jueves, 31 de marzo de 2011

Palabras para Rodolfo




No sé si fue un árbol o un hombre
quien cayó aquél día
en que Rodolfo se echó a descansar,
pero los pájaros callaron
su inexplicable alegría amanecida
por simplemente existir
y los perros se desperezaban con tristeza

allá en la esquina de su casa,
el amor por un hombre o un árbol
se ha sentado a mirar cómo el hornero
entibia en su boca pedacitos de mundo
para tapar a Rodolfo

sobre el papel de esta crónica gris escrita
sin la dulzura de sus ojos
que han rodado por la tierra
con la suavidad con que un ciego palpa imágenes con su bastón,
Rodolfo alumbró el mundo con su quena

con la misma ternura con que el agua
suena en el estanque
y sus cañas convertían el cielo
tarde a tarde en agua para las aves,
saben que para  Dios la muerte es un detalle
como el sonreír de los niños
o el amor de los padres

su música late bajo el parche de la tierra
como un jardín florido
o un secreto acompañado por mil grillos,
el nacimiento de los bosques y los ríos,
el dormir de las cigarras,
se amarán a su lado y en tibia oscuridad,
mientras en la claridad
estas palabras son dictadas por un niño,

qué hacer con estas palabras si no está Rodolfo
y el otoño es ahora una crónica evidenciada
que sopla en la esquina del alma
como un viento gris,
en la plaza del pueblo
han visto al monumento a la madre
correr aquella medianoche con Rodolfo en brazos
apretado contra el pecho
como la virgen con su niño a cuestas,

estarás en el rincón más amigable de la soledad
y bailar con tu música será sentirte respirar
porque tu música habita
en la memoria de los pájaros,
en las alas de las mariposas
y en los latidos del toro cuando bufa de amor.

hoy en su memoria el cielo tiene gusto a sal.
Como aquella tarde en que Rodolfo
se echó a descansar,
un hombre escribirá esta noche
palabras de Tierra Noble para Rodolfo
bajo un cielo de pasto y sal
donde se aman las cigarras en tibia oscuridad.

martes, 29 de marzo de 2011

La alegría del silencio



Tu silencio es dormir en la sombra de la lluvia
inundada de pájaros que fundaron con el canto de la brisa
el cielo donde crece tu silencio que es vivido con tambores y platillos,
el silencio ceniciento de palomas de otoño en el cementerio de tus labios,
el silencio medido con la música caída de tus manos
que naufragan en el piano de otro barco.
Silencio levantado con el tallo de cada palabra al soñarte en la vigilia,
el ensayo de tu compañía frente al espejismo de estos días,
la raíz del pasado en la piedra de tu espalda,
la mano del amigo empalmando infiernos y primaveras,
separando la soledad del olvido para sonreír incluso al recordarte dormido,
apartando la espera de la entrega definitiva,
acercando el atardecer a tu horizonte
amasado en el sueño de pan de los desocupados,
conteniendo al hijo que golpea detrás de este tiempo oxidado,
ajustando la sonrisa, ablandando la falda, calentando la pequeña cama,
tiñendo relojes con el amarillo de tus flores y el rojo de tus ángeles,
agitando la ocasión de creer que cada momento es el momento,
sacudiendo las alas para continuar girando alrededor de tu silencio.


sábado, 26 de marzo de 2011

Tortuga

                                        

                              Luego de un largo sumergirme
                                   en tu mar rosado y dulce 
                                 asomaré la     cabeza para ver
                              que la costa       aún está lejos
                        y tu cabellera se      agita en el horizonte
                            como un                      grito soleado
    que despierta los                                               pájaros dormidos
               en los hombros                             de tu tierra
                   duermen las                                estrellas fundidas
                       de la noche                          anterior.
            Se está tan cómodo                        en esta península
                 resguardado                                    entre tus costas.
                     Pero las aguas                      inquietas
                           de tu transpirar      me fuerzan
                         a seguir nadando   y entonces termino
                                            tierra  adentro.


miércoles, 23 de marzo de 2011

A un hermano



Voy de tu mano Negro
creciendo en el árbol que se prende de tu pájaro
surcando paisajes con el eco de tu canto,
porque tu canto contempla los cantos bajitos de los pueblos enterrados
desde los hendidos en las cuevas dentadas de plata de Bolivia
hasta las tibias esmeraldas del África gritan con la fuerza verde de tu garganta
los arcoíris que mudan en flores
cuando los chicos que vimos crecer juegan descalzos
en el laberinto de nuestro pasado cuando nos conocimos.

Crezco en tu sonrisa Negro como el aliento
de un soldado al recordar a su niña
como una carta escrita a cada hora
incendiando cada minuto
sangrando cada palabra en el centro de la ciudad reseca
asesina de músicos y poetas.
No tenemos nada negro
nos tenemos a nosotros cuando estamos cada cual por su lado,
riéndonos con gente que mas tarde se encuentra entre sí,
sentándonos en los bancos de las palomas que se besan
en plazas perdidas
abrazándonos
con lo poco que sabemos de música
y de literatura
y de ser felices
y de reírnos como tontos,
qué felices somos Negro
cuando el atardecer se nos rompe en la cabeza
y al otro día no somos los mismos,

qué hermosura ver en la noche
las caras de los niños que nos llevaron hasta el río
aquella tarde a celebrar al fondo de una calle
a los muertos y a los vivos
y de Pedro esperándonos llegar
con nuestros amigos colgados de la alegría
para abrazarlos contra cada uno de nuestros pechos
en un silencio amistoso
y de los perros con su corta vida saltando el arroyo felices
para alcanzarnos y mordernos la sombra
antes que se estrelle contra la noche
voy de tu mano Negro
contra tristezas y vientos
empuñando la espada de tu canto.

martes, 22 de marzo de 2011

Colorado



A mi caballito, figura entre mis piernas. Con quien nos perdíamos en el silencio de la tarde para confundirnos en la sombra de un cuerpo que mas tarde se llevaría el arroyo.


