Algo debemos haber hecho mal con los niños si cuando se hacen hombres salen
a beber agua de los ríos artificiales de los cabaré. En algún bañado sin sangre
debemos haberlos bendecido, es muy difícil saberlo, pero algo mal debemos haber
hecho. Al nacer, cada niño del mundo debería pasar por los ojos de tu compañera
Paula, la hija del gordo Jaime.
Existe una frase en uno de los muros del compañerismo que leí noches atrás, “el hombre nuevo no va de putas”. Supe por Federico que nunca entraste a uno, los motivos los explica el crecimiento de la ternura en tus manos y la vergüenza eterna del beso en la mejilla. El relato de tu primer beso en la capilla de la escuela donde te llevaron engañado me humedece en tu pasado, ¿a quién le diste un beso Ernesto si con lo tímido que sos encima enamorado tartamudeás, tus palabras son tus trampas, incluso al escribír cartas tropezás? ¿a la virgen? Perdoná que me ría, también las mujeres se rieron cuando descubrieron que la liberación material del marxismo pasaba sólo por reducir la explotación de la mujer a la lucha de clases pero luego de “liberadas” de las cadenas materiales evidenciaron que con esto no alcanzaba, porque incluso el lenguaje con que eran nombradas era masculino, fundaron los estudios de la mujer, luego los estudios culturales (¿se llamaban así?, no recuerdo, no viene al caso, muy lejos está la precisión conceptual de la maquinaria para labrar la libertad. Porque una cosa es la ideología y otra muy distinta es la lucha. Hablar-leer-hablar, la prostituta tríada que aletarga el tiempo descansa en almohadas de palabras y cómodos sillones de papel de libros. Siento hemorragias en cada esquina del cuerpo cuando pienso en esto, perdón nuevamente).
Fue en la última charla antes de tu viaje, alumbrábamos con los ombligos la pieza de tu casa, pasamos el último domingo entre velas seleccionando canciones y nombraste algo, no recuerdo bien pero hiciste un paralelismo entre ir al zoológico e ir al cabaré, la virilidad del hombre por dominar la naturaleza (el amor a la madre) semejante a imponerse sobre cualquier mujer, de la conversión del amor en desprecio, autoridad, del machismo como un retorcimiento del ombligo que une a los hombres a la madre, una distorsión de la maternidad, el resultado de no haber resuelto el desapego. Hablabas de los hombres que coleccionan vaginas y las cuelgan en los oídos de sus amigos como extensas paredes sin fondo desde donde del otro lado golpea el hombre que no dejan salir. También allí, al agujero que esconden dentro suyo, arrojan a las mujeres que ejercen la libertad, ellas hacen el amor con su verdadero hombre, ¿cuándo tendremos imaginación para poner plumas a las mariposas u oír una alondra y remontar un elefante? En más de una ocasión, estas palabras tuyas asoman sus piernas desde mi garganta, se suben las medias, se sientan en mis labios, sonríen, estás conmigo cuando ellas se peinan.
Se escucha a menudo, las mujeres están en el cabaré porque les gusta. Quitar a un lado lo emocional es fácil cuando los sentimientos puestos en juego no son los de uno. Aquí cada cual duele por su lado y así tratamos al mundo. Creo que la explotación se reproduce en la materia pero antes en el orden de las ideas y la conciencia… disculpá estos riesgos pero el problema consiste en negar en lugar de intentar comprender, y se niega lo que no se siente, intentar comprender porqué la fatalidad del hombre es el miedo, el miedo que genera correrse dos pasos para que el otro pueda abrir las alas y entender los motivos de su vuelo. Mirá esta palabra, con-ciencia. Con ciencia no se ha llegado a mucho. Hombres y mujeres que desconocían la lectoescritura han ido más lejos que la Biblia, incluso comunista. ¿La conciencia existe? ¿Quién puede asumir que se encuentra en ella? Hombres sordos para dolores mudos. Los haría parir por el pene, les deseo un aborto por el pene con agujas de igualdad. Irán al cabaré en una de sus noches sin estrellas, se encontrarán con su mamá o con su hermana, se encerrarán con su compañera de trabajo y ejercerán su hombre como si nada pasara en el cuarto contiguo. Sexo drogas y rocanrol, un tierno slogan para que los adolescentes socorran los silencios del corazón. Sí. Es el pánico al lobo del amor. Sí. Es el colonialismo político que nos han clavado dentro. Pero el viento de las mujeres barrerá con sus banderas. Ocurre que por reducir la problematización a lo visible se diluyen los elementos no materiales de los fenómenos sociales. Los fenómenos sociales. ¿Porqué no se van a la re puto que los reparió? Hijos de puto. Amo este insulto.
