sus hermanos dejaron abandonado
en el dolor de la elección
sin mas que un espejo en la mano izquierda
para mirarse el rostro a solas
el mar peina hoy a un niño que es un país pequeño que duele de emoción
desde apenas ayer primero de enero del 59
estábamos allí este hombre con su niño prendido de su pecho de mujer
que de tan rojo parecía decir pronto atardece aquí en Jaruco.

Pero el tiempo no pasa y el día por tan claro enteramente de luna
amarraba a un hombre que era una mujer que era un niño
por siempre a su reloj de historia con su pelo de arena que enreda las manos.
Y bañaron los pies en la Boca de Jaruco para hundirse
en el barro del fondo de un río salado de mar
y sin ser primero de enero fueron un año nuevo
como aquel del 59 cuando una marea de barbudos fundó el futuro.
Fue una tarde en que la noche quedaba al otro extremo de la orilla
luego de saltar del puente hacia el agua que arrastra el sol
allí respira un río en un pequeño país
y un hombre una mujer y un niño prendido de su pecho
que de tan rojo parecía decir pronto atardece
donde la ternura tuerce al hombre en mar y a la mujer en río
en Boca de Jaruco donde para ser hombre tuve que parir un niño
que se paró en los pies del 59’ cuando se fundó el futuro.