Colorado

Esta noche que galopa entre estrellas invisibles y conjura tantos sueños de la infancia, te nombra en el silencio con tus ojos oscuros y traviesos. Te traen hasta mi tus movimientos de cola de viento. Viento que te sopló de mi lado y no supe más, sólo la nostalgia que a tu encuentro obedece y me lleva hacia vos siempre que vuelvo a ser niño, flor entreabierta vista desde lejos a veces soy cuando vuelo, abrazado a las piernas de mi mujer o en los brazos de mi madre, y esos ojos de gorrión en amores que no perdió mi hermano. Entre cariños te monto en la soledad del campo imaginario de mi infancia y me figuro claramente enamorado de tu paterna mansedumbre, de tu involuntaria belleza colorada, de tu cielo animal de pájaros apresurados al galope, solo recuerdos, sales en el mar de esta noche en la que no queda más que el intento de seguirles el rastro a ningún camino. Una invisible añoralgia te protege de mis manos que hoy les urge reencontrarte. Pero sólo el sol en cada nuevo día puede alumbrar como recién nacido. Yo ya me perdí. Hoy siquiera mi cuerpo es el mismo. Infame y traicionero el deseo de volver a aquel campito, pues los días suceden en mí como nubes y de volver solo lo quiero contigo. Los años crujen igual que hojas a desnudándome como un árbol frente a esta vida de otoño obligado. ¡Con cuánto descuido manejan los grandes el mundo sentimental de los niños!, te alejaron de mi lado y nadie dijo “permiso”. Yo tuve un brioso caballo al que adore cuando niño, hoy lo arreo entre suspiros, será que estará dormido en un silencio blanco, perpetuo, silencio serás destino. Y en vano silencio me nombras, en vano tiendes caminos, joven sin prisa camino y estas riendas son de lana, en eso aciertan los viejos. Aunque soy un aire vagabundo, un instante de deseo, piel de a dos, así me hicieron, me tejieron entre besos. Yo era niño de a caballo y guardo el brillo de aquel tiempo. De Quijote y Rocinante nada envidio y soy sincero, que así tenga en la memoria un libro de amores vulnerados por el tiempo, no los prefiero unicornios ni que aflojen frente al tiempo. Al final llegará el día en que veré marchito y estacionado mi cuerpo. Viejo sí me siento a veces cuando me miro a lo lejos. Aunque vuelvo en sueños de a caballo, al trote lento y de nube en nube buscando amparo en mi perdido cielo. Amigo de mi niño viejo desde aquí quería contarte esto. Sin querer cada día crezco y me deshojo sin quererlo. Voy llegando sin apuros mientras camino a tu encuentro. Podrás indicarme donde tiene latido tu entierro? Maduro tengo el amor, hacia tu verde recuerdo, verde el tallo de la infancia que te trae desde el silencio. Me queda la suerte triste, sonriente de todo viejo. De que vuelvas entre sueños y sólo en sueños pueda vernos. Es que tengo un niño y un antojo y es que vuelvas del silencio, para volver junto a mi padre contigo, brioso caballito, a caminar sin palabras ni valernos de caminos. Suelta la rienda y firme el cariño.

                                                                                                 Diciembre de 2004

viernes, 18 de marzo de 2011

La tarde de mar en que pude ver el barrio a través de tu ombligo

En el barrio faltan tantas cosas que la gente no sabe ya por donde llorar y al mismo tiempo nos encontramos tan bien acompañados de nosotros mismos que no sabemos cómo hacer para dejar de sonreír. Esta dialéctica emocional sólo puede resolverla el trabajo. Construiremos una casa donde entremos todos antes de construir cada cual su propia casa.




“La libertad sólo es visible para quien la labra 
y en lo prohibido brilla astuta la tentación, 
nacer a veces mata y ser feliz desgarra,
¿a quién acusaremos cuando triunfe el amor?...
hasta Dios sueña que es un poder
y Mariana quiere ser canción”.

                                                                                                                                                       S. R.



A los pies del mar tus piernas parecían disolverse en la arena. Era la tarde del 30 de enero. No había una nube que pudiera opacar tu figura a salvedad del faro que se alzaba a tus espaldas. Debemos haber conversado media hora de la que no quedó más que la impresión de dos o tres minutos. Por no saber qué decir, fui estropeando nuestro encuentro palabra a palabra hasta naufragar en la tormenta de la soledad, cuando nos despedimos. En las personas, el temor al silencio da cuenta de la falta de confianza; si dos personas logran encontrarse las bocas, el verbo, los ojos, las panzas, luego de compartir algunos años juntos, el hueco florido del silencio logra versar acerca de la intimidad y la dulzura del mero estar cabalgando en el aire que respira su compañía. Por un momento creí que nos encontrábamos en mi cuarto a orillas del mar. Si hubiera extendido mi mano hacia tu mano, como lo pienso ahora en que te recuerdo, te hubieras disuelto como una palabra escrita en la arena.

