miércoles, 29 de febrero de 2012

Periplo





 
Libros, en todo tu cuerpo libros para ciegos.
Y ojos en la punta de los dedos que nunca palparon, que nunca leyeron
al subir por tus rodillas la nota al pie que decía
 entre tu ombligo y tu ventana “prohibido enamorarse”.
Y así comenzó este periplo infatigable de siempre buscarte 
montado en una nave tripulada por mil ciegos
que si no tocan no saben en busca de un puerto
a esta altura da lo mismo caer en las fauces del mar
que se trague los días que restan para verte 
o en el ojo de un volcán que disuelva 
esta piedra en la garganta que es tu ausencia.
El periplo de buscarte bajo la luz dilatada de la luna
 y en el eco de un silbido perdido
en la garganta del mirlo y el callarse del grillo
 al comenzar el día
en un nido abandonado de paloma 
dentro de un caracol 
donde resoplan las tormentas 
y en cada uno de los ángulos en que el día se despierta 
para desperezar esta distancia  al caer la noche.

jueves, 23 de febrero de 2012

Caballo de cartón

                                                             Horse death, Guns n' Roses, Ilusion I

No existe descanso ni rumbo en tu eterno cabalgar
sobre un cielo de asfalto tu vivir es morir andando

trineo de niños pobres juguete de cuero y trapo
tu trote amasa el pan y el día cargado de reyes pardos

sin saberlo sin pensarlo tu cuero tiene el olor de los hombres olvidados
de su misa de la mesa de muchachitos descalzos
y tu corazón es de felpa como tu hocico y el pasto
la soledad el horizonte tu suave dejarse andar

tarde a tarde marchitando tu trote va amasando el pan
triste caballo manso si el hombre con su vivir se va apagando despacio

tu destino desde niño es andar y morir andando.

martes, 14 de febrero de 2012

Hoy día de los enamorados

Hoy me voy a vivir contigo
la rutina del mañana ensayada desde ayer
diciembre es ayer como hasta ahora
soñarte mientras otros te viven
escribir mientras para otros desnudas tu tinta
noche tras noche
descubrí mientras dormías que para vivir en paz
sólo es necesario pensarte feliz

es tan agradable escribir acerca del amor y bailarinas de cristal
con tu ombligo como telón de los terribles escenarios
sanarse el alma con paciencia
aquella de que nos hablan las cómodas arañas
que nos tejen con sus babas televisivas
es tan claro 
la organización de un mundo nuevo no nacerá por observar el brote de las flores
ni de la sangre que salta a escribir esto que no es poesía
sino silencio
de soñar mientras otros te viven
en la maraña de los días en que se enredan estas venas
que dan de beber a los musgos que humedecen el aire
donde vuelas
y que se extienden hasta los muros de piel en que te apoyas

después está si, la soledad de vivir en sociedad
mientras no se observen los márgenes y las fronteras
siempre habrá sangre para vivir en un mundo
de amistades por computadora o comprar perros
nada cambiará 
son los sentimientos
la raíz del problema
es también la flor de plástico que usamos de muleta 
no desnudaré  mi niño en este paraíso es mas
agregaré una cáscara mas a su ya retrasada semilla
en tanto no se profundice
en la sonrisa de tierra que refleja la sarna de los perros

la política será siempre una mujer correcta y no una puta romántica
marginal despreciada capaz de dar la teta a los últimos de la fila
aquellos por quienes es grato llorar
y sentir un leve bienestar incluso un dolor o una lágrima aquí dentro
alcanza con llorar y tener pena
pero llorar sobre los ríos de asfalto no es llorar donde se debe pues
otros ríos mas profundos con mas cauce se secan lejos
y tu cabello es tan corto

me retiro a soñarte al pozo de pájaros que rezan por el pan
en estas horas de harina
que esperan a que las niñas bonitas suban a sus lomos
para corcovear y despeinar los edificios
para ajustar las corbatas de un futuro que antes de haberse levantado
ya tenía sus raíces violetas
hincadas en el horizonte
donde por la cascada que salta desde abajo hacia arriba
trepan nuevas historias
para esta américa que despunta hemorragias en cada esquina

mientras mis pájaros inútilmente tiran de tu cabello corto con cantos de silencio
tan corto como  plantas de frutillas que alumbran el camino para los sapos
lo hermoso se hibrida con lo mas horrendo 
ese es el problema ves 
se puede ser feliz o hacerse el distraído por momentos
creo haber descubierto de qué se trata eso que llaman eternidad
creo que es apretar la posibilidad en los embarrados rincones
es además de soñarte
la liviandad de no preocuparse por los hombres y mujeres
que en los márgenes de la vida cargan con el día.

