viernes, 18 de marzo de 2011

La tarde de mar en que pude ver el barrio a través de tu ombligo

En el barrio faltan tantas cosas que la gente no sabe ya por donde llorar y al mismo tiempo nos encontramos tan bien acompañados de nosotros mismos que no sabemos cómo hacer para dejar de sonreír. Esta dialéctica emocional sólo puede resolverla el trabajo. Construiremos una casa donde entremos todos antes de construir cada cual su propia casa.




“La libertad sólo es visible para quien la labra 
y en lo prohibido brilla astuta la tentación, 
nacer a veces mata y ser feliz desgarra,
¿a quién acusaremos cuando triunfe el amor?...
hasta Dios sueña que es un poder
y Mariana quiere ser canción”.

                                                                                                                                                       S. R.



A los pies del mar tus piernas parecían disolverse en la arena. Era la tarde del 30 de enero. No había una nube que pudiera opacar tu figura a salvedad del faro que se alzaba a tus espaldas. Debemos haber conversado media hora de la que no quedó más que la impresión de dos o tres minutos. Por no saber qué decir, fui estropeando nuestro encuentro palabra a palabra hasta naufragar en la tormenta de la soledad, cuando nos despedimos. En las personas, el temor al silencio da cuenta de la falta de confianza; si dos personas logran encontrarse las bocas, el verbo, los ojos, las panzas, luego de compartir algunos años juntos, el hueco florido del silencio logra versar acerca de la intimidad y la dulzura del mero estar cabalgando en el aire que respira su compañía. Por un momento creí que nos encontrábamos en mi cuarto a orillas del mar. Si hubiera extendido mi mano hacia tu mano, como lo pienso ahora en que te recuerdo, te hubieras disuelto como una palabra escrita en la arena.

Me contenté con observar la estrella de tu ombligo y me asomé a la ventana del aula que estamos construyendo en el barrio Malvinas con los compañeros del Frente y el MTD. Lo hermoso entonces traslució lo mas terrible. Primero fue la cara de Ramiro, a quien mataron una mañana del último diciembre de un balazo en la nuca tres vecinos a quien había robado la noche anterior, atrapado en el laberinto social en que nacen miles de personas que no encuentran una mano que los acompañe a salir de conflictos irresolubles en este tiempo donde se individualiza y reduce la complejidad de  problemáticas como falta de trabajo, de vivienda, drogadicción, hambre, soledad que termina en una salida destructiva al entorno y del sujeto, y donde se desresponsabiliza por sucesión histórica electoral, a las logias con sus lógicas ilógicas de trabajo vertidas desde aparatos gubernamentales que atentan contra la organización de los grupos y personas para el cambio social, invisibilizando de esta forma el compromiso que asumimos hace tiempo como seres políticos y humanos de construir desde donde es posible un mundo mas justo y alegre con la seguridad de que todo lo que uno da se multiplica. Visto el planeta desde un microscopio, deberíamos decir, pequeños pedazos de mundo que hacen al mundo.

La muerte de Ramiro fue el prólogo a la posibilidad de instalar en una de las esquinas del barrio una garita de gendarmería, situación que desembocó en una Jornada por la Integración a realizarse este sábado 12 de febrero, jornada que hasta el momento cuenta como la primera del año organizada por el Frente. Es necesario estudiar que existen las excepciones a la regla de la soledad y la escuadra para medir las palabras tallo a tallo la tierra irá cubriendo la luna con su sombra fue un escudo cuando las balas de goma de la policía daban cerca de la carne en el barrio Malvinas este miércoles por la tarde, cuando los amigos de Ramiro querían prender fuego las casas de todos los paraguayos, estabas ahí


los vecinos arrancaban árboles de raíz

para cubrirte

y a las piedras que arrojaban a los hombres azules

les crecían alas y picos como lanzas

que cantaban balas de colores,

y soplaban tormentas de polvo

acumulado en la memoria

de sus ombligos y de la madre,

evocaban al diablo dormido

en la costumbre del hambre

mientras los perros grises

dejaban la basura para bailar

junto a tus pies

que flotaban sobre dos ángeles de fuego.

Había en tu ropa restos de nube

y un arco iris sostenía tu pollera

de donde los niños sacaban flores y panes

con los que hacían muñecos y elefantes con alas

que se alimentaban de la flor del níspero

que llevabas en las manos,

amarilla calesita

que gira con la cuerda de tu sonrisa

y empuja a los jóvenes a luchar por la alegría.