Me contenté con observar la estrella de tu ombligo y me asomé a la ventana del aula que estamos construyendo en el barrio Malvinas con los compañeros del Frente y el MTD. Lo hermoso entonces traslució lo mas terrible. Primero fue la cara de Ramiro, a quien mataron una mañana del último diciembre de un balazo en la nuca tres vecinos a quien había robado la noche anterior, atrapado en el laberinto social en que nacen miles de personas que no encuentran una mano que los acompañe a salir de conflictos irresolubles en este tiempo donde se individualiza y reduce la complejidad de  problemáticas como falta de trabajo, de vivienda, drogadicción, hambre, soledad que termina en una salida destructiva al entorno y del sujeto, y donde se desresponsabiliza por sucesión histórica electoral, a las logias con sus lógicas ilógicas de trabajo vertidas desde aparatos gubernamentales que atentan contra la organización de los grupos y personas para el cambio social, invisibilizando de esta forma el compromiso que asumimos hace tiempo como seres políticos y humanos de construir desde donde es posible un mundo mas justo y alegre con la seguridad de que todo lo que uno da se multiplica. Visto el planeta desde un microscopio, deberíamos decir, pequeños pedazos de mundo que hacen al mundo.

La muerte de Ramiro fue el prólogo a la posibilidad de instalar en una de las esquinas del barrio una garita de gendarmería, situación que desembocó en una Jornada por la Integración a realizarse este sábado 12 de febrero, jornada que hasta el momento cuenta como la primera del año organizada por el Frente. Es necesario estudiar que existen las excepciones a la regla de la soledad y la escuadra para medir las palabras tallo a tallo la tierra irá cubriendo la luna con su sombra fue un escudo cuando las balas de goma de la policía daban cerca de la carne en el barrio Malvinas este miércoles por la tarde, cuando los amigos de Ramiro querían prender fuego las casas de todos los paraguayos, estabas ahí


los vecinos arrancaban árboles de raíz

para cubrirte

y a las piedras que arrojaban a los hombres azules

les crecían alas y picos como lanzas

que cantaban balas de colores,

y soplaban tormentas de polvo

acumulado en la memoria

de sus ombligos y de la madre,

evocaban al diablo dormido

en la costumbre del hambre

mientras los perros grises

dejaban la basura para bailar

junto a tus pies

que flotaban sobre dos ángeles de fuego.

Había en tu ropa restos de nube

y un arco iris sostenía tu pollera

de donde los niños sacaban flores y panes

con los que hacían muñecos y elefantes con alas

que se alimentaban de la flor del níspero

que llevabas en las manos,

amarilla calesita

que gira con la cuerda de tu sonrisa

y empuja a los jóvenes a luchar por la alegría.


Para esto el Frente pensó en organizar esta jornada con el resto de las organizaciones como el Movimiento Evita, CTD Quebracho, TyM, Movimiento Argentinos, Unión Malvinense, Iglesia Pueblo Nuevo, la gente de Vivienda, entre otros que se encuentran realizando en el barrio sus respectivos trabajos territoriales. Muchos pueden decir, “yo con la JP Evita no trabajo”, ah, claro, ¿y el desafío se reduce a la negación? Lo que se niega crece. El enceldarse en la seguridad de los discursos coherentes... pero si vieran compañeros como en el barrio las contradicciones que hay que profundizar le estallan a uno en la cara.

Si bien los afiches que fueron llevados al barrio para repartir en la mañana de este sábado pasado junto con el gasoil y el matapolillas para pintar los postes del techo para que no nos coman las maderas los bichos contenían sólo la información acordada en encuentros previos con el Movimiento Evita, parece ser que habrá problemas para entendernos dado que “el afiche no hace alusión al Proyecto Nacional y Popular”. Si supusiéramos que la palabra sola puede ordenar la acción, estaríamos de acuerdo. Pero a esto le falta mucho para ser un Proyecto Nacional y Popular porque digamos, en los barrios el panorama mucho no ha cambiado y no se visualiza aún un proyecto para las clases marginadas, excluidas, silenciadas por la mordaza de la periferia. Entre el extremo de quienes quieren hacernos creer que esto es una panacea y quienes afirman que todo está mal y reducen el trabajo a la cultura de la queja, se encuentran quienes como el referí de boley ve pasar la pelota de aquí para allá. Aún suponiendo que “el partido es el partido”, que tu rostro no admite olvido, como aquel país que perdimos, se acercan las elecciones y hay palabras, santas palabras que no pueden faltar, no hemos comenzado a buscar la solución de manera conjunta con los vecinos en un asentamiento donde tenemos el segundo pibe asesinado en dos meses; un problema que supuestamente nos preocupa, por falta de mención acerca del Proyecto Nacional y Popular que debe construirse andando si decimos, el Proyecto Nacional y Popular no será tal mientras pertenezca o sea capitalizado por un grupo de personas que se lo adjudique; un proyecto nacional y popular debe priorizar y detenerse, antes que en slogans, en la práctica concreta. La realidad no espera, camina adelante. Los niños no esperan, las mujeres no esperan. El hambre no usa reloj. Y en los últimos siete años en los barrios la gente  continúa viéndola pasar. En los días de extremos calor, desde el centro cortan el agua y el barrio entero se queda seco con sus niños en pata y la basura prendiéndose fuego mientras dentro tuyo un mar recubierto de piel sopla mi vela refrescando la noche incendiada y tus venas chorrean desde el cielo como truenos azulados que escriben a tinta en esta noche que se desangra desde el silencio


aunque no lo sepas, estoy de novio contigo

por las calles de la sed

tomo tu mano de viento

y anudo el brazo izquierdo a tu cintura de vapor

oigo tu última palabra:

