martes, 20 de diciembre de 2011

Pequeño paraguas


Cada vez que te veo volver
desato una nube
construyo un barco de papel
froto mis manos
descuelgo el paraguas.

Los ojos grises del cielo anticipan
que la lluvia salada desembocará
en tu boca de tormenta.
Desde hace tiempo no ríe
tu corazón nublado, y buscas un paraguas

donde limpiar tu cuero de barro,
sentimientos hambrientos de basura
desparramada por este perro.
Y llueves para curarte
pero ya tu tierra está herida.

Entonces te acercas, harta de lluvia
hasta este cuerpo desierto, sin llanto
a humedecer de recuerdos las flores de nuestro patio.
Pero bajo mi paraguas ya no hay lugar para dos lluvias.






lunes, 12 de diciembre de 2011

Libertaria


(Este texto está siendo publicado con suma verguenza, no convence por ningún lado, lo corregiría incansablemente, pero tiene diez años y es una forma de hacerse cargo y asumirse, en honor a "El Principito", si uno aprecia la memoria y no reniega de quién fue. Tiene además adentro ese "maldito gusanito" que pudre tantas veces los textos y se llama "memiyo". Muchos me, muchos mi, muchos yo. Ni qué decir de las horrendas súplicas del final).


- Hoy para mi suerte la noche te presenta. A pasado tan ancho y largo tiempo que no recuerdo cuando fue la última vez en que te libraste del cansancio de esperarme. Hay una ventanita que se descubre cada vez que amaneces; una mano que acaricia las cuerdas y entonces me escucho.
- Aquella remota vez que descendí hacia vos mi cuerpo sacudiste tus represiones, y entre el refriegue inmaduro de tu cuerpo y el latido infantil de tu corazón cantaste tus verdades.
- La impotencia cautiva se libera con el aclarar de tu presencia. Mis secretos se revelan frente a tu retórico cuerpo que se manifiesta como atractiva pregunta. Callo ante la gente donde la soledad se presenta como fatalidad en mi destino. Sobrevivo a ellos y a su artificio de mentiras, absorto en la melodía que grabó en mí tu figura.
- ¡Vuela conmigo! ¿no te produce miedo la infertilidad de tu alma?
- Frente a proyectos de vida que se condensan en sueños fugaces, pantallas liberadas y libros enceldados, pájaros privados del cielo y la dignidad de verte, el escepticismo de cara al trajinar moderno lo resguarda. … ¿Cómo pueden emanciparse llorando criaturas como vos entre tanta virilidad suelta?
- La libertad brota desde adentro, es la piedra angular del autoconocimiento y en esto coincidimos. Basta concebirla en el espíritu y ser perseverante… su emancipación es tardía pero al fin, dolorosa, la flor se libera. Pero no intentes dispersarme, ¿qué te ata a esta tierra?
- Puedo desligarme del sueño limpio de ser padre dado que considero que el mundo, descuidado y maltratado como está, no se encuentra en condiciones de cuidar, regar y proporcionar suficiente sol a mi renacimiento. Yo en cambio puedo transcurrir, a esta tierra no pueden encadenar mas que la carne… la gente cree verme cuando en realidad vuelo hacia el interior de mi pensamiento que incansable te busca.
- ¿Y cuánto me necesitás con lo mucho que te querés?
- Más que la luna del verso lobuno y el firmamento del vuelo de las aves. Con sólo decirte que cuando me alejo de ti sufro una conversión metafísica. Sobrevivo entonces como dualidad absoluta, cuerpo terrenal y alma celestial que busca sobrevolar tu universo platónico. De suerte que aún sabiéndote lejos mi pensamiento te toca y la nostalgia con sabor a nuez que te atesora y a tu imagen obedece hace que emerjas entre lo incierto, aparente e inconsistente del paisaje. Como la música que escucho, te abres paso con tu armonía en medio de la disonancia. A tu alrededor el mundo revela sus imperfecciones y se torna un lugar superfluo, sucio e inseguro; de ahí que la mayor protección la descubra en mi interior, jardín donde te conservo. Tiempo atrás, por asociar el infinito con lo recóndito de tu cielo, me arrugué por buscarte entre planetas oscuros y estrellas fugaces.
- Sin embargo de cuando en cuando te alejas y la gente te retrata sonriente como un querubín…
- Sé de tu llegada. El pájaro en cautiverio se acurruca en su cantar, mas nadie entreoye sus matices de lamento.
- ¿Y por qué extraña razón tu pensamiento se ausenta de ti durante la noche?
- Todo esclavo aguarda para escapar que se desplome la luz. Mi anhelo hacia vos es desmedido y se desboca a tal punto en el inconciente que tímido e inseguro de sí mismo, sólo se atreve a volar en la penumbra.
Hoy que para mi suerte la noche te presenta,  te encuentro y me descubro. Retorna a mí nuevamente. Hay una ventanita que me descubre cada vez que amaneces; una mano que acaricia mis cuerdas y entonces me escucho. Mi palabra cautiva se libera con el aclarar de tu presencia…por favor, no me abandones entre la gente, que la soledad se proyecta como una sombra fatal sobre mi destino.
                                                                                                                                   
                                                                                                                                         Febrero de 2002.