Para esto el Frente pensó en organizar esta jornada con el resto de las organizaciones como el Movimiento Evita, CTD Quebracho, TyM, Movimiento Argentinos, Unión Malvinense, Iglesia Pueblo Nuevo, la gente de Vivienda, entre otros que se encuentran realizando en el barrio sus respectivos trabajos territoriales. Muchos pueden decir, “yo con la JP Evita no trabajo”, ah, claro, ¿y el desafío se reduce a la negación? Lo que se niega crece. El enceldarse en la seguridad de los discursos coherentes... pero si vieran compañeros como en el barrio las contradicciones que hay que profundizar le estallan a uno en la cara.

Si bien los afiches que fueron llevados al barrio para repartir en la mañana de este sábado pasado junto con el gasoil y el matapolillas para pintar los postes del techo para que no nos coman las maderas los bichos contenían sólo la información acordada en encuentros previos con el Movimiento Evita, parece ser que habrá problemas para entendernos dado que “el afiche no hace alusión al Proyecto Nacional y Popular”. Si supusiéramos que la palabra sola puede ordenar la acción, estaríamos de acuerdo. Pero a esto le falta mucho para ser un Proyecto Nacional y Popular porque digamos, en los barrios el panorama mucho no ha cambiado y no se visualiza aún un proyecto para las clases marginadas, excluidas, silenciadas por la mordaza de la periferia. Entre el extremo de quienes quieren hacernos creer que esto es una panacea y quienes afirman que todo está mal y reducen el trabajo a la cultura de la queja, se encuentran quienes como el referí de boley ve pasar la pelota de aquí para allá. Aún suponiendo que “el partido es el partido”, que tu rostro no admite olvido, como aquel país que perdimos, se acercan las elecciones y hay palabras, santas palabras que no pueden faltar, no hemos comenzado a buscar la solución de manera conjunta con los vecinos en un asentamiento donde tenemos el segundo pibe asesinado en dos meses; un problema que supuestamente nos preocupa, por falta de mención acerca del Proyecto Nacional y Popular que debe construirse andando si decimos, el Proyecto Nacional y Popular no será tal mientras pertenezca o sea capitalizado por un grupo de personas que se lo adjudique; un proyecto nacional y popular debe priorizar y detenerse, antes que en slogans, en la práctica concreta. La realidad no espera, camina adelante. Los niños no esperan, las mujeres no esperan. El hambre no usa reloj. Y en los últimos siete años en los barrios la gente  continúa viéndola pasar. En los días de extremos calor, desde el centro cortan el agua y el barrio entero se queda seco con sus niños en pata y la basura prendiéndose fuego mientras dentro tuyo un mar recubierto de piel sopla mi vela refrescando la noche incendiada y tus venas chorrean desde el cielo como truenos azulados que escriben a tinta en esta noche que se desangra desde el silencio


aunque no lo sepas, estoy de novio contigo

por las calles de la sed

tomo tu mano de viento

y anudo el brazo izquierdo a tu cintura de vapor

oigo tu última palabra:

“adiós”


grillo invisible de quien oigo sólo su voz

palabra de a caballo escapado de la calesita de tu sonrisa

llevado por tus riendas como una nube de rocío

el cielo no tiene fondo para los pájaros


ni la tierra límites para la alegría de los niños

andar de la mano con ellos es bailar contigo

que donde pisas cardos

crecen nardos.


Solo camino contigo.

Es posible acariciar fríos y solitarios,

esqueléticos aullidos de perros

guardarlos en el bolsillo,


junto el filo de tus labios

que adornan las cornisas,

el borde de las hojas,

y en el disco de la luna

tiembla el brillo de tu música.


Debo dar con el hacha de tu palabra

para cristalizar el cuerpo

en tambor o guitarra,

dar con tu verbo

en el falso hierro de los hombres

que desprecian las palomas

y se conmueven con los automóviles,


debo tallar con la rusticidad de tu sonrisa

el rígido hueco

donde se pudren las almas

de zapatos y corbatas

salgo a caminar contigo

por la calle de cuando era niño.