“adiós”


grillo invisible de quien oigo sólo su voz

palabra de a caballo escapado de la calesita de tu sonrisa

llevado por tus riendas como una nube de rocío

el cielo no tiene fondo para los pájaros


ni la tierra límites para la alegría de los niños

andar de la mano con ellos es bailar contigo

que donde pisas cardos

crecen nardos.


Solo camino contigo.

Es posible acariciar fríos y solitarios,

esqueléticos aullidos de perros

guardarlos en el bolsillo,


junto el filo de tus labios

que adornan las cornisas,

el borde de las hojas,

y en el disco de la luna

tiembla el brillo de tu música.


Debo dar con el hacha de tu palabra

para cristalizar el cuerpo

en tambor o guitarra,

dar con tu verbo

en el falso hierro de los hombres

que desprecian las palomas

y se conmueven con los automóviles,


debo tallar con la rusticidad de tu sonrisa

el rígido hueco

donde se pudren las almas

de zapatos y corbatas

salgo a caminar contigo

por la calle de cuando era niño.


Así es que saldremos a fundar una nueva ciudad con sólo trocar los carteles de las esquinas donde se apagan los próceres por poemas que serán leídos en la plaza del pueblo. Serán poemas que harán que se levante la tierra debajo del asfalto y en su reventar dispare los autos en dirección al sol, darán cuenta de que este escribir no es un desperdiciado momento en el silencio del convento de las noches con tu eco hecho de cera quemando en las manos; nos agacharemos como un caballo frente a la hierba o el agua para crecer luego de quitarnos el carro y los hombres de encima; con el río beberemos peces de colores y con la hierba el rocío; recojeremos sonrientes el pan con los niños que se arroja desde los restaurantes, terminaremos las dos aulas en un barrio que no existe en el mapa de la ciudad. No hay qué temer si estamos arremangados. Ya tenemos treinta alumnos en un barrio del que se dice que son todos vagos que no quieren trabajar ni estudiar, en este patio de pájaros plantaremos un sauce que en su copa tendrá una perilla para la lluvia, creceremos bajo su ala; depositaremos un nido con gorriones en cada cajón de cada escritorio del planeta; viviremos como quisiéramos escribir o sea, simplemente escribiremos; nos sobra piedra y cuero para afilar contra el borde de la luna el hacha de los hacheros para que regresen mas temprano a casa y después llorar al pie de las cabelleras de los árboles sin pájaros derramados como sangre; antes de aprender matemáticas, ya habremos aprendido a levantar una pared; luego de aprender la gramática social la pondremos entre paréntesis semánticos y ajustaremos dichos paréntesis con una morsa, pero no colocaremos en su interior palabras, no no, sino abogados doctrinadores del silencio a costa de la ley y el orden con sus zapatitos de golf y sus mujeres avejentadas y vinagretas por tan satisfechas; periodistas en el mar de la cursilería letrada a que se presta la política serán devorados por el acontecimiento de un día indescriptible en materia de felicidad; economistas y contadores serán crucificados en signos +  y apuñalados con signos –; arquitectos que por sólo cambiar el auto o salir a comer afuera contratan trabajadores en negro venidos de lejos con su pueblo entre las manos muriéndose de tristeza, serán aplastados por sus propios edificios y, así, veremos que no es tan complejo desarmar el intrincado collar de perlas alrededor del cuello de la serpiente que nos entretiene con su cascabel y se aplaude cada día; seremos terrenales con los idealistas y soñadores frente a los meticulosos realistas; echaremos a andar por las calles de la empiria a los escribas disfrazados de revolucionarios y haremos escribir a los obreros para que los alfabeticen; por nuestras contradicciones, culparemos a la alegría y a la poesía, sin la cual todo sería tan estúpidamente feliz que caeríamos en la ignorancia; no seremos generalistas, no diremos que todos los peronistas son “verdaderos peronistas”, dado que ser “radical” tampoco es sinónimo de “extremista”; y considerando que los zurdos no encuentran bancos en las escuelas que les queden cómodos, la primer tarea será salir a convencer a los pájaros carpinteros a que se solidaricen con nosotros.

