miércoles, 30 de abril de 2014




Con el ombligo en la tierra

Mi madre fue una perra que juntaba a sus hijos en un abrazo 
y decía huelansé
luego nos limpiaba con su lengua de cebolla y vino el ombligo y las orejas 
con canciones húmedas a los gritos por la casa 
pues había que reescribir las prolijas tintas femeninas enseñadas en la escuela
y la efectiva ortografía de las vidrieras donde no se refleja el arco iris. 
  
Creo nunca ofendió a nadie con sus aullidos salvo a la noche fulera 
cuando le faltaba el vino para dormirse detrás de sus semillas 
y a las estrellas por reír como un caballo y hacerlas temblar 
o leía en voz alta a orillas de la cama incluso para los niños sin zapatos 
que habitaban aquel mar donde flotaba nuestra tierra insurgente

afirmaba la maldad es hija del abandono y sólo se ablanda con palabras y caricias
para al otro día despertarnos con canciones subir las persianas
y callada con la amanecida irse al trabajo
hacerse el hombre y derrotarlo
sin necesidad de pelar nunca su cuchilla de vapor y aceite 
o su dulce teta maquiavélica de leche potenciada en ríos de mariposas

mi buena madre perra fue tres veces Reina de la Primavera 
por su belleza de otoño y su filosa mirada de invierno en alientos de verano
vivió un tiempo donde los autos eran menos veloces 
las casas menos caras y los arroyos más claros
la escuché decir sin pronunciar una palabra yo fui pobre
lavaba la ropa a mano en el patio dándole bomba a la vida a los diez años
y entre paredes de barro leía a vela páginas anaranjas 
y por eso ahora usa lentes donde vemos como detrás de la ventana
del comedor crecer el pasto blando y verde de sus ojos 

sin haber estudiado en la universidad tuvo la coherencia de sintetizar
proyectos políticos con la economía de palabras que da lo sentimental
recuerdo dijo cuando yo era chica se veía menos modernidad y menos miseria 
de seguro éramos más parejos
porque cuando elegís y el dinero está en el medio 
aunque no lo veas tu mundo girará una tuerca más hacia la derecha 
y para ser hombre es necesario salir del hombre no te olvides 
el corazón queda a la izquierda junto al tango del comedor 


mi vieja dijo la familia es una circunstancia al igual que los amigos
porque el mañana de la historia o sea el futuro que no existe
se ocuparía de ejercer esas palabras suavemente
como una actriz desnuda callada y ausente al escribir una carta
mi madre fue perra caballo y también paloma
porque incluso en sus días de lluvia y épocas de tormenta
cada vez que la visitábamos nos echaba del nido 
empujándonos con las alas.

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