martes, 7 de febrero de 2012

Inyectarse



                                             
El incendio de su mirada me recuerda a una inyección de cocaína. El fuego en el brazo como una patada de toro recién degollado. Una noche cualquiera hace no sé cuanto tiempo después de salir a tocar en el tren con el Mago y el chileno Jhon en una casa que no me acuerdo. Merodeaba el año 1999.
Para hacer memoria debo mirar dentro de las copas de los árboles que llevo prendidos en las venas y respirar frente al espejo, detrás del hombro, se impone su figura de pájaro volando de una casa cercana al cementerio saturada de palabras por no disolver la vergûenza en un silencio de plata que me calcinaba, al interior de los jazmines de hielo rojo donde dejé la nariz y los labios en busca de su polen y arrojó en alguna esquina, por detrás de su nuca, las nubes pálidas se derretían en el desierto del atardecer al momento en que los pájaros lamían el sol. 
Si hubiese sido un antepasado, entonces no tendría lenguaje verbal. Entonces no podría pensar, pensar con palabras, ¿con qué fin?, si son iguales a conceptos o números. Mejor imaginar, que es igual a pensar pero con imágenes. De su nunca mas quiero verte aprendí el silencio igualito a un ciego aprende a caminar. En la punta del bastón llevo su nombre. Y así como la escritura al inventarse sirvió para congelar el habla, con palabras de piedra por cobarde incendié la casa que aquella tarde habitamos como única evidencia de estar vivo, el sentimiento de muerte quiso que su amor sea disfrutado cuanto antes y de ser posible, ayer, fue el líquido corriendo por las venas infernadas y doce años después, cuando rueda el corazón de la pequeña foca blanca y muerta de frío  desde  mis cables inflamados hacia la claridad de su mirada, hundo en el laberinto de las venas el diminuto recuerdo de una tapa de vino toro donde diluimos aquella noche con los muchachos la angustia de no asumirse como uno viene al propio mundo; el mundo propio que no es posible disfrutar con simplemente pisar el acelerador montado en una nave de arena o subirse a trenes rusos donde se asiste a terapias de una sola noche, y en la estrella perdida e irrepetible de un cielo para el que no se tiene alas, arreglar los problemas del mundo desde adentro de una bolsa con el alma en bolas. 
¿Ya te olvidaste loco?, aterrizamos en la tierra desnudos, sin laboratorios en las venas ni palabras en la lengua. La alegría no es tan pequeña como para entrarle a uno por la nariz y ahora, duele el paladar adentro de verte con la niñez grisácea por patinar feliz  con tus miserias no asumidas sobre una nieve que de tan vacía es blanca, llevado de la nariz por un trineo tirado por perros sin alma. ¿Te acordas de Spinetta con su cuida bien al niño, cuida bien su mente, cuídalo de drogas, nunca lo reprimas, dale el áurea misma de tu sexo? Ya fuimos. Ahora es tiempo de volver. El secreto para hacer valer las alas está en huír de los paisajes evidentes.
Este sábado en Mar del Plata, al escuchar la potencia y la ternura de García quise abrazarte cuando eramos niños, fue con vos que leímos una entrevista donde un periodista, y si, un periodista, qué querés, le preguntaba a nuestro monstruo de ceniza cuál era la mejor droga que usaba para componer y contestó el talento. Amor, Ta lento el amor entre los hombres, sobran guapos que lloran para dentro y faltan cartas al menos donde las personas expresen qué les pasa. Podría inhalarme sí, la arena donde mueren los peces que dan de comer a las gaviotas, y que éstas conduzcan a los que viajan sincerebro colgados de la nariz en dirección al cementerio donde es posible creer que se está vivo nada mas que por tener los ojos abiertos, hacia los años en que les leían en voz alta los cuentos en compañía al borde de la cama, un poco a la izquierda, se está asomando el sol sin cobijas y a pecho descubierto. 
Vos sabés que cuando uno sabe lo que quiere no hay bala que entre a destruir lo nuestro. Se trata de un sol que está cada día más cerca de la tierra y sólo el amor puede ayudarnos a leer sus fuegos. Aquí no hay mejor droga que lo que uno es y lo que uno siente. Metaforizamor no se cansa de repetir estas palabras, del yo y mis circunstancias, si no te alcanza con los caminos que anduviste, entonces loco, tenés que andar otra vez descalzo sobre las brasas  con la piel de las plantas.
Ocurre que el recuerdo de un tren me despertó como un martillazo en los dientes, entonces me senté a escribir pensando en una mujer que cuando la encuentro me enredo y en vos compañero que igual que un niño al leer, al pensarte digo tu nombre en voz alta. Existen recuerdos también que por estar lejos nos hacen mover los labios como cuando los viejos aprenden a leer, desde el fondo de las venas y los rieles, brilla la voz de quien nos regaló una torta, una risa en una estación completamente en patas, una silla de ruedas que bailaba al compás de la guitarra.
Ajustá el clavijero y volvamos a andar esta ciudad descalzos que hoy, entre el recuerdo futuro de las mujeres que se queman al lado de los pobres tipos que toman cocaína, el toro degollado se levanta, como un recuerdo incendiado, la mirada de esta mujer me levanta cada parte del cuerpo en madrugada, llueve, siempre llueve en madrugada, salgo al patio, pareciera que lo que se mueve entre los árboles son las colas de los perros o los cuellos de pequeñas jirafas. Pero observo que recién llovido el pasto así de suave no puede estar lejos de parecerse a la pelusa de sus nalgas. Tomo el pájaro zorzal que canta con el lazo de sus ojos que levantan cada flor, abro el cajón de la mesa de luz que llevo en el ombligo y se llenó a medida que anduve por el mundo. Pero no encuentro una jeringa. Con los años, mi jeringa es un pájaro zorzal en la ventana de quien en esta oportunidad uso de jeringa su pico naranja, lo cargo por detrás con témperas, y me inyecto un arcoiris entre el sol que se aproxima y la buena madera que conserva su mirada.