De la misma manera que muchos kirchneristas trabajan mas que algunos grupos de izquierda que reducen la transformación a lo testimonial junto a fórmulas y recetas de una ideología que por importada termina negando la cultura popular, la crítica de Barba Roja a Feuerbach y a los jóvenes neohegelianos cuando señalaba: “no alcanza con trocar la conciencia, se deben invertir las condiciones materiales de los hombres”, junto a su concepto de ideología “la producción de las ideas y representaciones de la conciencia se encuentran directamente entrelazadas con la producción material y la vida material de los hombres”, se ahoga en el tintero del olvido. La transformación y la organización  supone hablarse a los ojos, estrecharse el trabajo, compartir experiencias para invertir prácticas; la transformación y la organización será presencial o se transfigurará en nada histórica. En el mismo nivel de abstracción se encuentran muchos kirchneristas u integrantes de otros partidos políticos que reducen la participación a la enunciación, al voto, o a discutir frente al televisor o a un rico asado. Ya se a hablado, conceptualizado y escrito mucho compañeros, están las bibliotecas repletas de libros rojos para las cuales no nos alcanzan cinco vidas mientras en este momento hay mas de un kirchnerista con el pie en el barro del barrio y no menos de un “revolucionario” con el pie en la alfombra y en el diario reafirmando su


Idealismo Obtuso


Políticamente, el peor funcional

es aquel que no reflexiona

acerca de su propia funcionalidad.

Tal es el caso del hombre

que niega todo y deja,

en su lugar,

la nada elitista de que las masas populares

son incompetentes

como si solo los “expertos” estarían capacitados

para decir “lo que se puede hacer”

y “lo que se puede” siempre es “se debe”

por considerarse esclarecidos dirigentes,


se les debe preguntar

cuál es su referente empírico,

con qué realidad articulan

sus ideas porque

lo que se puede esconder detrás es

una subestimación a la capacidad

de transformación de los otros.


Por eso

se debe tener cuidado con ciertos

pensadores que no hacen mas

que extraer recetas de los libros.

En fin

se debe tener cuidado también

con la burguesía intelectual disfrazada de izquierda.

Continuando con la idea anterior, acierta quien sostiene que se debe analizar antes que actuar, pero que también sólo la práctica ordenará de manera coherente el discurso. Por esto he dejado de escribirte; además de que en tu presencia pierdo el habla y se me lengua la traba, si no puedo estar contigo qué sentido tiene desandar teorías acerca de lo que contigo haría. Sólo la inversión de este procedimiento de teoría-acción-reflexión podría anular el problema planteado con antelación. Para la formación, educación, transformación, se vuelve fundamental la presencia, la participación, la acción, y un lenguaje libre de nubes. Carlos Mariátegui no se equivocaba cuando decía que conceptos como los de plusvalía, ideología, mercancía, estaban lejos de ser comprendidos por los pueblos originarios y la realidad de los explotados. Y es necesario un lenguaje mas humano, emocional, cotidiano, problemático, humilde y solidario con la vida de los otros.

¿Debemos dar Inglés a los alumnos del Bachillerato en un barrio de tobas, bolivianos, peruanos, paraguayos? Surge un problema cuando se hace mención a la dupla lengua-poder; se podría decir que si una de las estrategias del poder es que no sea interpretado o aprendido para no poder ser transformado, o sea negado para seguir reinando... En tu caso por ejemplo, el ejercicio de negación me ha hecho reafirmarte en todas las lenguas y dialectos. El 70 % de los libros en el mundo se traducen al inglés; las canciones mismas, uno podría escucharlas toda la vida y sin embargo no aprender nunca inglés si no cuenta con formación previa. Tampoco ocurre que porque no se aprenda inglés se aprenda algo a cambio. Decimos de aprender Toba, ¿porque toba y no guaraní que también hay una comunidad paraguaya en el barrio, o quechua? Si ellos ya saben hablar toba, ¿qué les vamos a enseñar?, ¡aprendámoslo nosotros! Además, si uno pensara en ellos y se pondría en el lugar del otro, lo cual es imposible, y diría “necesitan mas esto”...

¿Cómo se dirá “ombligo” en Toba?, ¿y “soledad”?, Surgió el tema de la “utilidad” de la lengua ingledsa, y pensar en la “utilidad” es demasiado capitalista porque con la pregunta “¿para qué sirve el inglés?”, se podría formular este interrogante para la música, la literatura o la pintura. Se puede transitar por un colegio privado y católico a la vez y no aprender a decir mas que “off course”, y de esta manera afirmar todo. Nada asegura el aprendizaje y esto es lo atractivo en educación, romperse la cabeza para que ocurra, quizá, dentro de quince años. Si uno quiere generar valor agregado al proyecto educativo que uno tiene, hay cosas que están validadas socialmente y no se pueden negar. Negar no es complejo, lo complejo es encontrar la sustitución. Si lo que está en juego es no “dar” inglés porque no “les gusta” a lo chicos... ya sabemos lo que decía Freire, “dar” lo que uno quiere o lo que quiere sólo el otro es igual de autoritario. No se está “dando” inglés porque los chicos no quieren o porque no se los puede interpelar, porque no  es posible llegar a ellos, a que incorporen algunos de los contenidos que  son considerados necesarios; entonces, ¿no se tiene que “dar” inglés o se tiene que revisar la metodología?”. Luego está lo de capital simbólico, porque uno lo aprende en otro lado, por la clase social y el posicionamiento de donde uno viene, pero hay personas que no tiene esas herramientas básicas cercanas, y que si no las aprenden en la escuela no las aprende en ningún lado.

