Salvo sentarme a extrañarte
en el círculo del tiempo
no tengo deberes para hoy
sólo recostarme en la cama
que tiende el espacio
con tu azulada extensión.
salvo por el fuego
que infierna la noche
persiguiendo tu risa
y de no ser por el agua
que inunda los rincones
del alma con tu brisa
los contornos de este mundo atroz
serían de barro y ceniza.
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