viernes, 15 de junio de 2012

Carta número 13


Algo debemos haber hecho mal con los niños si cuando se hacen hombres salen a beber agua de los ríos artificiales de los cabaré. En algún bañado sin sangre debemos haberlos bendecido, es muy difícil saberlo, pero algo mal debemos haber hecho. Al nacer, cada niño del mundo debería pasar por los ojos de tu compañera Paula, la hija del gordo Jaime.

Fue en la última charla antes de tu viaje, alumbrábamos con los ombligos la pieza de tu casa, pasamos el último domingo entre velas seleccionando canciones y nombraste algo, no recuerdo bien pero hiciste un paralelismo entre ir al zoológico e ir al cabaré, la virilidad del hombre por dominar la naturaleza (el amor a la madre) semejante a imponerse sobre cualquier mujer, de la conversión del amor en desprecio, autoridad, del machismo como un retorcimiento del ombligo que une a los hombres a la madre, una  distorsión de la maternidad, el resultado de no haber resuelto el desapego. Hablabas de los hombres que coleccionan  vaginas y las cuelgan en los oídos de sus amigos como extensas paredes sin fondo desde donde del otro lado golpea el hombre que no dejan salir. También allí, al agujero que esconden dentro suyo, arrojan a las mujeres que ejercen la libertad, ellas hacen el amor con su verdadero hombre, ¿cuándo tendremos imaginación para poner plumas a las mariposas u oír una alondra y remontar un elefante? En más de una ocasión, estas palabras tuyas asoman sus piernas desde mi garganta, se suben las medias, se sientan en mis labios, sonríen, estás conmigo cuando ellas se peinan.    
Se escucha a menudo, las mujeres están en el cabaré porque les gusta. Quitar a un lado lo emocional es fácil cuando los sentimientos puestos en juego no son los de uno. Aquí cada cual duele por su lado y así tratamos al mundo. Creo que la explotación se reproduce en la materia pero antes en el orden de las ideas y la conciencia… disculpá estos riesgos pero el problema consiste en negar en lugar de intentar comprender, y se niega lo que no se siente, intentar comprender porqué la fatalidad del hombre es el miedo, el miedo que genera correrse dos pasos para que el otro pueda abrir las alas y entender los motivos de su vuelo. Mirá esta palabra, con-ciencia. Con ciencia no se ha llegado a mucho. Hombres y mujeres que desconocían la lectoescritura han ido más lejos que la Biblia, incluso comunista. ¿La conciencia existe? ¿Quién puede asumir que se encuentra en ella? Hombres sordos para dolores mudos. Los haría parir por el pene, les deseo un aborto por el pene con agujas de igualdad. Irán al cabaré en una de sus noches sin estrellas, se encontrarán con su mamá o con su hermana, se encerrarán con su compañera de trabajo y ejercerán su hombre como si nada pasara en el cuarto contiguo. Sexo drogas y rocanrol, un tierno slogan para que los adolescentes socorran los silencios del corazón. Sí. Es el pánico al lobo del amor. Sí. Es el colonialismo político que nos han clavado dentro. Pero el viento de las mujeres barrerá con sus banderas. Ocurre que por reducir la problematización a lo visible se diluyen los elementos no materiales de los fenómenos sociales. Los fenómenos sociales. ¿Porqué no se van a la re puto que los reparió? Hijos de puto. Amo este insulto.