Hay miles de personas haciendo patria desde lugares invisibles mientras otros tantos se desgranan en discursos al interior de ministerios o construyendo monstruos opositores que ya están derrotados antes que se tire la toalla, reduciendo la participación política a discutir en livings o oficinas, lanzando la fórmula del partido lejos del barrio en fuentes repletas de canapés. Que el Kirchenerismo en la mayoría de los casos es la opción mas potable cuando uno no se encuentra organizado, es casi seguro. Por eso muchos sectores de izquierda debería salir del aislamiento en que se posicionan a sí mismo al hablar lenguajes por fuera de la realidad latinoamericotidiana, al poner cercos de coherencia en un contexto donde la gente está buscando espacios de participación y terminan siendo devorados por la estructura, en salir del lugar esclarecido en que se posicionan de vanguardia iluminada; la vanguardia puede estar en el otro, en el enemigo incluso. Hay mucho “lumpenaje” en los barrios como para continuar disertando acerca de la revolución proletaria. Por la situación histórica que nos toca en esta hora incierta ¿No tenemos mas puntos en común con la revolución mexicana? En cuanto a las propuestas de achicamiento del Estado de parte de algunos grupos que quisieran borrarlo para instalar un puñado de corporaciones al estilo Mussolini... sólo con pensar que quienes necesitan del Estado son los que menos tienen nos da la pauta del lugar que ocupan los chimangos a que es necesario disparar.


Se ha invertido el concepto de libertad

si millones de trabajadores son echados a volar

mientras los aviones llenan

sus estómagos de empresarios

y aquí nomás en argentina la seguridad

se traduce en temor a la injusticia

y votamos gavilanes con dinero

que no necesitan del Estado.


Si la libertad es sólo una palabra,

entonces debemos reescribirla.

Discutirla en las calles, entre copas,

mates, sábanas y madrugadas,

reclamársela a la tele, repensarla en la escuela,

susurrarla en la iglesia.


Mientras alguien quiera ser libre

y no tener límites en las ganancias

deberemos reconstruir

la consideración del otro que ha heredado la nada.


Si la libertad en el juego asociativo del lenguaje

permite confundir el comunismo con el consumismo

y los universitarios utilizan

el análisis económico científico de Karl Marx como una receta

y allá lejos el congreso yankee

acusa de rojo al presidente Obama

por sólo mencionar un seguro universal para la salud

mientras se mata, roba y viola en Afganistán;


y si nuestra libertad tantas veces trazada por los ideales del norte

ha sido desplumada por el hambre y el racismo,

la competencia y el individualismo disecante del capitalismo,

entonces, debemos fundar nuestra propia libertad.


Una libertad más solidaria, microscópica

y humilde que permita crecer junto al otro.

A cada respiro se infla el futuro,

y en la maraña selvática de profesionales

artistas, dirigentes, obreros

que trapecian el mañana ignorando este circo

quisiéramos saber qué contarán a sus hijos

acerca del jugar cada cual su propio juego.

               

El país no ha cambiado demasiado en los últimos treinta años en que ocultada la dictadura de sangre, fútbol y mercado, radicales y peronistas se han disputado el poder sin resolver en lo escencial los problemas. Es necesario confesar un miedo: hipotéticamente, si el kirchenerismo perdiese las elecciones, ¿tendrán fuerza los kirchneristas para asumirse? ¿se irán y construirán desde afuera o se mimetizarán con Duhalde?

El año pasado dimos clases en el comedor, y cerca del verano debíamos salir al patio para respirar un poco de aire y entorno de chapa y madera, niños y perros pelados. Teníamos afuera una montaña de arena como para dos mil relojes (la arena, como el árbol, siempre recuerda la niñez), ladrillos y bolsas de cemento. Teníamos, o sea, nuestro mar de sueños y expectativas por continuar viviendo en la ficción de que estábamos levantando una escuela sin los dispositivos típicos tales como la campana, la bandera y la foto de Sarmiento. En estos días llegarán los bancos donados que habrá que limpiar y mientras terminamos el techo, iniciaremos las clases en la cooperativa de panadería del MTD. Recién para diciembre teníamos medio contrapiso al que dábamos avance los fines de semana y las cuatro paredes, dado que nuestra semana estaba ocupada con la asamblea de profesores, la asamblea del MTD, la planificación de las clases, las reuniones de área, las clases, ir a buscar a los alumnos para que no abandonen, en pelearse, reír, tocar, escribir, leer, estudiar, humanizarse silenciosa y quedamente,


                                                                   No, no lo sabemos


Aquí cerca

cuando la lluvia cesa

la tierra se raja

un niño llora lejos

y una madre trabaja.

las plumas crecen y las aves vuelan

entonces el árbol descansa.

Una mano se estira indiferente

y un perro se ilusiona.


No, no lo sabemos,

el pasto crece por arte de lluvia

sobre el fuego que se esconde

bajo la tierra que se amasa.


Un niño juega en el jardín

mientras su abuelo vive en la cama

un árbol se da cuenta

que a perdido sus pichones

cuando la tormenta escapa

y en la calle un hombre gris

persigue a un perro indiferente.


No, no lo sabemos.