jueves, 2 de febrero de 2012

En vacaciones


Uno mismo. Un niño o niña de seis u ocho años a quien se aprecie y estime mucho pero se conozca poco. Una foto de sus padres. Un auto viejo. La foto de sus padres en la luneta del auto viejo. El mate. Un destino inapelable más allá del desierto hacia los espejos donde tiembla la luna. Una cámara fotográfica. Un pack de doce cajas de leche. Una caja de vino. Instrumentos musicales dos, preferencialmente tres. Veinte o treinta discos de música. Libros, uno, a lo sumo dos (la lectura y los niños se llevan como las plantas con los animales en un patio pequeño). Bananas, duraznos, manzanas, naranjas, un melón. Papas, batatas, cebollas, morrones, tomates, ajos. Zanahorias aparte, siempre baja del cielo algún caballo color ceniza a comer de la mano. Entonces también azúcar. Condimentos. Algunos utensilios de cocina. ¡Ah!, otra botella, por ejemplo cinzano. Dos sillas. Un disco de arado donde cocinar. Una garrafa con hornalla y sol de noche. Velas, muchas velas para improvisar un altar en cada lugar donde se duerma del bosque. Dos cañas. Un encendedor. Otro de repuesto. Una mesita. Un velador. Un triple. Adaptadores. Un alargue. Una linterna. Un jabón. Una carpa. Un colchón inflable. Una frazada para tapar al niño. El recuerdo de los perros. Un niño o niña de seis u ocho años que en la ronda de árboles fosforescentes que calientan sus espaldas junto al fuego te pregunte ¿sabías que para que el fuego siga prendido hay que darle canciones?