jueves, 23 de junio de 2011

Rastros



Donde la copa de un árbol se perfuma
por la flor que aroma desde el suelo
y un pájaro afilado
cruza la sangre del atardecer,
el silencio con su siesta arremolina en los corrales
y la luna petrifica con su pálido andar.
Donde un hermano perdido
dibuja su sombra al atardecer.
y la calma del pueblo se tiende a descansar en la cama
para detener un respirar.
Donde la infancia va quedando dormida
en un rincón del comedor.
Donde la mesa se persigna y desviste
de su savia anterior.
Donde se mueren los sueños
y vuelve tierra el amor.
Donde habita la muerte están tus rastros
y el galope de tus caballos 
lejos de vos.


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