El día guarda en su palma

la vida nimia, las cosas que pasan,


desvelarse en cada esquina con tu ausencia, oír tu voz en el filoso trinar de los pájaros y viajar en dirección al mar sin esperar encontrarte, sin lograr cautivarte, ver todo esto en el escenario de tu cuerpo al interior de tu ombligo, como detrás de un telón, y aplaudirte la espalda antes de despedirte sin disculparme por tontamente existir. Y correr. Correr con los perros como si se tratara del último día de esta vida de arena en que se hunden tus piernas.

jueves, 17 de marzo de 2011

Ceguera





Extiendo la mano en el jardín
ahora que conozco la ceguera
de este azul universal con que retumba
su olor y su risa
en esta nada,
el alma se hunde en el viento

y en el cielo todo está detenido,
incluso los pájaros.
No supe hacerla feliz,
o es una trampa del tiempo
el pasado
acortó mi camino.

Fui feliz en su mirada,
tanto, que no necesitaba escribir.
Tiempo después lo noté
al mirarme en otros ojos
vi el invierno envolver mi espalda.

En su mesa reí junto a su padre
feliz como un gitano
con su esmeralda,
en mi boca puso su pan
y mi pecho bajo su ala

conocí el mar,
la tierna vergüenza del amor
y en el oído incluso el temblar de las hojas.
El barrio entonces amanecía como un libro
al que nos asomábamos detrás de su ventana.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Patos de luna



Porque el amor con su cielo ha hecho de la soledad un pájaro en vuelo, un silencio o desvelo incomprensible acurrucado en el bolsillo donde entra la tormenta en un día soleado sobre el final de la tarde, regresan tus versos en el momento en que las luciérnagas comienzan a lustrar sus fósforos para guiñarle a la luna chispitas de soledad con sus traseros. Los patos entibian sus pechos en el barro de la orilla y se encuentran para ver cómo el sol muere en sus ojos arrebatando al cielo las aves de fuego, y entristece los girasoles y sonroja los campos como mejillas de niños cuando tiemblan por esa confusión llamada amor que les estrecha las manos sin tiempo para detenerse a atar los cordones y dejan de intentar adelantarse a los pasos perdidos para preparar el camino de aquellos que vendrán, así mañana no pasen de ser sencillamente patos perdidos en el campo que juegan a un amor redondo que busca convertirse en luna.

lunes, 14 de marzo de 2011


Te anda siguiendo un río, y en donde te encuentre decidirá quedarse, dejará entonces de surcar el tiempo para adornar la tarde como si se tratara de un pájaro que anida en el suelo, será rama y sombra abrasadora de los peces, nido de las hojas, sangre de los árboles que en la orilla peinan sus cabelleras estacionales, en  su marrón, a orillas de su vino milenario donde procrean los animales, el silencio es feliz en tus ojos cuando miran el río, este río que reclama tus pies en el disuelto horizonte de la tierra bañada de palabras de plata que no escuchas, de otras lunas mas abrillantadas que esta luna desnuda en versos a orillas de la cama, que viene de otras noches, río que pasa descalzo junto a los caballos que duermen parados por no despertar el brillo de los grillos que duermen en sus ojos, este río donde se bañan los niños que darás a luz en otro río, que ha podido encerrar el grito de las estrellas en el fondo de su barro y surca en el olvido el deseo de tus labios, este río de bueyes trabajando sin cansancio sin poder cosecharte, río hambriento de flores marchitas en tu jardín sembrado de orquídeas, río que arrastra a los amigos hacia el puerto de la noche mas bella que nunca habitas, incansable río de aventuras insatisfechas, vena de mar contraída en el crepúsculo de los días de espera, río que arrastra hasta tu orilla las mañanas transparentes, las noches circulares en relojes de la muerte, río de felicidad por tu cabalgar sin montura entre ángeles, papeles y pinceles, río de melancólica alegría infantil escrita en la frente del viejo que seré y espera sonriente del otro lado del río verme llegar sin tu abrigo. Río. 

viernes, 11 de marzo de 2011

Sebastián



Nuestra amistad es una mujer celeste
que con sólo mirar el mundo
lo vuelve al tiempo
donde el cielo era más agreste,
donde las nubes, la muerte, el hambre, los espejos
se disuelven.

Vivo lejos de tus pasos
pero adivino en el silencio del monte
el respeto de los pájaros por tu canto
   en este momento, por ejemplo,
                                                                en que te pienso y apareces
                                     a mi lado
la soledad es una partitura escrita
con el pulso de tu frente

acaricio los insectos
y con paciencia de cigarra
me detengo a mirar a los sapos
jugar a la pelota con los bichos bolita
converso con las jirafas
imito a las abejas
degusto las flores, las algas del mar
persigo las hormigas
doblo en octavas a los canarios
navego como un pato
interpreto a los lobos
y el vivir intenso de las mariposas
me hace bailar con los gatos
sin perder la tristeza de los perros
galopo con los caballos
y monto en hipocampo
doy de comer a los pichones de todas las palomas
dirigo la orquesta de grillos
y sueño ser la luciérnaga confundida con estrella
que en las noches hace creer a los lagartos
que han visto un cometa.
Por esto anoche me acerqué a tu puerta.





