Tu cuerpo es una mujer loca, un delfín dentro de una copa,
un
torrente de elefantes en celo hacia mi boca,
mil lobos al galope bajo una
luna roja...
eso es lo que tu cuerpo es cuando en tu boca soy
un
árbol estallando en cerezas y debajo,
la preciosa fealdad de los sapos
fornicando entre cometas,
un templo de plumas en el nido de tu oleaje,
un ángel de azúcar enredado en naranjales,
tu cuerpo es mi cuerpo extraviado entre relojes
un león agazapado en el follaje, en tanto yo,
viril y triunfal como una teta afiebrada
disperso por siempre en el
viento incendiado de cenizas
agazapado en el secreto de la semilla soñando con ser flor solitaria en Júpiter
sincero y rebelde como un
hombre que llora
erguida como la verdad de la sangre y la
indestructible infancia ante la guerra
invencible como el grito de un
bebé ante el rostro de una bomba
siempre más triste que un niño que
asiste a la muerte de sus primeros zapatos
aunque feliz por inconciente
de la tierra nueva que se avecina en boca de otros pies
más gloriosa
que una niña en la falda de su padre el día de su cumpleaños
encendido en la noche como el ojo de un dragón
herido por el destino de
las mariposas
humillada y rota como solo yo se fingir en madrugada
qué
puedo decir de tu cuerpo que es una boca sedienta de cielo y de pasto,
si antes de tu llegada yo vivía más muerto que una oficina en Navidad
dado a la tara y tarea burocrática de faltarle el respeto a la primavera
soledad tras soledad
hasta que una tarde no sé con qué pretexto
animal
cómo cuerno de vaca ni lengua de toro
fuiste luna de mi lobo y
agua para mi elefante
y el amor se convirtió en ese taller de abejas
donde reparar los caballos de la noche.
Solo me atrevo a sentir que si de pronto me faltaras en este universo
embarazado de rosas y de fantasmas
digo que si definitivamente se te
ocurriera saltar de mi mano
descocerte de mi sombra o bajarte de mi
árbol para abandonar mis zapatos
si dejáramos de aullar y de trotar
uno dentro del otro entonces
la noche no sería más que una pedrada de
peces
quemando en la lengua sin el mar de tu espalda
un horizonte sin
ojos un cigarrillo bajo la lluvia
la noche sería un amanecer
apuñalado en cualquier esquina
desangrándose en pájaros y sábanas sin
nadie que lo auxilie
una campana sin iglesia ni domingos de madera
un
santo sin promesas, sin pan, la noche ¿cómo explicar?
La noche
sería inexplicablemente dura
tan dura como el olvido y mas negra que el
llanto de las perlas y de las viudas
la oscuridad sería más
implacable que las agujas de la luna en los hospitales
mas húmeda
que un perro en un funeral
sería una botella de vino sin un amigo para leer o
un libro para conversar
un océano de dolor sin brújulas ni palabras
la noche no
sería más que el estallido fatal de tu cuerpo en estrellas
la noche no sería más.
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