Así es que saldremos a fundar una nueva ciudad con sólo trocar los carteles de las esquinas donde se apagan los próceres por poemas que serán leídos en la plaza del pueblo. Serán poemas que harán que se levante la tierra debajo del asfalto y en su reventar dispare los autos en dirección al sol, darán cuenta de que este escribir no es un desperdiciado momento en el silencio del convento de las noches con tu eco hecho de cera quemando en las manos; nos agacharemos como un caballo frente a la hierba o el agua para crecer luego de quitarnos el carro y los hombres de encima; con el río beberemos peces de colores y con la hierba el rocío; recojeremos sonrientes el pan con los niños que se arroja desde los restaurantes, terminaremos las dos aulas en un barrio que no existe en el mapa de la ciudad. No hay qué temer si estamos arremangados. Ya tenemos treinta alumnos en un barrio del que se dice que son todos vagos que no quieren trabajar ni estudiar, en este patio de pájaros plantaremos un sauce que en su copa tendrá una perilla para la lluvia, creceremos bajo su ala; depositaremos un nido con gorriones en cada cajón de cada escritorio del planeta; viviremos como quisiéramos escribir o sea, simplemente escribiremos; nos sobra piedra y cuero para afilar contra el borde de la luna el hacha de los hacheros para que regresen mas temprano a casa y después llorar al pie de las cabelleras de los árboles sin pájaros derramados como sangre; antes de aprender matemáticas, ya habremos aprendido a levantar una pared; luego de aprender la gramática social la pondremos entre paréntesis semánticos y ajustaremos dichos paréntesis con una morsa, pero no colocaremos en su interior palabras, no no, sino abogados doctrinadores del silencio a costa de la ley y el orden con sus zapatitos de golf y sus mujeres avejentadas y vinagretas por tan satisfechas; periodistas en el mar de la cursilería letrada a que se presta la política serán devorados por el acontecimiento de un día indescriptible en materia de felicidad; economistas y contadores serán crucificados en signos +  y apuñalados con signos –; arquitectos que por sólo cambiar el auto o salir a comer afuera contratan trabajadores en negro venidos de lejos con su pueblo entre las manos muriéndose de tristeza, serán aplastados por sus propios edificios y, así, veremos que no es tan complejo desarmar el intrincado collar de perlas alrededor del cuello de la serpiente que nos entretiene con su cascabel y se aplaude cada día; seremos terrenales con los idealistas y soñadores frente a los meticulosos realistas; echaremos a andar por las calles de la empiria a los escribas disfrazados de revolucionarios y haremos escribir a los obreros para que los alfabeticen; por nuestras contradicciones, culparemos a la alegría y a la poesía, sin la cual todo sería tan estúpidamente feliz que caeríamos en la ignorancia; no seremos generalistas, no diremos que todos los peronistas son “verdaderos peronistas”, dado que ser “radical” tampoco es sinónimo de “extremista”; y considerando que los zurdos no encuentran bancos en las escuelas que les queden cómodos, la primer tarea será salir a convencer a los pájaros carpinteros a que se solidaricen con nosotros.

De la misma manera que muchos kirchneristas trabajan mas que algunos grupos de izquierda que reducen la transformación a lo testimonial junto a fórmulas y recetas de una ideología que por importada termina negando la cultura popular, la crítica de Barba Roja a Feuerbach y a los jóvenes neohegelianos cuando señalaba: “no alcanza con trocar la conciencia, se deben invertir las condiciones materiales de los hombres”, junto a su concepto de ideología “la producción de las ideas y representaciones de la conciencia se encuentran directamente entrelazadas con la producción material y la vida material de los hombres”, se ahoga en el tintero del olvido. La transformación y la organización  supone hablarse a los ojos, estrecharse el trabajo, compartir experiencias para invertir prácticas; la transformación y la organización será presencial o se transfigurará en nada histórica. En el mismo nivel de abstracción se encuentran muchos kirchneristas u integrantes de otros partidos políticos que reducen la participación a la enunciación, al voto, o a discutir frente al televisor o a un rico asado. Ya se a hablado, conceptualizado y escrito mucho compañeros, están las bibliotecas repletas de libros rojos para las cuales no nos alcanzan cinco vidas mientras en este momento hay mas de un kirchnerista con el pie en el barro del barrio y no menos de un “revolucionario” con el pie en la alfombra y en el diario reafirmando su


Idealismo Obtuso


Políticamente, el peor funcional

es aquel que no reflexiona

acerca de su propia funcionalidad.

Tal es el caso del hombre

que niega todo y deja,

en su lugar,

la nada elitista de que las masas populares

son incompetentes

como si solo los “expertos” estarían capacitados

para decir “lo que se puede hacer”

y “lo que se puede” siempre es “se debe”

por considerarse esclarecidos dirigentes,


se les debe preguntar

cuál es su referente empírico,

con qué realidad articulan

sus ideas porque

lo que se puede esconder detrás es

una subestimación a la capacidad

de transformación de los otros.


Por eso

se debe tener cuidado con ciertos

pensadores que no hacen mas

que extraer recetas de los libros.

En fin

se debe tener cuidado también

con la burguesía intelectual disfrazada de izquierda.

