miércoles, 5 de marzo de 2014




KorimaCuba

Es necesario escribir con la nocturna tinta del pulpo 
a orillas de la muerte y antes de reventar al sol:
hermano descifro en los ausentes tu sonrisa azul. 
Mujer de ojos en los pies no me verás pedirte quédate

a mi lado prefiero verte elegir
mientras una mariposa cose estos labios
con hilo echo de sangre de atardeceres rotos
donde crece la flor de la convicción y la ternura. 

Sangre reseca que obtura los fusiles
de las almas enterradas al borde de la carretera 
bajo candelarios de cemento fueron estas almas 
alguna vez hombres ahora de bronce y tierra
y no mi alma aún recubierta de carne y viento
quienes detuvieron a los soldados verdes de armas largas, de piel rosa y hocico corto enviados para aplicarla receta financiera de fundar Haitís y chiqueros de hoteles de lujo y muchachitos sin escuela u hoteles sin escuela y muchachitas de lujo.

Digo que ahora sería urgente madre 
en un último grito de talón
inaugurar una biblioteca juntos en Cuba saborear los libros de la lengua
y ordenar este texto borracho caótico pobre homosexual
antes de escribir a quien merecidamente no me ama:
la noche en la sangre sin tu abrazo
es un pulpo en el alma precipitada al fondo de la vida.
Del mismo modo que es urgente escribir: está comprobado, sólo la revolución junto la desmitificación de los sueños inyectados desde el exterior pudieron liquidar el hambre 
en este rincón, es además suicidamente ridículo pretender ser más poético que Yenier cuando contesta con las manos negras en los ojos negros, mientras masticamos el chicharo el plátano, el arroz calcado día tras día, con la diferencia de que yo lo haré unos meses 
y él toda la vida “chico, tu mejol devolución si quieles que te enseñe a leel música no es el dinero sino que tú aplendas” sin saber, 


que estas cosas fueron aprendidas por las calles de su gente 

con el sudor de la espalda salada de mar
acudo entonces a un Luis de perfil más delgado que su guitarra
y recibo a cambio la moneda “oiesere yo nunca cobré a nadie por enseñar.” 
¿Y tú Iojiel qué dices?
“No no nada de coblaly esta noche misma 
después de cenal cuadramos la mecánica.” 
sin saber que estas cosas fueron absorbidas también en casa 
con la leche del pecho inicial 
y ahora reafirmo en el mármol 


de aquel primer día en la noche cuando Gretel y Cuco, Iojiel junto a Eduardo y Surai, cargaron junto a un piano en una nave espacial a las puertas de la Televisión Educativa en La Habana y trajeron a este vientre multicolor de bailarines,actores y músicos conocido como Korimakao que significa “hombre con la casa a cuestas” y ahora me danza en las tripas. Hablo de aquella noche en que esperaba sentado en el sillón de la sala en tanto un negroo acaso blanco limpiaba el piso. Cuando de pronto gatilló en los ojos sin que mi boca pregunte nada, “este piso es de la época cuando mandaban los malos”

recuerdo aquella noche de dientes blancos
no por este negro tan claro sino porque fue cuando otras sangres entraron en mi piel. 
En adelante el reloj puso fin a los días que nos separaron con Iojiel, Luis, Hitme, y Yenier, nos encontramos sin conocernos nos hablamos, y pregunté a Yenier por su bajo de seis cuerdas regalado en que tengo enredados silenciosamente los oídos. Dijo “mushasho no lo puedo hacel sonal, no consigo batería y son caras nueve dólares.” E inmediatamente el peso de que no me quieras cobrar con toda su vergüenza histórica me ahorcó la lengua pues aquí sí que no vale el sin saberYenier, en mi país sobran instrumentos musicales igual a televisores, autos y computadoras, pero pocas personas por tenerlos sonríen en agradecimiento al arte y pan de cada día con un piano en la boca
una guitarra en la frente una trompeta en el alma
algo perdí ayer quizá haya sido la cordura 
cuando subiste al carro en marcha tirado por dos caballos
y te rompiste uno de tus pies anchos por juntar mis cosas. 
Regresábamos de Playa Larga y sobre la madera con ruedas 
las estrellas eran botellas de ron vacías tomadas en el mar 
con el agua hasta el pecho junto a los muchachos y muchachas
ahora recién llego y te encuentro negro 
dormido igual a un ángel expulsado del cielo 
tapado con una frazada tejida con barbas del 59`
observo por la ventana los niños inmensamente felices 
releo a lo lejos los periódicos

Esta vez me alzó un hombre un niño un caballo. Supe por ellos tres que en los próximos tres meses La Ciénaga de Zapata vivirá de los cangrejos. Vienen de lejos y utilizan la noche para atravesar kilómetros de monte y pantano donde habita el cocodrilo que hoy comimos ilegalmente
la humedad íntima de una amistad sin testigos
en esta tierra donde la existencia es una camioneta ocasional
inflamada de músicos bailarines actores besándose tocándose
mutuamente de vuelta del mar rodando bajo las palmeras 
en un viaje profundo donde “sabes los cubanos vivimos el presente”

y hacia el futuro creo haber perdido los párpados 
creo también que me han jodido la vida 
y en adelante siempre llegaré eternamente 
hacia el pasado si es que mañana me voy
seré cangrejo nos encontraremos detrás de los montes de sal
y de los pantanos del tiempo ensordecido de azúcar y silencio 
de labios descocidos y atardeceres rotos 
donde aún nace la flor de la convicción y la ternura.

“El arte tiene un mismo elemento; y sin saberlo, va siempre al mismo objeto. Parte siempre de los hombres. Va siempre a mejorar a los hombres por la emoción, sin sentir que mejora. El arte es la creación de lo divino, la revelación de lo extraordinario”. (José Martí)

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