miércoles, 4 de mayo de 2011

Hundirse infinitamente en tu fría cuadrícula muscular
como así alguna vez ocurrió en tu corazón,
creer que es posible dar en tu interior con el árbol perdido
cuando se era niño
no pasaban estas cosas
tener que pedir algo tan pequeño con tanto para dar
atento a la primavera
nos sorprende el amor en el tronco del otoño
el amor cuando no era una palabra
tenías la ternura y sinceridad de un loco.
La ciudad es dura
con los perros
desaparecieron familiares, cenas y hermanos de otros hermanos.
Quedabas tú al final de la noche
y a mitad de camino
te rompes así
Y dejas estas semillas en las manos
que nos sé si son hijos o flores
que nunca te podré dar
¿de esto se trataba el verbo sin verbo?
¿amar?
de mirarse como pájaros tendidos,
crecer en el cielo y dejarse morir en pleno vuelo.



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