Existe una frase en uno de los muros del compañerismo que leí noches atrás, “el hombre nuevo no va de putas”. Supe por Federico que nunca entraste a uno, los motivos los explica el crecimiento de la ternura en tus manos y la vergüenza eterna del beso en la mejilla. El relato de tu primer beso en la capilla de la escuela donde te llevaron engañado me humedece en tu pasado, ¿a quién le diste un beso Ernesto si con lo tímido que sos encima enamorado tartamudeás, tus palabras son tus trampas, incluso al escribír cartas tropezás? ¿a la virgen? Perdoná que me ría, también las mujeres se rieron cuando descubrieron que la liberación material del marxismo pasaba sólo por reducir la explotación de la mujer a la lucha de clases pero luego de “liberadas” de las cadenas materiales evidenciaron que con esto no alcanzaba, porque incluso el lenguaje con que eran nombradas era masculino, fundaron los estudios de la mujer, luego los estudios culturales (¿se llamaban así?, no recuerdo, no viene al caso, muy lejos está la precisión conceptual de la maquinaria para labrar la libertad. Porque una cosa es la ideología y otra muy distinta es la lucha. Hablar-leer-hablar, la prostituta tríada que aletarga el tiempo descansa en almohadas de palabras y cómodos sillones de papel de libros. Siento hemorragias en cada esquina del cuerpo cuando pienso en esto, perdón nuevamente).
El viernes me llamó Juliana para ir a grabar unos separadores a Nini por el día de la madre boliviana. Estaba a punto de salir para Malvinas porque Claudio me escribió que quería saber qué significaba una palabra y a armar un bloque del programa que comenzaremos este lunes con Dante y se llamará Ensalada Mixta, a Dante se le ocurrió dada la violencia desbocada en el barrio las últimas semanas, hacer un bloque sobre discriminación, un bloque donde quienes lo escuchen puedan pensarse un momento frente al otro, en el aire de la radio al menos, respirando el mismo aire. Al ratito que corté con Juliana me escribió Aleja, a ver si al otro día iba a estar la radio abierta en la jornada del barrio Malvinas (sabés que me fui a vivir cerca del barrio para poder ir cada día y tener un patio para los perros, me queda muy lejos del trabajo pero muy cerca de mis expectativas), yo recién salía de la Mesa del MTD y me caía esto en la cabeza. No se puede explicar la experiencia de armar un medio de comunicación en un asentamiento en el marco de una organización, cuando escriba el libro, se llamará “La Embarriada, una radio comunitaria entre las necesidades sociales y las expectativas políticas.”
Todas las semanas es así, ¿cómo salís?, si cuando salís a buscarlo a Claudio lo encontrás con cara de negro santo a quien se le ha acabado el pan para compartir y continúan golpeándole la puerta, sentado sobre un balde bajo el cielo opaco del otoño en un barrio olvidado dentro de una de las aulas en construcción que están levantando los compañeros y compañeras del Bachillerato. ¿Qué quiere decir “exhumar” Ana?, me preguntó, Nos encontramos con Aarón y estuvimos en casa hasta las cinco a esperar a que llegara la hora de ir a Nini. Claudio revisaba el diccionario saltando de una palabra a la otra, su palabra era para una de sus canciones que desentierra como puede. Exhumar.
Ah, me olvidaba, el lunes estuvo un compañero de venezuela, Héctor, recorrimos el barro en silencio, tomaba nota de cada cosa, dato, imagen y luego de conversar preguntó cómo es posible que tan cerca del centro el paisaje en los barrios de la Plata se empalme con el África. Las lágrimas no lloran. Mirá, en mi trabajo por ejemplo, la agenda informativa es impuesta por la tele y los diarios. Pero hay otros diarios que se escriben a nuestros pies y son estos que te escribo. Hay mucha ceguera, saber significa angustiarse y sentir quedarse solo. Por eso respeto a las personas que hablan del trabajo realizado y no que discuten con los grandes temas como si fuesen ministros. Los hay de la izquierda, de la derecha y de ningún lado. Los escucho y siento un vacío similar al desprecio. ¿Está mal? Díme con qué sujeto político trabajas y te diré en qué mundo quieres vivir. No me molestan los discursos, lo que quiero es ver su referente empírico, porque si el sujeto del discurso es el discurso mismo, caemos en la recursividad y de aquí a la reproducción no hay distancia. Y en las universidades los fenomenológicos sociales coleccionan papeles. Por esto a mis niños no voy a darles una tele sin que me la pidan de la misma manera que no se las voy a negar cuando lo hagan, una y otra posición son lo mismo. Cuando me la pidan les diré “aquí está”. Y conversaremos. ¿De qué sirve estar informado cuando estarlo o no estarlo puede significar lo mismo, o sea no participar? Desde que se confunde estar informado con participar la pobreza crece al ritmo de la información. A mayor información, menos participación, a menos organización, mayor pobreza.
