jueves, 25 de octubre de 2012



Carta para Bongo



No tiene fondo el pozo en el cielo del patio
Tampoco la caricia atardecida de un viernes por la mañana
cuando las flores nos quedamos a despedir tus mariposas
 con las campanas inclinadas hacia la orilla de tu boca.
No es la lluvia de tu voz Bongo no, quien ablanda las piedras
al borde del lago que llaman alma

ahora por siempre de tierra
nos enmudece el silencio en lo breve del blanco
el gemir enronquecido en las horas de pasto
cuando la noche pierde sus contornos
y nos encontramos mano a mano con tu agua
en el charco del vino en la Frente como abrigo

Es tercer sábado de octubre y quienes quedamos nos vamos de río
para volver hacia uno mismodetrás de tus pisadas
Porque el río sana las manos con tu cuero marrón
levantamos la vela y te decimos adiós Bongo adiós
a tu cuero marrón que envuelve la luna
y esta sonrisa comprometida con lo cotidiano

No se trata de llorar río abajo Bongo
donde el llorar es una manera distinta de Poder
donde el llorar es un río claro hacia las íntimas tierras del ser feliz
en este mundo de sentimientos cobardes Bongo
sólo los valientes lloran felicidad
tan sencilla como la alegría de quienes llevan un atardecer en la sangre.
Por el parto del futuro. Por esta guerra en el mar de la vida.
No es el llanto quien nos moja los pies
sino el río al evocar tu mimoso lloriqueo
enronquecido por gemir en las horas de pasto

como si la madera no te hubiese señalado el sueño
en este día amamantado de duraznos
nos sumamos al rosario de aves cristalinas
con la certeza de encontrarnos y reírnos al sur de la vida
no te duermas Bongo, no te duermas
que ya estamos en camino hacia la raíz con la esperanza
de que esta muerte no es más que el principio de un cuento desconocido.

Por eso cavemos hasta encontrarnos
con la cabeza hundida en el sol de Santa Ana
que perseguíamos cada tardecita de mate amargo
en que ladrábamos hasta el final del camino perdido
nos espera un sueño de pan amasado de sol
a pesar de los golpes bajos en las plantas de los pies
en lo más bajo de un mundo enriquecido de ignorancia
permitinos descargar tu tristeza en el ya triste barrio de Malvinas
que es hijo de los niños que amanecerán eternamente en pata
gracias a todos los que tienen paciencia porque no les duele la panza.

Tuviste que ver esto Bongo un jueves
Y conocer a Bety Maru Marta y Abelino para irte lento un viernes.
Y el sábado nos fuimos al río para celebrarte necesitamos sepas
Que al enterrarte bajo el naranjal no te despedimos
mas bien te plantamos bajo cielitos redondos y dulcecitos
por eso dormite Bongo que ya vamos.

Solo esperamos no te ofendas si te usamos de mesa
para nuestrasconversaciones o si de pronto ves desde abajo
que la tierra es un mantel de risas de estrellas y de migas
no te ofendas Bongo si te plantamos a los pies tendidos del atardecer
es necesario sepas que te abrazamos con la sal
que duerme en el durazno de cada uno de nosotros tus hermanos
con la alegría que entendemos los perros que nos quedamos

cuando te cruzamos del otro lado del cielo en este rincón de pasto
que es un secreto ciego sordo mudo
tan mudo como la lectura de este poema que leemos
con una voz mas baja que el silencio
nosotros tus hermanos necesitamos que sepas Bongo
que tu sombra es una luciérnaga que nos espera en la oscuridad
pero aquí estamos hermano saludándote
en el sol del mientras tanto.

martes, 16 de octubre de 2012

Lluvia de lunes negro
tu agua desnuda su repetido talón de ausencia
la entrepiernas florida de una primavera de uvas
y la noche convierte cada hueco de silencio
en un bosque de albahaca que inunda de tinta roja la sangre

lluvia de lunes negro envuelto en horizontes de sábanas
que anticipas el verde de su cuerpo en madrugada
despierta las cigarras con tu calesita de viento
ayuda a los árboles...

a quitarse los zapatos
para que con su lengua de agua subterránea
absorban este hambre sediento de sol
de niñas y niños que no conoces
que no conocen las plazas donde hasta las palomas son felices
los históricos cuerpos de pan dentro del pan del olvido
hacia donde vamos mojados en leche

lluvia de lunes negro 

tu cuervo aúlla dentro del acordeón de esta noche arrugada
que es una boca de tierra una ventana  
donde hierve la carne lejos de su carne
los pies a mil jardines de sus pies
esas semillas que funden planetas y santifican infiernos

lluvia de lunes negro tú sabes que tu agua desnuda
hierve en un volcán de peces
temerosos de beber del arco iris levantado de almidón
bajo tu sombra donde acecha el fuego
este fuego que se deshoja en pequeños pétalos de albahaca
mientras cada cual en el rincón de su cama peina el miedo
frente al espejo del temor se quiebra incluso la rima
y una hormiga se infla igual a un elefante