Existe una frase en uno de los muros del compañerismo que leí noches atrás, “el hombre nuevo no va de putas”. Supe por Federico que nunca entraste a uno, los motivos los explica el crecimiento de la ternura en tus manos y la vergüenza eterna del beso en la mejilla. El relato de tu primer beso en la capilla de la escuela donde te llevaron engañado me humedece en tu pasado, ¿a quién le diste un beso Ernesto si con lo tímido que sos encima enamorado tartamudeás, tus palabras son tus trampas, incluso al escribír cartas tropezás? ¿a la virgen? Perdoná que me ría, también las mujeres se rieron cuando descubrieron que la liberación material del marxismo pasaba sólo por reducir la explotación de la mujer a la lucha de clases pero luego de “liberadas” de las cadenas materiales evidenciaron que con esto no alcanzaba, porque incluso el lenguaje con que eran nombradas era masculino, fundaron los estudios de la mujer, luego los estudios culturales (¿se llamaban así?, no recuerdo, no viene al caso, muy lejos está la precisión conceptual de la maquinaria para labrar la libertad. Porque una cosa es la ideología y otra muy distinta es la lucha. Hablar-leer-hablar, la prostituta tríada que aletarga el tiempo descansa en almohadas de palabras y cómodos sillones de papel de libros. Siento hemorragias en cada esquina del cuerpo cuando pienso en esto, perdón nuevamente).
El viernes me llamó Juliana para ir a grabar unos separadores a Nini por el
día de la madre boliviana. Estaba a punto de salir para Malvinas porque Claudio
me escribió que quería saber qué significaba una palabra y a armar un bloque
del programa que comenzaremos este lunes con Dante y se llamará Ensalada Mixta,
a Dante se le ocurrió dada la violencia desbocada en el barrio las últimas
semanas, hacer un bloque sobre discriminación, un bloque donde quienes lo
escuchen puedan pensarse un momento frente al otro, en el aire de la radio al
menos, respirando el mismo aire. Al ratito que corté con Juliana me escribió
Aleja, a ver si al otro día iba a estar la radio abierta en la jornada del
barrio Malvinas (sabés que me fui a vivir cerca del barrio para poder ir cada
día y tener un patio para los perros, me queda muy lejos del trabajo pero muy
cerca de mis expectativas), yo recién salía de la Mesa del MTD y me caía esto
en la cabeza. No se puede explicar la experiencia de armar un medio de
comunicación en un asentamiento en el marco de una organización, cuando escriba
el libro, se llamará “La Embarriada, una radio comunitaria entre las
necesidades sociales y las expectativas políticas.”
Todas las semanas es así, ¿cómo salís?, si cuando salís a buscarlo a
Claudio lo encontrás con cara de negro santo a quien se le
ha acabado el pan para compartir y continúan golpeándole la puerta, sentado sobre un balde bajo el cielo opaco del otoño en un
barrio olvidado dentro de una de las aulas en construcción que están levantando los
compañeros y compañeras del Bachillerato. ¿Qué quiere decir “exhumar” Ana?, me preguntó, Nos encontramos con Aarón y estuvimos en casa
hasta las cinco a esperar a que llegara la hora de ir a Nini. Claudio revisaba
el diccionario saltando de una palabra a la otra, su palabra era para una de
sus canciones que desentierra como puede. Exhumar.
Ah, me olvidaba, el lunes estuvo un compañero de venezuela, Héctor,
recorrimos el barro en silencio, tomaba nota de cada cosa, dato, imagen y luego
de conversar preguntó cómo es posible que tan cerca del centro el paisaje en
los barrios de la Plata se empalme con el África. Las lágrimas no lloran. Mirá,
en mi trabajo por ejemplo, la agenda informativa es impuesta por la tele y los
diarios. Pero hay otros diarios que se escriben a nuestros pies y son estos que
te escribo. Hay mucha ceguera, saber significa angustiarse y sentir quedarse
solo. Por eso respeto a las personas que hablan del trabajo realizado y no que
discuten con los grandes temas como si fuesen ministros. Los hay de la
izquierda, de la derecha y de ningún lado. Los escucho y siento un vacío
similar al desprecio. ¿Está mal? Díme con qué sujeto político trabajas y te
diré en qué mundo quieres vivir. No me molestan los discursos, lo que quiero es
ver su referente empírico, porque si el sujeto del discurso es el discurso
mismo, caemos en la recursividad y de aquí a la reproducción no hay distancia. Y
en las universidades los fenomenológicos sociales coleccionan papeles. Por esto
a mis niños no voy a darles una tele sin que me la pidan de la misma manera que
no se las voy a negar cuando lo hagan, una y otra posición son lo mismo. Cuando
me la pidan les diré “aquí está”. Y conversaremos. ¿De qué sirve estar
informado cuando estarlo o no estarlo puede significar lo mismo, o sea no
participar? Desde que se confunde estar informado con participar la pobreza
crece al ritmo de la información. A mayor información, menos participación, a
menos organización, mayor pobreza.