Así, en treinta años de peronismo y radicalismo, la realidad de muchas personas continúa detenida en un parto a medio camino, como un niño que queda atorado por el cuello y la madre que somos todos le aprieta el cuello con su vagina para que no respire y de pronto, quienes pasan y miran cómo muere, se despiertan de que aquel niño era también su niño. Quisiera a quienes dicen paciencia ponerlos en este lugar, tendríamos entonces por un lado a quienes se encuentran con su madre en el cabaret y seguirían con la idea de que la mujeres están allí por que les gusta, dándose la mano con quienes tienen paciencia después de levantarse cada día de su vida durante varias vidas en un asentamiento.
Bueno, fuimos a Nini con Arón y Claudio, yo pensando en vos, hicimos un pequeño taller donde los ejes que pudimos sacar del pozo fueron el valor de la mujer, tierras fiscales, cómo resolver la inseguridad sin llamar a la policía y el transporte. Les tocamos en el charango la canción “Cuando nace la amapola” de Williams Centellas, y que piensen en mamá. Mirá cómo trabajan las coincidencias con los desencuentros que una de las mujeres cuando llegamos estaba leyendo un texto de Jorge Huergo, acerca de prácticas, y pudimos articularlo con lo que íbamos conversando, sintiendo y pensando acerca del valor de la organización. Jorge no está con nosotros, de las personas hay que saber tomar lo bueno porque aquí, nadie se puede comer entero. Extraño mucho a Jorge y las luces que encendía en cada clase cuando estaba de ayudante, luego me puso al frente de una comisión, me dio una oportunidad y la perdí pero él va conmigo, no creo lo sepa, varias veces le dije, sus clases parecían una misa donde cada palabra era bendecida con el bálsamo de quien estuvo largo tiempo en el silencio de la escucha. Le debo a Jorge más de un pensamiento.
Salimos de Nini a las nueve de la noche, debía levantarme a las siete a editar los audios siq pretendía llegar a la una del mediodía, uno también tiene eso que le dicen vida y esa noche me acosté tarde. Pero tuve que ir a la radio de Malvinas a las ocho a buscar un cable que me faltaba, allí encontré unas sesenta personas convidándose piedras y tiros, echaron incluso a la policía que regresó una hora mas tarde disparando balas de goma como estrategia para calmar las cosas y se fueron. El mundo del otro no existe cuando uno no está en él. Edité lo que pude cuando volví a casa, Meli dormía, a la una pasaron las compañeras a buscar los audios y a las tres teníamos la radio, otra vez, era sábado y el tiempo corría a contramano de los sueños, quedaba el domingo para ver a mis hermanos o irme al río con los perros a lavarme los pies en el alma, porque llegaría el lunes y después del trabajo debíamos ir al Ministerio de Desarrollo a cortar la calle pidiendo levanten el recorte de los PTA, los Proyectos de Trabajo Autogestivo que sirven como refuerzo salarial a los sueldos enanos de las cooperativas y también para sostener proyectos con jóvenes en los barrios tales como el de la radio en un intento porque no pasen estas cosas. Lee esto. Desde las oficinas del ministerio nos tiraron yogur, un huevo, habíamos mujeres con niños a la espera de una respuesta y estas cosas que a muchos les sobran caían desde el cielo del desprecio, hombres o mujeres sentados en una oficina relativamente cómoda habitada por computadoras arrojándonos comida, el flaco Guillermo gritaba que “si van a tirar un huevo, al menos lo tiren duro”, la verdad no sé cómo escribir lo que patea adentro, vos sabés que papá fue presidente del bloque de legisladores y yo podría estar del otro lado. Pero una mujer no es un cargo y un sueldo bien pago no alcanza para llegar a fin de mes con los sueños, y de ahí a darme cuenta que el taller de formación sobre recursos, minería e YPF que tenemos armado hace dos meses no lo podemos hacer porque la asamblea está bastante abajo, ahora dos semanas seguidas que estalla la violencia en el barrio como una granada en la cara roja del corazón y a ver cómo generamos escenarios donde la gente se encuentre y reconozca entre sí, además de sostener la radio día tras día, participar de las instancias orgánicas con compañeras y compañeros que tienen los ovarios mas grandes que testículos (porque no tenemos huevos, tenemos compañeros y compañeras), en fín, son las seis de la mañana y me desveló tu sonrisa, sentía alguien tocaba mi mano, esa sonrisa que yo sé, vos sonreís harto de tanta pena, es una gimnasia que lograste, el estar bien, en un intento por estar bien, te extraño guachito mío, esta foto de Rogelio es de una tarde en Mansión Obrera hace unos seis años, estuve con Hugo, Sergio y Wichi en el último corte y me dijeron que está bien. 

                                                                              Anita.


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