lunes negro de lluvia clara detén ya
esta procesión de octubre
donde cada cual reza a su amor
hincado en su propio cementerio
ya celebramos el entierro del invierno
y nadie le llevó flores salvo la primavera 

que explota sin vergüenza sus ovarios 
sobre los restos de la madera vieja
demos un paso no nos quedemos
en el capricho infantil de ver llover 

cada cual su tibio mar de pudor

porque en este mundo sólo los muertos
pueden decir de qué se trata el paso del tiempo
ellos adelantan las horas en tu ausencia
no ves acaso el anticipado fosforecer de nuestros huesos
los árboles detenidos 

no son no mas
que lágrimas petrificadas de la luna
en esta noche que encierra a cada uno en su noche
y cada cual en su noche es un valle de albahaca
y cada cual en su noche es un torbellino de estrellas


espuelas para el potro de un destino que galopa
en la espalda de la primavera 
cae la lluvia muerta y la distancia es mas distante

en el repetido talón de tu ausencia
chorrea este lunes negro iluminado de lluvia
entre sábanas de vino
duerme sus labios la primavera fatal
lo sé
es la estrella que es cada uno
de polvo
de luz
de eterna madrugada.

(de este martes que también parece ser hermano de la lluvia).

miércoles, 10 de octubre de 2012

Cuando feliz


El día está emplumado de amarillo en esta espera feliz
por el trazo sonriente del pájaro negro 
que con sus manos de raíz cierra los ojos 
en la hora en que el 

mármol se distrae en río
en su ombligo azul se incendia la risa
del sueño que dormimos separados
porque los perros caen en primavera
bajo los pies del árbol donde duerme la cabeza el sol
el hombre apenas el hombre la mujer
sin penas la mujer sin penas el hombre
con los contornos de la sangre en un hueco
se acerca el pájaro negro y aquí la sonrisa
porque al menos se intentó este azul
de interpretar la muerte en la flor y el infinito
intento de juntar las manos a pesar de los años
el compartir callado un atardecer furtivo
el amor supo escribir en un cielo negro
sencillamente silencio
los libros duermen a reparo del viento
aquí alguien sembró de dientes la fruta negra
tierra adentro
el cielo es de una lluvia púrpura
la llave de la puerta mas honda
descubre un secreto sin palabras
no fue posible sembrar un grillo en su estrella
y aquí en la muerte la flor se diluye
con la lluvia tierra adentro
envuelto en el mantel de una casa vieja
masco el dulce verde de nuestro patio pequeño
pájaro negro flor blanca abrigo
pájaro negro blanca flor del limonero
sé que en tu vientre de siervo duerme el león
y el ojo de la estrella es esta pequeña luz
hermana mariposa
al fin este día de pan en la borra de tu sueño
sed de este desierto de agua sin mar
donde vuelvo vivo después de tanta muerte
resucitado después de tanto tiempo muerto.

sábado, 6 de octubre de 2012

Bolivia
   
No puedo alcanzarte y sin embargo te toco
en esta forma de dialogar contigo sin palabras
con la tristeza carnavalesca del charango
que ríe hacia afuera en polvaredas
y llora hacia el inetrior de las montañas
cargadas en los lomos de tus burros
y las espaldas curvas de tus mujeres
por cargar niños y comidas,
casi siempre más niños que comida.
 

Por el mar que te han quitado
hasta tu suelo te duele Bolivia,
tus rodillas de sal clavadas en el cielo
donde ya no caben muertos
en el vientre de tu tierra
hambrienta y descalza,
ahora es cuando golpea el puño de tu sangre
 

abres tu mano y un niño de madera llora
es este charango desde el árbol
con la electricidad del trueno que defiendo
porque no es consuelo el frío de Europa
y sus eléctricas sirenas de falsa plata
para este tesoro enterrado del sentir.
 

Porque la revolución no podrá ser profunda
si no da con la raíz del agua y la danza,
fallecerá si pretende ser sólo política
por eso hay que tocar palpar tu música
de diez cuerdas donde chilla en aguayos
el dolor de toda América,
es esta mujer que espero en el espejo
hundido de tu lago
y tu isla de Sol y Luna de amaranto

mientras se tapa el frío con el cuero
de seis perros uno de ellos Bongo
porque así se hizo llamar Ernesto
a quien multiplicaron igualito al fuego
y no fue por su pelo de pasto seco no,
sino por su fusil de revivir hombres muertos

y aquí la interrupción de tu sangre Bolivia,
tu música que es abrir un pájaro dormido
con una piedra afilada
al borde del atardecer que sangra maíz 

sobre el color de la tristeza de un cabrito
perdido en el silencio de esta noche de tela,
te siento igual a un trueno
en la boca de Luzmila y los colibríes en las manos de Centellas,
en la intimidad de mi casa lejos de tus casas
arrancadas al suelo y la piedra
como un sueño de agua
te tengo aquí conmigo Bolivia

en tu barro borracho de ojos ahuecados
y en los rostros afilados con las manos
de las mujeres que nunca fueron jóvenes
y en los caminos dentados que mastican hombres
y hacen gárgaras con el río allá abajo
con el pesar de la historia canta
habla Bolivia
en el silencio de su noche eterna.