Así, en treinta años de peronismo y radicalismo, la realidad de muchas
personas continúa detenida en un parto a medio camino, como un niño que queda
atorado por el cuello y la madre que somos todos le aprieta el cuello con su
vagina para que no respire y de pronto, quienes pasan y miran cómo muere, se
despiertan de que aquel niño era también su niño. Quisiera a quienes dicen
paciencia ponerlos en este lugar, tendríamos entonces por un lado a quienes se
encuentran con su madre en el cabaret y seguirían con la idea de que la mujeres
están allí por que les gusta, dándose la mano con quienes tienen paciencia
después de levantarse cada día de su vida durante varias vidas en un
asentamiento.
Bueno, fuimos a Nini con Arón y Claudio, yo pensando en vos, hicimos un
pequeño taller donde los ejes que pudimos sacar del pozo fueron el valor de la
mujer, tierras fiscales, cómo resolver la inseguridad sin llamar a la policía y
el transporte. Les tocamos en el charango la canción “Cuando nace la amapola”
de Williams Centellas, y que piensen en mamá. Mirá cómo trabajan las
coincidencias con los desencuentros que una de las mujeres cuando llegamos
estaba leyendo un texto de Jorge Huergo, acerca de prácticas, y pudimos
articularlo con lo que íbamos conversando, sintiendo y pensando acerca del
valor de la organización. Jorge no está con nosotros, de las personas hay que
saber tomar lo bueno porque aquí, nadie se puede comer entero. Extraño mucho a
Jorge y las luces que encendía en cada clase cuando estaba de ayudante, luego
me puso al frente de una comisión, me dio una oportunidad y la perdí pero él va
conmigo, no creo lo sepa, varias veces le dije, sus clases parecían una misa
donde cada palabra era bendecida con el bálsamo de quien estuvo largo tiempo en
el silencio de la escucha. Le debo a Jorge más de un pensamiento.
Salimos de Nini a las nueve de la noche, debía levantarme a las siete a editar los
audios siq pretendía llegar a la una del mediodía, uno también tiene eso que le dicen vida y esa
noche me acosté tarde. Pero tuve que ir a la radio de Malvinas a las ocho a buscar un cable que me faltaba, allí encontré unas sesenta personas convidándose piedras y
tiros, echaron incluso a la policía que regresó una hora mas tarde disparando
balas de goma como estrategia para calmar las cosas y se fueron. El mundo del otro no
existe cuando uno no está en él. Edité lo que pude cuando volví a casa, Meli
dormía, a la una pasaron las compañeras a buscar los audios y a las tres
teníamos la radio, otra vez, era sábado y el tiempo corría a contramano de los
sueños, quedaba el domingo para ver a mis hermanos o irme al río con los
perros a lavarme los pies en el alma, porque llegaría el lunes y después del trabajo
debíamos ir al Ministerio de Desarrollo a cortar la calle pidiendo levanten el
recorte de los PTA, los Proyectos de Trabajo Autogestivo que sirven como
refuerzo salarial a los sueldos enanos de las cooperativas y también para
sostener proyectos con jóvenes en los barrios tales como el de la radio en un intento
porque no pasen estas cosas. Lee esto. Desde las oficinas del ministerio nos
tiraron yogur, un huevo, habíamos mujeres con niños a la espera de una
respuesta y estas cosas que a muchos les sobran caían desde el cielo del
desprecio, hombres o mujeres sentados en una oficina relativamente cómoda
habitada por computadoras arrojándonos comida, el flaco Guillermo gritaba que
“si van a tirar un huevo, al menos lo tiren duro”, la verdad no sé cómo escribir lo que patea adentro, vos sabés que papá fue presidente del bloque de legisladores y yo podría estar del otro lado. Pero una mujer no es un cargo y un sueldo bien pago no alcanza para llegar a fin de mes con los sueños, y de ahí a darme cuenta que
el taller de formación sobre recursos, minería e YPF que tenemos armado hace
dos meses no lo podemos hacer porque la asamblea está bastante abajo, ahora
dos semanas seguidas que estalla la violencia en el barrio como una granada en
la cara roja del corazón y a ver cómo generamos escenarios donde la gente se
encuentre y reconozca entre sí, además de sostener la radio día tras día,
participar de las instancias orgánicas con compañeras y compañeros que tienen los ovarios mas grandes que
testículos (porque no tenemos huevos, tenemos compañeros y compañeras), en fín,
son las seis de la mañana y me desveló tu sonrisa, sentía alguien tocaba mi
mano, esa sonrisa que yo sé, vos sonreís harto de tanta pena, es una gimnasia
que lograste, el estar bien, en un intento por estar bien, te extraño guachito
mío, esta foto de Rogelio es de una tarde en Mansión Obrera hace unos seis
años, estuve con Hugo, Sergio y Wichi en el último corte y me dijeron que está
bien.
Anita.
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