Madre in argentina (perdón) "no saben lo que hacen"
Un niño se ha matado y su madre no me quiere
no me habla siquiera con los ojos me acaricia
y eso mata
lentamente mi niño también
se muerde
por dentro las tetas chorreantes
en forma de
lágrimas por alimentar Jesucitos en patas
traídos de
los pelos de la vida
sus hijos
beben desde abajo
y hacen del
agua piedras en su estómago
y lastiman
cuanto se les cruza
por devolver
al mundo lo que les ha dado
incendian perros vivos que corren por el infierno igual a corderos perdidos de Dios
es su madre todo cuanto tienen en esta argentina culturalmente asesinada
el árbol de la esquina cuando el sol muere violeta sobre el verde
ríen saltan y no por fe o esperanza
en los diarios nuestros candidatos se masturban
con una baja en la edad de imputabilidad
realizan higiénicas declaraciones
y beben en las sombras buen vino con empresarios
y algunos colegas del trabajo abrirán la boca y comulgarán con su voto
mientras en los barrios los chicos se cuelgan
dentro de iglesias en pisos de tierra
las sogas parecen corbatas
y su madre no me quiere y sus lágrimas
sus lágrimas apagan la leche vieja urgente
agazapada en sus tetas negras
sus lágrimas capaces de reducir a cenizas
las casillas de madera sobre el campo maldecido
la canchita de fútbol ahogada de lluvia y alcohol
inundada de basura en la esquina
estufa de esqueletos disfrazados de jóvenes
intencionalmente despellejados
potencialmente maestros
posiblemente albañiles
podrían también ser artistas
a quienes han arrancado vivo el cuero de la expresión
el sueño profundo de tener un trabajo fraterno
una mujer suavemente feliz en el patio con su niño y un juguete
un niño que no se mate y una madre que me quiera
esta mujer a quien le quitamos su niño
no sonríe no canta no come
la lenteja la yerba el arroz repetido
la mercadería saqueada recortada
por el gobernador amparado por el presidente
esta mujer sin niño no hace el amor
al calor del carbón prendido dentro de casa
inundada de colchones meados de frío y mocos
de gritos de susto tapados a tortas fritas
el carbón arde sobre la rueda de un auto robado incendiado por policías
fiadores de falopa cortada
a pibes rotos a quienes después aprietan
y entonces nos roban la radio de la Organización
la organización del tiempo y de la sangre
vertida en relojes invisibles anónimos marginales
que los afilia al Partido en un juego por estar juntos en la cancha
así mañana nos borren
esa madre se llama todas las madres
la tuya la de ella la mia la puta la santa
la niña de Claudelina de porcelana y frío
se duerme con su hermanita sobre el pecho
en una casilla del barro de enfrente donde llueve desde antes de la palabra siempre
esa madre no es el funcionario el administrativo
secando su sangre en el desierto del sueldo
o el investigador el académico de zapatos huecos
regando de palabras los conceptos brotados de su ombligo
robados al pasado e infinitamente reescritos en el futuro
no es el militante con culpa de sí mismo
tranquilamente monja sin objetivos políticos
ni el revolucionario comprometido hasta que se asusta se contrae
cuando ve que para definir en los sentimientos
se produce un momento donde es necesario jaquear la clase de pertenencia
y algunos objetos por los que se es apreciado socialmente
porque debo ser coherente en este negocio emocional
voy hasta el bar pago una entrada y compro una cerveza
desato el moño del paquete nocturno armado por la banda que tan bien suena
podemos estar tranquilos muchachos los pibes no vendrán por nosotros
pues en La Plata los colectivos no casualmente se mueren de 23.30 a 5.30
mientras un niño se ha matado en este olvido sobre olvido
un grito en un idioma incomprensible golpea la tierra
la del pequeño de pies pequeños de cuando era pequeño
el niño de la madre pájaro muerto
lo bajaron del techo de la iglesia una mañana
lo había traído la vida tirada de los pelos.
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