                                                 1                              

           
            Hay que tener huevos grandes como tetas en este mundo para ser uno mismo sin caer en objeto de la soledad o el silencio como formas en que se hunde la individualidad. El desafío es trascender el uno sin dejar de ser uno mismo. Uno, el número de la soledad. La elección tiene número porque una sola es la vida. Se nace un día cualquiera, en un hospital o en  una casa pequeña y dentro de un mundo grande que gira en una dirección. No se elige un padre, una madre, un jardín, una escuela, un sexo, un color, un recuerdo, un día para morir.  Sí una profesión, un trabajo, un camino hacia un lugar donde vivir con una mujer, un instrumento que tocar, una forma de volar. El tren pasa una sola vez en la vida, dicen, y después ¿nada? En un espacio, en un tiempo, a una hora determinada si uno no sabe qué hacer con sí  mismo… ¿está perdido? De a uno pasan los días, de a uno los años por una misma piel, y de a un pétalo el tiempo a la flor asesina. De a uno se caen los pelos del pelado hasta que un buen día se da cuenta. De a uno nacen los hermanos hasta ser un puñado, una familia en una foto y una sonrisa a repartir entre las bocas. Un portarretrato donde clavar su cara, un paraguas que te salva de la lluvia. Una mano que te saca a pasear por unos mates, un guiso en un plato un día de invierno. Un corazón en la mano, una entrega un día cualquiera en un banco en una plaza. De a una prenda ella se desnuda, de a una y un poco mas despacio, por favor, despacito que todavía tengo una vergüenza que me hace una cosquilla acá en la panza, de a poquito que de a uno come la gallina y se llena. De a uno, masticá bien y tragá de a uno. De a uno los días se caen del árbol. De a uno se caen los hombres de la vida. Uno a uno se coleccionan los lugares vivos, los amores muertos, de a uno golpean en la memoria y mas de un moretón queda. Un perro nos acompaña con trote de canción, un amigo nos salva de una quebradura emocional.  De a uno se queman los árboles en el bosque. De a uno nos meten en el cajón, de a uno, momentito por favor, no empujen que hay un cielo para todos. De un tiempo a esta parte siempre termino en uno, en un solo tiempo frente a un único espacio. Uno en la vida es un aroma en almohada, en una mañana cualquiera en la vida que deja un amor cuando un día se va. Uno no se da ni cuenta que una sola es la vida. Es mentira que hay un tiempo para todo. Un solo tiempo es muy poco. Uno es muy poco. Es tiempo de dos.
                                                                                                                    
       Agosto de 2005


miércoles, 9 de marzo de 2011

Franchesca




Acaricié la noche más negra
arremolinada en torno a su ombligo
y fue como lamer la panza de la luna.
Apreté el corazón contra el filo de las estrellas

pero no la estrella de su corazón,
animalito iluminado y agraciado
cubierto de mujer
y pulpa de damasco.

Quizá fuera un jazmín o un laurel
el olor a león de su piel y a desierto de su aliento
su pelo de agua invitando a recostar el pecho
igual que nube en el monte

estaba su boca zurcida de orillas y selvas
mas ancha que el mar y cálida
igual que la sangre que en el patio arrastra el atardecer
busqué el sol debajo de su tierra y a su amor

qué chico le quedaba ese vestido
fabricado con cáscaras de luna
y sonrisas de las estrellas
mientras brillaban como arañas plateadas sus palabras

afuera, hombres o árboles vagaban
por las calles,
su cuerpo de vapor teñía la mañana
y se detenía en el corazón.

viernes, 4 de marzo de 2011

La Tregua de Benedetti





En el día de ayer,
cerca de la noche y lejos de las estrellas,
apegado a la tierra con su raíz de flor hambrienta
aromando hasta último momento el mundo
los ojos del poeta vieron caer la luz
como una palabra soñada.

Y entonces su curiosidad por salir a jugar
en La Plaza de las Poesías
se detuvo como un niño
luego de escuchar el llamado de la Madre.

Y como buen poeta se fue
sintiendo que nada había dicho
a pesar de haberlo escrito todo
con su pecho de papel
sobre el cuero de la tierra,
un hombre a echado a andar sus palabras.

Cosas de enamorado.

No nos conocimos,
y sin embargo aquella noche
cada cual se despidió a su manera
de su mujer, de la tarde y del pueblo,

de los niños creciendo como poesías solitarias
en la noche en que el poeta descansa
o se destruye describiendo la nada
explorando ríos sin saciar la sed
y cosechando lunas que alumbran esperanzas
como un barco enfrenta la tormenta

ayer ha muerto un poeta,
y quien lo haya leído
hoy sabe que el aire es más triste
y el respirar mas difícil
Porque anoche la luna no pudo salir a brillar
con sus valcesitos de grillos metálicos,
y los hacheros detuvieron su infatigable hachar
quebrando la ilusión de ver brotar del árbol
un violín o una guitarra.

Porque se ha muerto un poeta
pero no sus palabras
que reposan sobre el alma de una viuda
que en su amada soledad
cierra sus ojos lentamente como un libro.


Porque se ha muerto un poeta
que no supo hacer mas que escribir
parado en una flor,
deshojando fantasías
mientras los pétalos caían
y las abejas volaban ayer,

se ha muerto un poeta
como todos los días.
Y esto solo explica porqué hoy la noche es sombría
y el cielo no se anima a celebrar
siquiera una estrella.

El mundo sabe parir
hombres humildes,
seres solidarios
blandos como panes.
Hambrientas palomas
de un cielo imposible.

Ayer se ha muerto un poeta
y quien lo haya leído
quizá sea hoy un poco más amable
o tal vez menos cobarde.

Cosas de enamorado.