Continuando con la idea anterior, acierta quien sostiene que se debe analizar antes que actuar, pero que también sólo la práctica ordenará de manera coherente el discurso. Por esto he dejado de escribirte; además de que en tu presencia pierdo el habla y se me lengua la traba, si no puedo estar contigo qué sentido tiene desandar teorías acerca de lo que contigo haría. Sólo la inversión de este procedimiento de teoría-acción-reflexión podría anular el problema planteado con antelación. Para la formación, educación, transformación, se vuelve fundamental la presencia, la participación, la acción, y un lenguaje libre de nubes. Carlos Mariátegui no se equivocaba cuando decía que conceptos como los de plusvalía, ideología, mercancía, estaban lejos de ser comprendidos por los pueblos originarios y la realidad de los explotados. Y es necesario un lenguaje mas humano, emocional, cotidiano, problemático, humilde y solidario con la vida de los otros.

¿Debemos dar Inglés a los alumnos del Bachillerato en un barrio de tobas, bolivianos, peruanos, paraguayos? Surge un problema cuando se hace mención a la dupla lengua-poder; se podría decir que si una de las estrategias del poder es que no sea interpretado o aprendido para no poder ser transformado, o sea negado para seguir reinando... En tu caso por ejemplo, el ejercicio de negación me ha hecho reafirmarte en todas las lenguas y dialectos. El 70 % de los libros en el mundo se traducen al inglés; las canciones mismas, uno podría escucharlas toda la vida y sin embargo no aprender nunca inglés si no cuenta con formación previa. Tampoco ocurre que porque no se aprenda inglés se aprenda algo a cambio. Decimos de aprender Toba, ¿porque toba y no guaraní que también hay una comunidad paraguaya en el barrio, o quechua? Si ellos ya saben hablar toba, ¿qué les vamos a enseñar?, ¡aprendámoslo nosotros! Además, si uno pensara en ellos y se pondría en el lugar del otro, lo cual es imposible, y diría “necesitan mas esto”...

¿Cómo se dirá “ombligo” en Toba?, ¿y “soledad”?, Surgió el tema de la “utilidad” de la lengua ingledsa, y pensar en la “utilidad” es demasiado capitalista porque con la pregunta “¿para qué sirve el inglés?”, se podría formular este interrogante para la música, la literatura o la pintura. Se puede transitar por un colegio privado y católico a la vez y no aprender a decir mas que “off course”, y de esta manera afirmar todo. Nada asegura el aprendizaje y esto es lo atractivo en educación, romperse la cabeza para que ocurra, quizá, dentro de quince años. Si uno quiere generar valor agregado al proyecto educativo que uno tiene, hay cosas que están validadas socialmente y no se pueden negar. Negar no es complejo, lo complejo es encontrar la sustitución. Si lo que está en juego es no “dar” inglés porque no “les gusta” a lo chicos... ya sabemos lo que decía Freire, “dar” lo que uno quiere o lo que quiere sólo el otro es igual de autoritario. No se está “dando” inglés porque los chicos no quieren o porque no se los puede interpelar, porque no  es posible llegar a ellos, a que incorporen algunos de los contenidos que  son considerados necesarios; entonces, ¿no se tiene que “dar” inglés o se tiene que revisar la metodología?”. Luego está lo de capital simbólico, porque uno lo aprende en otro lado, por la clase social y el posicionamiento de donde uno viene, pero hay personas que no tiene esas herramientas básicas cercanas, y que si no las aprenden en la escuela no las aprende en ningún lado.

Hay miles de personas haciendo patria desde lugares invisibles mientras otros tantos se desgranan en discursos al interior de ministerios o construyendo monstruos opositores que ya están derrotados antes que se tire la toalla, reduciendo la participación política a discutir en livings o oficinas, lanzando la fórmula del partido lejos del barrio en fuentes repletas de canapés. Que el Kirchenerismo en la mayoría de los casos es la opción mas potable cuando uno no se encuentra organizado, es casi seguro. Por eso muchos sectores de izquierda debería salir del aislamiento en que se posicionan a sí mismo al hablar lenguajes por fuera de la realidad latinoamericotidiana, al poner cercos de coherencia en un contexto donde la gente está buscando espacios de participación y terminan siendo devorados por la estructura, en salir del lugar esclarecido en que se posicionan de vanguardia iluminada; la vanguardia puede estar en el otro, en el enemigo incluso. Hay mucho “lumpenaje” en los barrios como para continuar disertando acerca de la revolución proletaria. Por la situación histórica que nos toca en esta hora incierta ¿No tenemos mas puntos en común con la revolución mexicana? En cuanto a las propuestas de achicamiento del Estado de parte de algunos grupos que quisieran borrarlo para instalar un puñado de corporaciones al estilo Mussolini... sólo con pensar que quienes necesitan del Estado son los que menos tienen nos da la pauta del lugar que ocupan los chimangos a que es necesario disparar.