                                                                                                       

martes, 6 de diciembre de 2011


La flor del cactus se cerró para que no se le meta la luna dentro. De regreso contaron las estrellas que titilaban en el piso, recostada la sombra, escucharon los grillos silvarlos desde la misa de rosarios trazados en la altura. El silencio iba detrás de sus voces y ellos detrás de un borracho que pateaba un bombo. Los besos retumbaban en el parche del cielo. Pasaron riendo sobre el puente donde en lugar de agua corrían mulas tristes. Algunos chicos rompían piedras buscando  pecesitos esqueléticos que habían quedado boquiabiertos por ver la lava llegar miles de años atrás. Los tomaron entre las manos, en el aire, aletearon las primeras gotas de lluvia violetas, verdes y azules. Al llegar a la primera esquina la cuadra estaba inundada, treparon al tapial, las colas al cielo, y corrieron en cuatro patas hasta saltar al otro lado de la calle. No encontraron un hotel  y en el camino afiebrado de la noche, los árboles cuchicheaban con el viento. Las lechuzas que los vieron pasar los recordarán por siempre. En la redondez de sus ojos durmió aquella noche la cuna del niño que podrían haber tenido.
Se sentaron en las plazas donde habían querido besarse y no habían podido, por simplemente burlar el destino, los músicos tocaban canciones que iban a escuchar años después rodeados de velas eternas y vasijas de mil barros. Durmió solo esa noche sobre la piedra donde moría la luz de la ciudad, en el sueño de dormir abrazados y temblar de calor en una cama sucia y baja, que tendería el silencio con las manos de un viejo que peinaba su gallo antes de sacarlo a cantar. En el aljibe de la casa donde paraban dejaron caer dos no me olvides trenzadas. Las tardes amanecían. Los mediodías anochecían. El tiempo había trocado agujas por caricias en la risa apocalíptica del amor al borde del incendio, se hicieron cosquillas con los pies debajo de los brazos. La siesta tejía el sonido perfumado del arroyo colorado. Hundieron los pies. No dejarían en adelante mas huellas que las de sus cabellos al viento de los sauces, el tono de la voz afinando hasta el silencio, la mirada puliendo las piedras, arreando ovejas nocturnas sin doblegar los corrales de la humedad, habitando los espejos que en el cielo colocan los ángeles que siembran los rosales del ayer.

En memoria de un verano en Jujuy hace como seis años.

martes, 29 de noviembre de 2011

Poder sin palomas


… y que le voy a hacer si me falla alguna pieza por creer que la belleza no se rinde ante el poder". E. Aute.

