lunes, 10 de marzo de 2014



El corazón es una rana roja en salto hacia el verde futuro 
creciendo en los libros del alma
hacia allí donde se encuentra escrito un amanecer de niños 
a salvo de un cielo de plástico
rescatados por ángeles refugiados en trincheras de sol
con sombreros de paja a orillas de la playa
amaneció el hoy abarrotado de compartir cada pedacito de mar
por más pequeño que fuese
dentro de un país de pan

esto tuvo inicio el día en que se democratizó la raza y el sexo
y estatizaron hasta los caracoles
la digestión y la columna vertebral
para que los fracasos individuales comiencen
a sentirse una responsabilidad colectiva
y la sangre un ave sumergida en el río
a contracorriente de lo establecido

en el reloj incomprensible del tiempo
sólo la matemática del valor multiplicado sabe
cuántas lenguas gimieron de dolor porque no dividiesen la patria
entre los que tienen y quienes no se tienen siquiera a sí mismos
en horizontes de entrega hacia el azúcar negra
antes que el peso del plomo caiga sobre los párpados del encierro

por impedir la miseria se les meta a sus mujeres
bajo las uñas de los pies en la leche en el fuego y en el útero
y luego hacia la tierra del alma de esta niña isla pequeña y rebelde
con tantos defectos como riesgos cometidos
por ser soldado de la sangre y de lo humano
que cicatriza en la historia día a día lejos de Wall Street
y los precios discutidos en Chicago
mientras las agujas detenidas del dinero
degüellan en silencio la voz de los niños
en miles de barrios afónicos del caribe y Sudamérica
sin plazas donde educarse y escuelas donde jugar

mientras esta noche ebria se conmueve viejo Pipo
hay un padre a quien le debemos la piel profunda en espejos
y el sudor de arena bajo las estrellas
que alumbran el destino de vivir el presente
como única salida al laberinto del consumo
por la risa de tus ojos adivino la urgencia
por armar la cuna de nuestra recién llegada Cris Anhara

en esta isla donde las niñas crecen más sanas que el niño Jesús
y que no pudieron crucificar los singados willis del norte
dedicados a ajustar aún más los tornillos del dolor
en el Período Especial cuando a pesar del hambre papá
Fidel logró sostener la unidad nacional
en aquellos años desvelados de ajo mango y ron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario