Padre nuestro
Por no poder plantar velas o flores encendidas
sobre la tierra que entibia tu pecho
y bajo el polvo donde reposa tu cabeza
sembraremos padre nuestro
un recuerdo de rosarios compartidos
y sentaremos testimonio
de tu dormir en el sueño de niños
un árbol florecido en el desierto al que trepamos descalzos
y tu poder de sobreponerte a la ausencia
sentado a la derecha de Dios
y a la izquierda late el eco de tu risa
Dios, tiene la sonrisa de mi madre
pero no su corazón y vaga por el mundo
recolectando ángeles para su cielo
sin importarle si siembra una tristeza
vacía una silla, enfría unos zapatos
o se muere la mesa
cómo puede dejar al silencio de testigo
por los campos donde aún ríen los potrillos
en busca de un arroyo donde mirarse y verse correr
más allá de la línea donde atardece tu ausencia
entre el pueblo y la laguna
cerca del monte la soledad se levanta
con su espalda de mármoles y bronces
y en esta tierra apuñalada de cruces
donde el hombre cava cunas
arropadas de mundo de flores marchitas
y cajones lustrados
o acaso son árboles por donde trepamos descalzos
no sabemos si se trata de sueño o de niños
pero tu río es el único que vuelve
al fin
y al cabo del sol
el viento le roba a Dios
un ángel canoso el día de su cumpleaños
cada día ángel para nuestro padre árbol.