Se escribe para describir o se escribe para transformar. Vistos desde esta perspectiva, el poder y el arte resultan irreconciliables. En tanto para sostener el orden el poder trabaja por el  consenso, para lo cual es necesario la igualación del significado, el arte trabaja con el sentido de lo disperso.
Los límites para la construcción de un espacio social más humano que dispute las imposiciones de sentido que ejerce el poder sobre la realidad, incluye el poder de decir lo que se debe y puede decir. Nuevamente, estas imposiciones recaen sobre el orden del significado y de la forma bajo la que éste ordena el mundo.
La poesía, en contraste con el poder, ni siquiera comparte su modalidad de hacer discurso, que se manifiesta como texto, y que es la manera en que se nos enseña el mundo desde muy niños. No representa al mundo de manera lineal. Su estructura, al igual que las artes visuales, es un cuerpo que se extiende en el espacio y no en el tiempo. De aquí que se reduzca su lectura del mundo a pura imaginería, aunque el mundo así como gira se haya reducido a un conjunto de palabras y angustias que al poder no duelen y por lo mismo le es imposible cambiar.
El poeta se ha caído del mundo, enamorado del aleteo de las hojas y la mirada de las palomas, del amor crítico y virulento, mas nunca ordena qué es lo que se debe pensar; elige otro barro con qué levantar los sueños y las voces, las palabras de primavera e historias de invierno que inventan los hombres. Un trastocador de sentidos que trabaja más para la belleza que para la corbata, con un lenguaje y una estética difícil de penetrar en la racionalidad del poder, de templar su sensibilidad.
No se debe afirmar sin embargo que para torcer esta realidad de piedra baste con cambiar o reordenar algunas ideas. Pero un buen principio puede ser comenzar a leer y reescribir el mundo con el carbón de los lápices por incendiar nuevos árboles. 
No hay un lenguaje mejor elaborado que aquel que se realiza en miras a la satisfacción de necesidades para las que fue creado. Pensar que un lenguaje es “mejor” que otro, moderno o primitivo, evolucionado o superador, equivale a masturbar al poder con su juego perverso. Entonces lo fenoménico se resuelve en términos absolutos, blanco o negro, atrás o adelante.
No se puede omitir la maquinaria cultural puesta a naturalizar una forma indistinta de abordaje para contenidos diversos u objetos distintos. El modo en que se los comunica condiciona la articulación y enlace con al realidad. ¿Qué dispositivo permite que una reforma laboral sea expresada más claramente como informe que como poesía? ¿Qué mecanismo nos hace pensar que el informe es más serio, verídico? No puede ser otro que su gramática y, antes, su asiento en la historia. El hombre se rige por reglas y de las reglas depende el significado. 
Sin reglas, el hombre no es más que un lobo devorador de mundos, un pirata fabricante de sirenas. Sin la imposición del significado sobre la realidad los objetos del mundo nos desbordarían, los hombres con sus atribuciones de significado no generarían mas que caos, cero consenso.
El poder, se dice, está en todos lados. Se han cansado de decir "el poder es microfísico, capilar". Y eso lo despersonaliza. ¿Entonces no hay responsables? Pongas a éste o saques este otro, no cambia nada. El poder no tiene cara. El poder regulador de la realidad se representa mediante textos, conjuntos textuales estructurados, llámese crónicas, informes, gacetillas, anudadas en el tiempo, acumuladas a lo largo de la historia. Redactadas por sujetos. No por poetas sino por sujetados.
Las instituciones con sus textos no poetizan la realidad, mas bien la tuercen y, al realizarla, la desrealizan hasta la costumbre. De hacerlo, se vería trocar un lenguaje por otro, dispersar el sentido, compartirlo, humanizarlo. Lejos del armado del texto, que "apunta" a lo literal pero "dispara" a la metáfora, se deberían metamorfosear los usos del lenguaje naturalizado. No se trata de inventar un lenguaje sino de "entrarle" por otro lado, así con el amor y las relaciones humanas, darle su propia impronta, echar raíces y alas al estilo; cada cual tiene sus colores, sólo hay que saber combinarlos, nadie enseña a los niños a ordenar los colores y sin embargo los armonizan naturalmente al no prestar atención a cómo se comporta el resto.
Describir es conservar. La importancia que otorga el poder a la forma descriptiva del uso del lenguaje cuando no a su función transformativa, no se debe a que la realidad se exprese o hable mejor a partir de "ese lenguaje”. La realidad carece de lenguaje cuando no de metáfora. Si así fuere, no habría en el derecho cosas que están puestas del revés y que sólo situacionalmente, en la sala de un juzgado por ejemplo, pueden redireccionarse.
Es que el lenguaje formalizado, limpio, claro y distinto, sin ruidos en el significado  y fantasmas en sus imágenes, pero también sin pájaros ni lluvia, carne ni sangre, se parece bastante a la televisión; tiende a reducir todo a su propia naturaleza, y al presentarse como un medio y no una herramienta, dice clarificar, “representar”. Supone que a mayor desentimentalización, mayor grado de objetividad y transparencia. Entonces “lo que no se dice no existe”; desde luego, siempre que no se respeten las reglas impuestas por lo que se considera el uso “adecuado” del lenguaje. Ocurre que alar palabras, soñar con otro mundo o escuchar el llanto de las palomas en la risa de los niños no es para cualquiera. Al menos para el poder así como está.

                                                                                                           2006

martes, 22 de noviembre de 2011

Piel adentro

Esta es la hora en que tu ropa se marchita en el suelo
y yo comienzo a echar raíces por tus flores.
Afuera las estrellas se arrebatan
mirando por la cerradura y preguntan
¿qué hay del otro lado que se asoman plumas?

y los grillos pestañean
se encienden las orugas
y sueñan los sapos
con hacerle el amor a las jirafas,
y echarse a masticar alitas de mariposas
panza arriba de los camalotes.

Como viaja el amor con el hombre a cuestas.

Este es el minuto en que tu cuerpo
irradia reclamos y rayos de canario,
sugiere las preguntas de los astronautas que perdieron la cuna del espacio
y el cielo es un mar detenido
donde se ahoga la luna en su carne sin fondo.
Sobre la pollera de Dios baila el mundo

y tu cuerpo humedece hasta el silencio

en el segundo en que por tus ojos los días pasan azules
por mirarlos me vuelvo verde y por el verde trepo,
y se me da por esa memoria que por momentos es gris, a veces roja,
empuja la hamaca desde atrás
y la calesita del hombre hacia el eterno bailar. 

                                                                                                      2008

martes, 15 de noviembre de 2011

Marimar



No existe ese azul llamado tristeza. No busquen tal cosa.
Los árboles inventan sus nubes y tormentas
y en los picos de los pájaros,
se aprietan
los nidos, los frutos
que alguna vez en la copa estallaron como alegría entre las manos

mientras los hombres pierden tiempo en salarse el ánimo
los años se cuentan en anillos de madera,
giros de luna alteran los mares,
trazos de estrellas encienden los planetas,
otoños y primaveras hierven en volcanes de palabras,
veranos e inviernos bocetan el destino de las frutas y las abejas.

Cosa muy distinta es que el mar esté lejos, ella esté lejos
el mar rodea su cuerpo con su brazo de fuego azul
y en sus ojos de mar, lejos
navegan barcos muertos

dentro de uno de ellos, lejos
un hombre se ahoga en la boca de una mujer
porque es aquí donde se pueden olvidar los sueños, perder los zapatos
la historia,
es un hombre dentro de una mujer y así sucesivamente.

