lunes, 30 de mayo de 2011

Tu sombra y tu espalda


Hoy vuelvo de viaje
harto del esmero que pone
tu ausencia
sobre la mesa de la vida
el pan es blando cuando estas.

Y no fue posible suicidar
tu recuerdo desde la montaña
porque flotabas al sol
y cerca de la mañana crujía
tu pasado como un amanecer

Ni arrojar al mar la luna
que tenía en el bolsillo dormida
dentro de la mano entre tus piernas
con sus dientitos de leche
y su calor sin fondo

fueron estos días un oasis
de camellos sedientos y cuervos
dándo en los ojos
y ahora hay que leer el mundo
con la planta de los pies

lo que pasa bajo la tierra
lo sabe tu sombra y tu espalda
que pueden escuchar lo que gritan
en la oscuridad los amantes del amor
que ven en las hojas del otoño
las mariposas de la primavera.




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