miércoles, 3 de octubre de 2012



Esta soledad sin arquitectos, reglas ni parámetros
llegó una tarde de barro arrastrada por un río calmo,
era una vela traída por una viuda
con la mirada de un santo

y fue un hijo en la noche que despierta exaltado
por un extraño sentimiento de muerte
y alumbra una semilla antes del parto
con su canto de madera
el pájaro estremece al árbol 
cuando la luna delata al caracol al platear su camino

brota esta hermosa baratija de flamenco
que viaja sin descanso por el mar desierto
sin testigos, sin distancias, sin aliento
esta soledad rosada y rauda
hermosa y sorpresiva como un viento

un viento de enredadera
que golpea en la campana 
y atrae ángeles con un martillo de silencio
cuando te fuiste Eras sin boca 
porque yo te besaba en laberintos de palabras
donde paseabas con dragones de hielo en los bolsillos. 
Es tarde para decir tarde porque ya es de noche 
y aún te escribo por no buscarte

Porque escribirte es acercarte 
desperezar el llanto en el niño risa
reír amarillo parado en la lengua del canario
recordar chiquicientosmil futuros,
renombrar lo gastado, 
dar con la estrella de tu mano 
que alumbra el piano del silencio, 
subrayar con un tallo las ideas secundarias
las pequeñas estaturas,
visitar al ángel cerrajero y que al fin 
abre al espanto del redondo punto final
sin testigos, sin distancias, sin aliento.
Esta soledad rosada y rauda
hermosa y sorpresiva como un viento.

martes, 2 de octubre de 2012

Definitiva


Porqué escuchas los pájaros huecos que te arrastran
hacia el hueso de la soledad en que están enterrados
y se llevan la primavera tormental
atada
tu mujer
no lo permitas
que duerma hasta el final con el polvo de Catamarca que pusiste entre mis dientes
tener que taparme la boca con una paloma y ver el cielo volar sobre la calle de tierra
lejos de la ciudad donde la noche deja caer sus rejas
y los sentimientos se encierran en la cárcel del pecho curvo
si ya en las esquinas sin plumas los perros duermen doblados de frío

hace tiempo en el barrio estallan disparos se encienden sirenas
existen los recortes no es que quiera afilarme en ellos
pero el asfalto raíz de ministerios nunca tuvo oídos
para sus hermanos de frontera
y no es por susto este sentimiento de ser tu hermano menor
sin vergüenza pero sí con estatura
ocurre que mientras la rutina les inflaba la panza de perpleja y aburrida satisfacción
y crecía la renta nacional y los profesionales se estiraban de alegría
por un pobre aumento de espuma que prometía ver el mar a fin de año
aquí a los pibes se les retorcían las tripas y las manos
por encerrar el cielo en una bolsa de poxirán

palpo mis costillas al pensar en ti
aquí la cárcel del alma tiene por almohada el estómago
veo ahora que estos barrotes no son tallos
y que los ángeles no necesitan bicicletas amarillas del color de las flores
porqué detienes tu elefante con palabras
si el amor no se rasca con deberes ni consejos
porqué escuchas a los cuervos que te arrastran
hacia el hueso de la soledad en que están enterrados
llevándose la primavera roja tormental
tu mujer
no permitas que te quiten las hojas del pelo del otoño
ellos no tuvieron de testigo el invierno en nuestras manos
cuando fundamos islas y pusimos la luna sobre el lomo de los escarabajos

aquí te ofrezco la mano masculina de tu niña
para tapar tu cuerpo con una sonrisa
acerca a mi destino tus pies para que pueda caminar la mujer que llevo dentro
hacia el ejército de hombres sin libros ni guitarras
a quienes de grandes cortaron sus ramas
para que no suban su niño a los hombros
sólo dame cien años para confundirlos con abrazos
fusilarlos con el plomo de los besos antes de traer mis hijos
las semillas laureadas en tardes frutadas

que la convicción de nuestro amor son estas compañeras de árbol y leche
congregadas en una asamblea de brazos
hacia el crepúsculo antes que las atrape la noche definitiva
que no es nuestra vida pero sí una manera de quitarle del rostro la sal al futuro
para que los niños y niñas no tengan que llenarse la panza
con pescaditos de harina que se ahogan en el hambre
toda la vida
es aquel beso en la cocina el abrazo al borde de la escalera vacía
al interior del corazón precipitado a tu seno derecho
y la pampa de tu pecho replegada en este bombo

la pelea para saber quién se es
la lectura horizontal de Redoble por Rancas en tu voz ondulada
de cuando éramos descalzos
y el reloj se volvía lento y espeso por tanta humedad
como un pájaro que intenta volar en la sangre
de los hombres y mujeres asesinados que levantan la palabra
y se desnudan en risas bajo tierra porque tu nombre y mi nombre
no andan trenzados de los labios
pero no de la escritura infinita que corre por las rejas del alma
y vuelve al polvo donde la última vez gritó nuestro amor Catamarca.