Desde otro se lanzan redes tejidas con su pelo
contra el hambre
silencioso laberinto de los niños que flota en el mar cotidiano
que llevamos dentro
lejos
el sol flota 
en los ríos azulados de su mar
en la cuna de su pecho circular
no existe la tristeza, vean,
yo les presto esta mujer con que sueño para que rían con ella.

martes, 8 de noviembre de 2011

Alguna vez


Era un niño pequeño como el cielo el mar o el fuego.
También su padre fue tan pequeño como una montaña hinchada de sueños.
Juntos crecieron en el silencio de lo inmenso el niño, llevado por su agua, elpadre, 
abrazado al barco soplado por el tiempo, creció enorme y hambriento de alegría
y asustado por el filo del miedo, la muerte llegó temprano como llega cada enero,
aquel día el cielo de tan hermoso parecía un  perro con el pelo revuelto
remolino de fuego que envuelve el mar,
y hubo que retirarse al alma con sus montes cada tarde,
entre los árboles de la risa el camino de regreso es estrecho
 y gris cada latido en el pecho pequeño cielo enredado donde sopla el mar y el fuego.
Soñó con cantar en el arroyo aquel, supo que existe, antes de irse
para siempre a volar con los pájaros, trepó a los árboles por  las ramas de los hombres,
volvió a la vida con su color, rosa y violeta como un pichón
y el atardecer transparente, casi de piel, la vida asomándose al nido de su madre
pensando desde lejos dónde andará mi niño, donde la risa animal de su padre,
es ahora un caballo al galope, la sombra de un relincho, pájaro en el árbol del olvido
que abraza con las piernas el vientre colorado de su caballo perdido,
su hamacarse en el camino, el paisaje en el espejo de sus ojos
solamente roto por el canto de algún ave amarillo y su olor a sal,
a flor de potrillo que atraviesa aún el tiempo agualito a un cuchillo,
vuelve entonces la sonrisa hecha con el barro, a orillas del arroyo
pasa el viento a caballo, le parece que es su padre quien pregunta 
¡madre!, ¿dónde encuentro a tu potrillo feliz  que relincha como un niño?
                                                                                                                                                           

                                                                                 

martes, 1 de noviembre de 2011

Bolivia



No puedo alcanzarte Bolivia y sin embargo te toco
en esta forma de dialogar contigo sin palabras
con la tristeza alegre del charango
dormida sobre los lomos de tus burros
las espaldas curvas de tus mujeres
por cargar niños y comidas
casi siempre más niños que comida
por el mar que le han quitado
Bolivia debió alquilar un cielo a pagar con sal
extraída de un sueño
pues ya no caben más muertos en tu cielo Bolivia
y vuelven al vientre de tu tierra hambrientos y descalzos ahora
se escucha el silencio de tu sangre que corre por los tiempos 

en el silencio de esta noche en que te siento igual a un trueno
en la intimidad de mi casa lejos de tus casas
arrancadas al suelo y la piedra
como un sueño de agua
yo te tengo aquí conmigo en el silencio de ojos ahuecados
y tus rostros afilados con las manos de las mujeres que no fueron niñas
y tus caminos dentados que mastican hombres
hacen gárgaras con el río allá abajo
canta
habla Bolivia
en el silencio de tu noche eterna.

martes, 18 de octubre de 2011

Metaforizamor


                                                                                   

Metaforizamor canta y se baña en flores de alcohol,
por miedo a perder registros regaló el televisor.
Con alas de mariposa alas color dolor
en su cuerpo como un niño llora escrita una canción

pequeña virgen de pies de barro
Metaforizamor es impuntual como el amor
¡Renegao de toda ley! le achacan,
regalao de amor en amor, Metaforizamor!
Pero no por carne de metáfora cae en la confusión.

usa corona de metáforas y no tiene verguenza en pasearse
con los niños de cartón como sus alas y perros
carros, caballos y juegos,
remolcadores de sueño viajan junto a Metaforizamor
a metaforizar el sexo y el mundo
enseña Metaforizamor, mas nunca tu corazón
que es uno solo, no busques dos,
te guste o no te lo hicieron de papel y de almidón

¡ay de las palabras de algodón que grita y moquea metaforizamor!
no hay mejor orden para el mundo
que el juego de los niños donde las reglas para las palabras
las regla el amor pues mide y rompe aquellas que nos dieron de piedra
pero eran de algodón
río adentro hay una calle, la calle de los pétalos de arroz
Si estás perdido y lo ves empapelando el mundo con su párpados
se conoce por su lengua multicolor y su corazón de animal torvo
que es uno solo no busques dos.
          