Se ha invertido el concepto de libertad

si millones de trabajadores son echados a volar

mientras los aviones llenan

sus estómagos de empresarios

y aquí nomás en argentina la seguridad

se traduce en temor a la injusticia

y votamos gavilanes con dinero

que no necesitan del Estado.


Si la libertad es sólo una palabra,

entonces debemos reescribirla.

Discutirla en las calles, entre copas,

mates, sábanas y madrugadas,

reclamársela a la tele, repensarla en la escuela,

susurrarla en la iglesia.


Mientras alguien quiera ser libre

y no tener límites en las ganancias

deberemos reconstruir

la consideración del otro que ha heredado la nada.


Si la libertad en el juego asociativo del lenguaje

permite confundir el comunismo con el consumismo

y los universitarios utilizan

el análisis económico científico de Karl Marx como una receta

y allá lejos el congreso yankee

acusa de rojo al presidente Obama

por sólo mencionar un seguro universal para la salud

mientras se mata, roba y viola en Afganistán;


y si nuestra libertad tantas veces trazada por los ideales del norte

ha sido desplumada por el hambre y el racismo,

la competencia y el individualismo disecante del capitalismo,

entonces, debemos fundar nuestra propia libertad.


Una libertad más solidaria, microscópica

y humilde que permita crecer junto al otro.

A cada respiro se infla el futuro,

y en la maraña selvática de profesionales

artistas, dirigentes, obreros

que trapecian el mañana ignorando este circo

quisiéramos saber qué contarán a sus hijos

acerca del jugar cada cual su propio juego.

               

El país no ha cambiado demasiado en los últimos treinta años en que ocultada la dictadura de sangre, fútbol y mercado, radicales y peronistas se han disputado el poder sin resolver en lo escencial los problemas. Es necesario confesar un miedo: hipotéticamente, si el kirchenerismo perdiese las elecciones, ¿tendrán fuerza los kirchneristas para asumirse? ¿se irán y construirán desde afuera o se mimetizarán con Duhalde?

El año pasado dimos clases en el comedor, y cerca del verano debíamos salir al patio para respirar un poco de aire y entorno de chapa y madera, niños y perros pelados. Teníamos afuera una montaña de arena como para dos mil relojes (la arena, como el árbol, siempre recuerda la niñez), ladrillos y bolsas de cemento. Teníamos, o sea, nuestro mar de sueños y expectativas por continuar viviendo en la ficción de que estábamos levantando una escuela sin los dispositivos típicos tales como la campana, la bandera y la foto de Sarmiento. En estos días llegarán los bancos donados que habrá que limpiar y mientras terminamos el techo, iniciaremos las clases en la cooperativa de panadería del MTD. Recién para diciembre teníamos medio contrapiso al que dábamos avance los fines de semana y las cuatro paredes, dado que nuestra semana estaba ocupada con la asamblea de profesores, la asamblea del MTD, la planificación de las clases, las reuniones de área, las clases, ir a buscar a los alumnos para que no abandonen, en pelearse, reír, tocar, escribir, leer, estudiar, humanizarse silenciosa y quedamente,


                                                                   No, no lo sabemos


Aquí cerca

cuando la lluvia cesa

la tierra se raja

un niño llora lejos

y una madre trabaja.

las plumas crecen y las aves vuelan

entonces el árbol descansa.

Una mano se estira indiferente

y un perro se ilusiona.


No, no lo sabemos,

el pasto crece por arte de lluvia

sobre el fuego que se esconde

bajo la tierra que se amasa.


Un niño juega en el jardín

mientras su abuelo vive en la cama

un árbol se da cuenta

que a perdido sus pichones

cuando la tormenta escapa

y en la calle un hombre gris

persigue a un perro indiferente.


No, no lo sabemos.

El día guarda en su palma

la vida nimia, las cosas que pasan,


desvelarse en cada esquina con tu ausencia, oír tu voz en el filoso trinar de los pájaros y viajar en dirección al mar sin esperar encontrarte, sin lograr cautivarte, ver todo esto en el escenario de tu cuerpo al interior de tu ombligo, como detrás de un telón, y aplaudirte la espalda antes de despedirte sin disculparme por tontamente existir. Y correr. Correr con los perros como si se tratara del último día de esta vida de arena en que se hunden tus piernas.

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