Cuba. Laberinto de una historia cotidiana.
El 17 de diciembre fue San Lázaro.
También Antonio, Ramón y Gerardo. Cincuenta y seis años después la revolución
volvió a triunfar y la historia absolvió a Cuba. Los 5 Héroes antiterroristas
están juntos en casa después de casi dieciséis años de prisión. Por la tarde
del miércoles pasado las personas reían o lloraban en la calle, y la escena se
repetía en los hogares por la noche frente al televisor. Lo había expresado
Fidel Castro públicamente en 2001 y el pueblo lo sabía, acostumbrado a sus
premoniciones cuando levantó su dejo y sentenció “volverán”. Hacía mención a
los hombres probablemente más reclamados y defendidos del siglo XXI. Desde las
montañas del Escambray hasta La Sierra Maestra, en las paredes de las casas o
cabañas de la ciudad o el monte, en puentes, pilotes y carteles, la estrella de
cinco puntas con sus rostros se dibujaba como símbolo de injusticia.
Lo ocurrido el pasado 17 de
diciembre se encuentra lejos de ser una concesión. Desde 1961 Castro solicitaba
el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con los EEUU sin conseguirlo,
abocado en paralelo a la tarea colosal de reinventar un país saqueado y
empobrecido hasta conseguir los niveles más bajos de analfabetismo y mortalidad
infantil, además de convertir a la mayor de las Antillas en el lugar más seguro
del caribe y con el mayor número de brigadas internacionalistas presentes en el
mundo.
El
presidente Obama reconoció el fracaso del bloqueo económico, comercial y
financiero para hundir la isla que ya produjo afectaciones económicas por un billón 112.534 millones de dólares y un
daño humano incalculable, aunque el mayor daño es probable se produzca en
adelante en términos de diplomacia y cordialidad.
Más causas que azares
forjaron esta memoria obstinada
En los primeros dos años
de la revolución, la CIA en cooperación con la iglesia sacó de Cuba 14.000 mil
niños en vuelos ilegales, de los cuales aún varios miles continúan buscando a
sus padres. Fue la denominada Operación Peter Pan. De acuerdo con las versiones
conspirativas y contrarrevolucionarias, el gobierno de Cuba iba a desaparecer o
enviar a sus hijos a la guerra. Con sus hijos primero, iban a poder salir más
fácil de la isla. Un número incontable terminaron en orfanatos o centros de
reclusión de menores donde otro idioma, otras costumbres y otra cultura les fue
impuesta. Hasta ese momento la Revolución nunca había prohibido la emigración
legal de sus familias. Para convertir el tema migratorio en herramienta de
desestabilización, fue promulgada en 1966 la Ley de Ajuste Cubano, mediante la
cual Estados Unidos admite a todos los que hayan llegado ilegalmente a partir
del primer día de 1959, y les concede al residencia legal y la posibilidad de
trabajar. Estados Unidos es así el único país con dos leyes migratorias: una
para todo el mundo y otra para los cubanos. Es la prueba de la manipulación del
tema migratorio con fines contrarrevolucionarios, del aliento a la deserción y
la emigración ilegal. Mientras hasta el año 90’ cerca de 750 mil canadienses
“emigraron” a Estados Unidos, y mas de 8 millones “emigraron” de América
Latina, 730 mil “huyeron” de Cuba. De los millones de indocumentados en Estados
Unidos no hay un solo cubano. En el libro Operación Peter Pan, un caso de
guerra psicológica contra Cuba, el autor pregunta acerca de qué ocurriría en
cualquier otro país si respecto a él se atreviera Estados Unidos a dictar una
ley como la que rige para Cuba. Las
imágenes de los balseros en la década del 90’ cuando el socialismo se vino
abajo inundaron el mundo. La prohibición a salir de la isla y que ya no es tal
aunque sí dificultosa, tuvo sus orígenes en una historia para muchos
desconocida, para otros negada.
A la política migratoria
de hostilidad y agresión con el propósito estratégico de liquidar la Revolución
Cubana y el sistema político, económico y social, se deben sumar los intentos
de aislamiento diplómatico, acciones propagandísticas, guerra económica,
subversión, sabotaje, guerra biológica (como la inserción del Dengue D-2, o el
virus que llevó a Cuba en la década del 60’ a matar e incinerar a la totalidad
de los cerdos machos en la isla), el fomento de bandas armadas y las
infiltraciones e incursiones criminales contra el territorio, la organización
de cientos de planes de asesinato de los principales dirigentes de la
revolución, el hostigamiento militar, la amenaza de exterminio nuclear y los
más de 800 planes descubiertos para asesinar a Fidel Castro.