                                                                                              2008
                         

miércoles, 12 de octubre de 2011

Trasplantar




Antes de cortar las flores del jardín con los dedos de los pies, la tía Paz se pintaba las uñas a tono con los pétalos cuando los sapos croaban en sol menor al ritmo de las luciérnagas. En su patio de humedad, veía el hacha de la noche caer sobre la cola de la tarde para llevarse a la cama el atardecer apretado entre las arrugas de las manos. Las rosas, decía, al ser cortadas con tijera sufren una leve contracción por el frío del metal y no así por la tibia violencia de las manos; de la misma manera cuando se las trasplanta, el rosal estalla en sangre y aroma a vino si se canta mientras tanto, pero retrasa el parto del color y el tallo del atardecer si el trabajo se hace en silencio.
La vieja llevaba los pies metidos en unos zapatitos negros similar a dos escarabajos de tan lustrados y que ajustaba con una hebilla por sobre el empeinde, de forma que parecía llevaba dos albóndigas debajo del cancán. ¿Te conté la historia querida de...? Si tía. Bueno, no importa, te la cuento otra vez. Y mudaba personas de tiempo y lugar como si se tratara de plantas. En el desorden de su discurso, la vieja jodida de su madre como toda vieja que había pasado por la guerra, era una mujer brillante. Ahora, ¿se puede negar un discurso fundamentado en la experiencia? Si. El haber vivido otorga la libertad de hablar, per o no de torcer la interpretación. Si esto no fuese así existirían motivos para florearse con palabras frente al otro, estrategia condenada al fracaso dado que nuestra imagen nunca se duplicará intacta en su interior sino que se deforma en relación al espejo sobrecargado de objetos, figuras, vivencias, sueños, alegrías y memorias que se lleva dentro. La coherencia en el discurso depende mas de la posibilidad para simplificar la palabra que del nivel de complejidad para el asombro. Por este motivo, mediante el evidente desgaste de la palabra “amor”, cuánto mejor puede resultar una invitación a observar las estrellas en silencio bajo las sombras que surcarán mañana otras tierras oscureciendo cementerios, refrescando ríos y molinos, volviendo de ceniza tu pollera, tus manos, las mariposas y los rostros, convirtiendo las golondrinas en murciélagos, la sangre en olivos y el corazón en una casa incendiada con el esqueleto de tu compañía bailando dentro, por no trasplantar en cambio las palabras al campo académico donde todo se enfría y escribir, por no poder hablarte al oído, que por exceso de saturación emocional la inversión de la piel ha constituido el cielo vaporoso que te invito a observar con la poesía rigurosa y metódica de quienes desertan de la facultad de astronomía.
Estas palabras que por su baja expresividad pueden irritar lejos de dar con lo buscado (¿la planta de tus pies cargando con el césped de tu infancia?, ¿la trasplantación al patio de mi casa del faro que te encandiló de niña?, ¿el objeto perdido en la selva de tu cajón que ayer encontré debajo de la cama?), no pueden progresar hacia un esclarecimiento o evolución si no logran pronto cambiar de tierra. Las lombrices californianas, las mas buscadas para la renovación de la tierra y que quizá también purgen de las malas tintas y palabras, se acercan bastante al ejercicio de resistencia en que caemos las personas que después de tragar desperdicios de otros sin límite, nos encontramos asqueadas para cuando logramos dar con tierra para echarnos a descansar. No es difícil adivinar en una sonrisa o una mirada las malezas que esconde el corazón, y no todos podemos abrir la puerta del fondo del jardín para que entre el geranio.
Si la corteza terrestre no ha terminado de elevarse o deprimirse bajo nuestros pies; las cadenas de montañas se están elevando todavía en nuestro horizonte; el mismo mundo orgánico no cesa en la superficie de su gran ramaje de hacer germinar nuevos capullos; lo que una lentitud extrema llega a realizar disimulando un movimiento, ¿porqué no lo realizaría asímismo una extrema pequeñez? Sin embargo, nada parece indicar que suceda así.” ¿Y qué hay de la trasplantación espontánea, autónoma? Las personas nos movemos para no secarnos, o nos morirnos para no pasearnos secos. Hay un tiempo para la flor, eso es seguro, y también para romper el carozo y multiplicar la semilla.
¿Qué hay de la lluvia creciendo en el bosque del cielo?, ¿dónde comienza el brote de una gota? ¿Cómo acercarse a la flor sin que pierda su color?, ¿cómo pasar por las personas sin sonar a palo hueco?, ¿cómo tender una madreselva de palabras sobre lo innombrable, una enredadera de caricias sobre lo intocable? Hay plantas que mueren al ser trasplantadas y hay personas que necesitan cambiar de tierra para seguir respirando. Y así como hoy se puede trasplantar de ideología sin trasplantar el alma y se acabó lo de ¿qué hiciste anoche? Fui al cine con mi novia, ¿cómo que fuiste al cine con tu novia?, ¡el capitalismo no descansa!, y no porque se pueda estar por fuera de lo ideológico, lo cual convertiría al hombre en parte de una logia de lo idio, sino porque en ocasiones se lo utiliza retóricamente como instrumento para ocultar la ignoracia mientras se reproduce materialmente su adverso, siendo el resultado un discurso adornado de amapolas y violetas que florece en culos de perro.
Ahora, ¿es posible racionalizar la piel? ¿Se puede trasplantar un discurso acerca del déficit de la balanza de pagos en un discurso al interior del ombligo o en la antelación del bello púbico sin perder la coherencia? Lamentablemente no. Las claves para un elaboración de un tratado metafísico no pueden residir en el olor femenino que destilan las estrellas de mar. Además de estar partido entre la palabra y la acción, el ser humano y no ser planta o pájaro, se divide supuestamente en líneas cardinales que, superando el berretismoideológicototalitario que coloca a la izquierda en un plano netamente emocional y a la derecha en otro estrictamente racional, lo lleva a inclinar la cabeza en una u otra dirección cuando debe resolver un problema. Así se puede imaginar que la planta de habas haya sido hachada por el lado izquierdo para aislar la tierra del cielo. Por el trozo que se trasplantó bajo una nube desde la cual se supone descienden los ángeles, el cielo arrojó hasta ahora una sola mujer. Su nombre es Mariana.
El culto Mariano es el fundamento del machismo por adoración e idealización a María, lo cual convierte a Mariana en un ser resbaladizo, volátil, huidizo. Quizá esto la explique a pesar de que ella lo niegue o desconozca. El has de los tontos anda brindando a Mariana su tierra para echar raíces sin conseguir siquiera hasta el momento que crezca un tomate, viendo así que trasplantar a Mariana de esta condición no es fácil.
La vida y actuación de María se conoce por los Evangelios de la infancia. De acuerdo a estos documentos, en el momento de la Anunciación en su casa de Nazaret estaba desposada con un varón llamado José. Sin embargo, por antípodas de la historia, el destino de quien persiga a Mariana parece estar condenado a deshojar la soledad. En relación a la teología cristiana, a lo largo de la tradición católica se designa a María con el simple título de Madre de Jesús, pero su designación de Madre de Dios se encuentra defendida por San Hipólito y definida en el Concilio de Éfiso por razón de la unión hipostática del hijo de Dios con la naturaleza humana. Esta última designación es defendida por  quienes en vano la esperan al despertar y antes de acostarse, con la diferencia que el culto que profesa a Mariana no consiste en manifestaciones exteriores tales como sacrificios, procesiones, cantos u ofrendas, sino en malescribir poemas en su memoria.
Mari también es la ciudad antigua en la orilla derecha del Éufrates, actual Tell Hariri, Siria, cerca de la frontera con Irak. Las excavaciones realizadas pusieron al descubierto materiales arqueológicos muy importantes para el estudio de la cultura mesopotámica. La etapa mas brillante de la civilización de Mari se desarrolló durante el período presargónico (- III milenio), y los restos arqueológicos que han aportado noticias sobre este momento son exclusivamente santuarios. 
Las aguas que pasan por Mari hacen crecer el pelo, las uñas, las plantas y el amor. Hasta su orilla se acercan en la noche los torturados por la guerra de Irak, a quienes los norteamericanos se divierten arrancando las uñas y el cabello, y las mujeres violadas se sientan en la orilla a curar su sexo, o entierran en su barro a los niños destrozados para que vuelvan a nacer a sabiendas que la trasplantación supone la posibilidad de que puedan renacer en otro país. Pero el aprecio sincero traza raíces mas profundas que el deseo o el sentido de propiedad sobre los cuerpos y personas, y quien entierre el nombre de la mujer que uno espera cavando un pozo y arrojando allí su nombre, debe saber que las aguas de Mari danzan con independencia del deseo y que el único sueño al que hace caso es su propio sueño.
                                                                                                       

