y miro pasar los años a través de tus cabellos,
que se caen como esperando
que los sepulte el invierno
donde tus manos de ayer eran pañales de trapo
envolviendo una criatura en un hospital sin cuna
lo que para mi era una hermana sin aliento y sin ventura
para vos era la luna
y aunque a veces no te pueda acariciar como a una fruta
o recomponer tu ánimo igual a un juguete viejo
que se sobrepone como un caballero
en este campo de batalla donde se multiplican muertos
es posible galopar en alas de la brisa sin edad y sin peso,
alegrarse con tu vino ese que te baila dentro
o escribirte un verso claro con las memorias del viento
que acaricie tu ala como el sol a los camellos,
sedientos de barriletes danzaremos
como un diablo danzaría en un convento
es hora de celebrar el pasado caminar, detenernos a mirar
lo hermoso que está este pueblo con sus silencios de lobo
la primavera y el monte donde nos vieron corriendo
la soledad, sus destierros, qué viejos están los viejos
más viejos que aquella esquina donde se oye tu fuego
igual al eco de una canción
una coreografía de hermosas criaturas
va juntando las plumas que perdemos camino a la luna
nuestro amor hermano es un continuo pedalear
entre las nubes, bajo y sobre las nubes, vuelo
hacia un pueblo diminuto con olor a enero
donde una mujer amarilla con voz de pastel
y la sonrisa puesta en la infancia
se peina y desviste frente al espejo
de los pájaros que en la calle se desmayan por su cuello
hasta el escote por su ombligo
bordean la espalda hasta sus nalgas
donde termina el mundo y comienzan los ensueños
cerca del monte se respira tu aliento
un niño muerde una manzana montado en bicicleta
mientras a sus espaldas la tarde
se cocina como una mermelada
el viento rueda y muere en el cordón
de su boca escapa un gorrión
de su boca escapa un gorrión
ronco de nombrarte me pierdo como un mudo ante el silencio escucha
es de noche ya en el pueblo que se duerme en el alcohol
es de noche ya en el pueblo que se duerme en el alcohol
tu voz en cada rincón de la terraza
te busco
como el tango a la guitarra desde donde habla tu canción de pasto
donde me recuesto a respirarte
porque desde abajo de la tierra se agita tu nombre
con la fuerza con que retumba una flor
¡qué sencillo es el amor!
está de nuestro lado
como un pájaro un aromo tendido,
estás hermano más loco que el amor
por eso te amo con paciencia
a pesar de no tener tiempo
miro pasar los años
a través de tus cabellos
que se caen como esperando
que los sepulte el invierno.
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