Esa cubanía
Sin embargo, en
la extensa lista de malestares, los más de 15 mil millones de dólares en multas
a bancos y empresas por realizar transacciones con el gobierno cubano no dan
cuenta de las privaciones y malestares en el arte y la cultura producto del
bloqueo. Incluso el libro “Demanda del gobierno de cuba al gobierno de Estados
Unidos por daños humanos” es más una expresión del pasado y no un balance
realizado hasta el presente. En el laberinto del absurdo, las contradicciones
son el efecto enunciativo de resoluciones tomadas a puertas cerradas por el
poder, cuando se considera que un día antes de recibir la noticia de la liberación
de Gerardo, Antonio y Ramón, se penalizaba a un banco alemán por realizar
transacciones con Cuba.
El cese del
bloqueo, eufemísticamente denominado “embargo” por norteamérica como respuesta
a las empresas expropiadas por la revolución, carece de la linealidad del
discurso. El malestar en los republicanos del congreso y la negativa a detener
la medida de asfixia de parte de los anticubanos de La Florida en Miami son un
termómetro para medir su posibilidad real, y el fin del bloqueo posiblemente un
peligro de intromisión mediata para mermar las diferencias existentes en cuanto
a soberanía, derechos humanos y política exterior. Es posible Estados Unidos se
ablande lo político para entrar duro en lo económica. Aún hoy y probablemente mañana, se continúen
enviando al año más de veinte millones de dólares dedicados a la industria de
la contrarevolución hacia un país que nunca financió un plan de intervención
hacia ningún país del mundo salvo por motivos humanitarios.
La mención del
presidente de Estados Unidos acerca de la necesaria creación de sindicatos para
los trabajadores cubanos y su deseo de que los ciudadanos participen libremente
en los procesos políticos, desconoce la identidad organizativa y estructura
interna del país comunista construida hasta el momento, aglutinada en
organizaciones de trabajadores urbanos y campesinos tanto en el ámbito
gubernamental como no gubernamental. Hay un mundo más allá de América y la
noticia del regreso interrumpió las discusiones de la IV legislatura de la
Asamblea Nacional y del conjunto de diputados allí reunidos. La cita de Abel
Prieto, Asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros subida
al diario Granma es sintetizadora de las voces del conjunto: “sin ceder un
tantito así, como decía el Che, ni abandonar ningún principio de los que son
irrenunciables, hemos obtenido una victoria.” Los desafíos que guían el rumbo
de las transformaciones económicas y sociales que se discuten hoy en el
archipiélago, se debatían en las diez comisiones parlamentarias este miércoles
mientras llegaban los tres antiterroristas cubanos. Se trataba de la segunda
jornada de trabajo en comisiones que antecede al cuarto período de sesiones de
la octava legislatura de la Asamblea Nacional del poder popular, donde los
parlamentarios evaluaron el control y la fiscalización de las distintas
actividades económicas y los servicios. Los debates se encaminaron hacia la
actualización del modelo económico para garantizar procesos económicamente
viables sin desviarse de los principios socialistas, además de socialmente
justos. La dinámica interna gubernamental, no es tan sencilla como se piensa
desde el otro lado del televisor y fuera de Cuba. Incluso sábado 20 de
diciembre, al encender el televisor por la mañana, Raúl Castro realiza en el plenario
de la Asamblea Nacional el balance y cierre del período económico 2014 frente
al parlamento, y en cuyo final se anuncia la celebración del 57 aniversario de
la revolución el próximo 1ro de enero.
En la noche del
21 de diciembre, los 5 se subieron al escenario y entonaron con Silvio
Rodríguez “La era está pariendo un corazón.” Los hijos renacen en casa y es la
verdadera fiesta, lejos de la alegría inocente o maligna por la inminente
apertura de una embajada norteamericana, o la decepción de los románticos
amantes de visitar a la Cubamito y su romántico pasado modo de pensar en el que
no podrían vivir. Y es que un país nunca se conoce y comprende desde la
televisión, los periódicos, o en veinte días de vacaciones incluida una
fotografía en la Plaza de la Revolución con el Che flotando en la espalda. Se
malinterpreta. En caso de existir, la violencia a los principios soberanos de
la revolución debería ser rastreada en la reciente aprobación de la Ley de
Inversión Extranjera por parte del gobierno cubano, encerrado en la disyuntiva
de continuar sumergido en una economía precaria y de subsistencia o abrirse al
mundo exterior. Para los cubanos esto significa la transición violenta de pasar
del comunismo ruso al comunismo chino. Y es que Cuba es una isla y un laberinto
en manos de un gobierno socialista más allá de las prescripciones, deseos e
intervenciones de América del Norte desde hace 56 años para capitalizarla.
Luego del
anuncio oficial en torno al reinicio de relaciones diplomáticas en ambos
países, los hombres y mujeres continuaron dedicados e imperceptibles en el
trabajo de acercar el pan a su casa. En miles de ellas, aún los banderines y
los carteles de “Bienvenidos héroes a la patria. Cuba Libre,” colgarían durante
días de las puertas oxidadas. Estuvieron cerca de dieciséis años presos. Su
humildad y la cubanía de esa tierra, se reflejan en el “gracias” expresado a
Raúl Castro cuando aterrizaron.