martes, 4 de octubre de 2011

Liberar la libertad


Se ha invertido el concepto de libertad si millones de trabajadores son echados a volar 
mientras los aviones llenan sus estómagos de empresarios y aquí abajo en argentina
la seguridad se traduce en temor a la injusticia y votamos gavilanes con dinero
que no necesitan del Estado, o sea de nosotros. 
Si la libertad es sólo una palabra, entonces debemos reescribirla. 
Discutirla en las calles, entre copas, mates, sábanas y madrugadas, 
reclamarla en la tele, 
declamarla en la canción, 
retinturarla en la escuela, 
susurrarla en la iglesia. 
Si es que alguien quiere ser libre de no tener límites en las ganancias 
entonces, debemos reconstruir la consideración del otro que ha heredado la nada. 
Si la libertad en el juego asociativo del lenguaje permite confundir el comunismo con el consumismo 
y los universitarios utilizan el análisis económico científico de Karl Marx como receta 
y allá lejos el congreso yankee acusa de rojo al presidente Obama por sólo mencionar 
un seguro universal para la salud mientras se mata, roba y viola 
en Afganistán hasta los animales y piedras
y si nuestra libertad
tantas veces trazada por los ideales del norte ha sido desplumada 
por el hambre y el racismo, la competencia y el individualismo disecante del capitalismo, 
entonces, debemos fundar nuestra propia libertad. 
Una libertad más solidaria, microscópica y humilde que permita crecer junto al otro 
en cada respiro
se infla el futuro en la maraña selvática 
de profesionales, artistas, dirigentes, obreros 
que aprendieron desde niños a jugar al don pirulero,
pero de a poco y con las migas y guitarras y pinceles nos estamos acercando 
al cielo de la rayuela de la mano de los sueños que levantamos cuando aún no habíamos nacido 
y ya estábamos acá arando con los dientes la sangre para sembrar nuevos ombligos
desde donde ya se asoma el pie emplumado de una nueva libertad. 

