viernes, 18 de febrero de 2011

No me llores



No me llores,
somos grandes.
Todavía hay vino en la cocina
papas, pan y cebolla para compartir con amigos.
No llores que la vida se desprende de mí
como una nube perdida
ni mires hacia arriba
si en la otra pieza
acaba de nacer el hijo de tu hermana

No me llores
que los pájaros cambian de copa
cuando el árbol cae
y el cielo se ha puesto hermoso,
como una madre dormida
o un libro sobre la mesa de luz

y el suelo se pone fértil
con solo ver la fruta madurar
la soledad en que el silencio perfuma,
la cuna a la que estamos destinados
es mas blanda que la luna.

Y no hables de mí,
porque no hablarán de ti
cuando te toque la muerte
con sus labios de sábana
los almaceneros
los poetas
los maestros.

En tu ausencia se seguirá educando,
comprando y escribiendo
las cosas más simples
siempre son las que mas cuestan.
Quererse a viva voz,
abrazarse a fuego lento
defender los sentimientos,
los pensamientos.

Aunque no nos encontremos,
no llores hijo
somos grandes, no llores
que ya el tiempo está de vuelta
y hay sol en el camino
que cruza nuestro jardín florido,
vino en la cocina
pan, cebolla y papas
para compartir con amigos.

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