martes, 27 de septiembre de 2011


Fotito de la amiga Amaia. www.flickr.com/photos/maite

Dos países enamorados a quienes los años separan
con sus fronteras de álamos germinadas en noches perdidas

dos paréntesis como arcoiris distancian los cuerpos
y murmuran palabras intraducibles a dialectos de paz o de guerra

dos notas superpuestas donde se compone nuestra historia
y en el silencio de la armonía la mas feliz melodía es ala mas simple

un río dividido por al espalda de un animal
que despierta bajo la tierra nuestro andar se desata y galopa

contra una edad a quien no importa si a lo lejos o aquí cerca el mar existe
o es que nuestros caminos se perderán en el desierto.

martes, 20 de septiembre de 2011

Julio



Esta foto es de la compañera del Frente Paula Tagliabue 
y fue sacada en la jornada del 21/09 en barrio Malvinas.

nde estamos.
En qué cementerio del olvido te enterramos.
En qué horizonte sangrado se apagará tu grito perpetuo
y esta historia del país por qué costado nos pasó.
Tarde o temprano los huesos van al mismo corredor
hacia el rincón de tu mirada sin tiempo
la de aquella tarde de sol
después de pronunciar las palabras justas
hinchadas de muertes que respiran 
como cuerpos inflados de sol
dónde dormirás en esta noche de la historia que narraste
de palomas bajo el mar
y pichones sin nido del olvido ni perdón
mientras al país le falta una generación
de dirigentes, niños y mujeres
hoy tu partida forzada es una bala
en el corazón del pasado
florece nuestro jardín de espanto signo atroz del futuro
que la ideología es el parto de la sangre
descalza busca calor tan ausente en estos días
la pregunta primera, la mas blanca se perdió. Dónde está el mundo
qué será de nuestros niños qué será de vos
Señor
mientras Marcelo vos y yo bailamos
Jorge Julio López busca un corazón.

                                                                                             2008


martes, 13 de septiembre de 2011

Reloj de fuego sin tiempo


Tu recuerdo es un campo 
sin alambres similar a un espejo
donde mis animales vagan sin rumbo
al interior de un reloj en el que no cabe el tiempo

los minutos
han mutado en charcos grises
cuchillos afilados por los grillos
en un viento orquestado por los muertos

para semejante viento
no tengo ventana
sólo dos agujas detenidas
en un cielo distante y adverso

la piel se apega al árbol
cuando tus alas sacuden el cielo
pájaro de tu vuelo soy
en el fondo de los días

y a lo lejos ruge tu recuerdo
como una piedra oculta,
fuego pequeño y blando
frágil y eterno.





martes, 6 de septiembre de 2011

Miedos varios





No es fácil sobrevolar la palabra miedo sin apichonarse en otras tales como ausencia, soledad, vejez, oscuridad, futuro, Dios y el cuco.  Este escribirlos no es mas que un intento tímido por espantarlos. Algunos, innombrables, son delicados como mariposas; otros, no obstante, aparentan ser incomprensibles como amor de mujer.

Miedo a la oscuridad. Que los ojos se apaguen y los rastros se pierdan. La temerosa incertidumbre a que la vida no haya servido de nada ni a nadie. No saber a qué se viene a este mundo de tantas carencias y angustias. Pasar como el arroyo; enredado, silencioso y confundido en un planeta de relojes donde la vida dura lo que el aleteo de un pájaro, el suspiro con que el hombre consume su infancia con la cara alegre del triste y esta sonrisa de payaso como un lindo artilugio para distraerse. Distraerse para no pensar equivale a matarse para no morir.
¿Es malo tener presente la evidencia de la muerte?, detenerse de vez en cuando en ella, cada mañana en que uno puede atarse los zapatos, salir al sol y respirar. Hay brillo al despertar, y la piel clara del animal que tengo al lado se respira como un pulmón para la vida.
Miedo a Dios y al cuco. Todos tenemos nuestro Dios y nuestro cuco, o varios. Aunque sus representaciones sean en la mayoría de los casos desencontradas. ¿Cómo es tu cuco? El mio es de estatura media, cabezón y lo cubre enteramente una sábana blanca que no deja ver sus pies, aunque sospecho que los tenga. He escuchado por boca de Claudio, un amigo, que su cuco es peludo. ¿Puede un cuco ser tan bolas tristes de arriesgar a que se lo confunda con el hombre lobo o el hombre gato? A lo mejor, el cuco es peludo cuando no lleva la sábana, vaya Dios a saber.
Sin embargo, la representación de Dios es más unívoca: inmortal, infinito, impalpable, siempre en lo alto y de barba, oculto tras las nubes en actitud contemplativa; o bien en la tierra, entre los vivos, sufriendo y riendo entre rezos atípicos y confesiones ridículas. Porque quizá Dios también creó su propio Dios para dar respuesta a preguntas imposibles, generarse complejos de culpa, un Dios con quien se pelea y también sufre.
Existe un paralelismo entre el miedo al cuco de veinte años atrás  y el que hoy, año 2005 me sujeta a Dios. ¿Quién es quién? Se trata de una inseguridad proverbial acerca de su  existencia, y se puede encontrar en la falsa indefensión de aquel entonces la respuesta. Dios presente en su grandeza, una sobredimensionada máquina productora de duda infantil acerca de su existencia y las visitas los domingos a misa para encontrarse con imágenes cultuales que potenciaban el terror  y mas tarde causaron risa, germen de desconfianza; sin embargo, la ignorancia o falta de indicios no siempre se traduce en olvido. Quizá el miedo sea esta ausencia misma de Dios y es posible pensar, con el escepticismo que nubla el cielo interpretativo, que uno de los móviles y fundamentos de la existencia de Dios es el miedo, el miedo al castigo más precisamente; porque todo lo puede y lo ve sin ser visto y esta cualidad sobrenatural asusta salvo que en él no crea. Dios, como compañía superadora de cualquier miedo, acompaña pero también a veces se pasa y empuja. Dios es el Gran Cuco.
Temer a Dios como de chico temía al cuco asusta, porque se supone que Dios debería estar para ayudar yno para asustar. El recurso del miedo en relación con Dios además de ser una ventaja de los pastores sobre sus corderos es producto de la fuerza y el poder  sobredimensionado que se le atribuye. La inercia por la que los hombres dinamizan su voluntad no debería estar ligada a ningún Dios sino al hombre en sí. Ligarse a una fuerza impalpable, no mortal, salva al hombre de la vida hasta que muera al tiempo que lo aleja de los vivos.
La idea de Dios se ha convertido en un puñado de excusas al punto que cuando no ha servido para hacer temer a un semejante ha sido funcional al temor sobre sí mismo, la culpabilización de sus actos y de la  propia libertad. Así y todo, lo importante no es si Dios existe o no existe, sino el concepto que se tiene de Dios y la práctica correspondiente a tal idea. De echo, el poder consiste en tener la libertad el hombre para mediar a Dios en miras a justificar lo que quiera. El poder es una cualidad humana y la substancia de Dios. Entonces, ¿por qué Dios? Para perder el miedo y tenerlo al mismo tiempo, para regularlo o sea. A pesar de este silogismo Dios, poder, miedo y Dios, poder, miedo, no caeremos en la atribución marxista de  afirmar que el hombre cuando más deposita en Dios menos deja para sí mismo, ni en la soberbia universitaria que niega las creencias populares  al decir "Dios no existe" por tener cinco herramientas teóricas para destruirlo porque, lo que importa al fin, es que en algún punto se objetiviza, materializa. Y entonces existe.
Miedo al futuro. Nada indica que el mundo cuidará de nuestros hijos cuando no estemos. en la tierra. En consecuencia, el pensamiento se encuentra signado por la idea de que egoísmo y la avaricia han hecho del planeta un espacio inhabitable más allá de los confines inmediatos. A medida que crezco, la inquietud por la historia del pasado cede espacio a la preocupación por la narración del futuro. Y no nos veo respirando bajo la piel de los que vendrán.
Hay la esperanza de torcer la realidad desde esta hoja con la facilidad con que se retuercen las tripas; es de papel por fuera y venas por dentro. La bandera asesinando la tierra y la birome lastimando el ombligo. Tantos niños de cuerpos blandos como el amor alumbrados por soles oscuros son un signo de que el final se precipita, y una boca grande y oscura nos traga de a poquito. Y seguimos sin poder encontrar la forma, la palabra, la imagen que sensibilice a los que tuercen la manija. Entonces el terror, el cuco, Dios, se acercan a la certeza de que vivimos en mundos distintos, enfrentados, asechados por enemigos. Si esta hoja no fuera de papel sino de carne sangrada… o una bala siquiera, que imponga de una vez por todas otro clima y otro espíritu.
Miedo a la vejez y a la soledad. ¡Consumirse como un cigarrillo hasta apagarse! Marchitas las ganas, floreado en canas y la cama como una palma tendida. La piel apretada contra los huesos flacos y los perros, adivinando su inexcusable compañía ladrando a la soledad; solo, fustigado con las sienes ahuecadas, apretando la mirada sobrevolando aquel recuerdo de el viejo, viejo y este estirar la mano una y otra vez sin tocarte. ¿Qué se cifraba en el canto aquel pájaro en la tarde gris? ¿Qué palabra escondía la mariposa entre sus alas hoy deshechas? Viéndonos de lejos los ángeles se ruborizaban cuando no sabíamos, éramos jóvenes. Hace apenas un tiempo la desnudez latía en un beso, dos soledades el amor había encontrado y hoy...
El miedo a pasar el cuerpo por este mundo que es nuestro cuerpo, cuerpo al que la palabra amor le quedó chica y la angustia enormemente grande. Y la vida vivida desvividamente a todo pedal, como corriendo en contra de esta ventana que nos quiere de testigo de este mundo ancho, pequeño y asesino. Y las palabras, el miedo a olvidar las palabras y los nombres que nos vuelvan nuevamente jóvenes; y esos amigos, desplumados soñadores, bajo qué apretada tierra de qué triste pueblo dormirán mañana. Y el silencio del escribir desde este silencio de espera, de silla de madera.

                                                                                                       2005